“¿En qué se diferencian un cura y una lesbiana? En nada, son exactamente iguales y deben ser tratados con el mismo respeto”: ese es el humor del futuro, según nos cuenta South Park: Post Covid, uno de los dos especiales estrenados este fin de año en Paramount+. Aunque la historia es un relato de ciencia ficción acerca de cómo serán los próximos años del mundo, no es solo la pandemia el objeto de risa de esta comedia de animación tan transgresora. Tiene más sentido común que polémica, porque mientras se estrenaban estos dos especiales el mundo repetía las locuras que aquí se describen. South Park se anticipó, en más de un sentido, a este diciembre del 2021.
En las escenas iniciales nos cuentan que Estados Unidos ha vencido al COVID-19, que todos están felices y sin problemas. Pero un minuto después descubrimos que han pasado varias décadas antes de que esa victoria ocurriera. Un institucional nos narra la victoria y luego, a la ligera, contesta a la pregunta de cuán duro habrá sido para los chicos criados en cuarentena: los chicos están bien. Pero esto es South Park, y nosotros conocemos a los personajes, ahora adultos, y nada ni nadie ha quedado bien luego de la locura de la pandemia.
Todo se ha vuelto peor: ya no existe el humor porque nadie puede ser ofendido, el terror al virus sigue provocando reacciones absurdas y exageradas, todas las empresas e instituciones le han agregado a su nombre la palabra Plus o Max, la sociedad no ha aprendido absolutamente nada. Alexa, la asistente virtual de Amazon, ahora es una mujer que le pelea a su dueño, le discute y lo insulta mientras le recomienda nuevas ofertas.
Como unos Blade Runner de dibujos simples y unos 1984 de colores saltones, los dos especiales nos permiten reírnos a carcajadas de todo lo que duele, angustia y genera discusiones gigantescas entre las personas. Nadie, pero nadie, se atreve a reírse de todo como lo hace South Park: no pasaba antes y no pasa ahora, que estamos aún más acorralados por la era de la cancelación y el terror sanitario.
Cuanto más efectivos son los chistes, más evidente se hace que los necesitábamos. Pero a no creer que es un humor para todos, porque si lo fuera no estaríamos tan preocupados por la corrección política ni tendríamos que discutir las restricciones arbitrarias y las cientos de medidas contradictorias entre sí que se viven en el mundo por la pandemia.
A South Park, una serie que se estrenó en 1997 y lleva 24 temporadas, no le han faltado controversias de lo más variadas: políticas, religiosas y del mundo del espectáculo. En 1999 estrenaron el exitoso largometraje South Park: Bigger, Longer & Uncut que llegó a tener una nominación al Oscar. Los dos especiales de COVID-19 suman dos horas y deberían ser considerados como un nuevo largometraje de Trey Parker y Matt Stone, los dos creadores de la franquicia.
Los que conocen South Park no pueden perderse este catártico díptico porque les alegrará el fin de año, y para quienes jamás hayan oído hablar de este dibujo animado tal vez sea el momento ideal de atreverse a verlo. Podrán sentirse expulsados o enamorados de lo que ven, pero difícilmente los deje indiferente. Frente a un humor que habla de algo nos afecta a todos, no hay otra oportunidad más favorable para acercarse a un humor que no se parece a nada y no se deja limitar por nadie.
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