La historia de este personaje fue creada por Lee Falk en 1936 y algunos dicen que fue uno de los precursores en los cómics. Seis décadas después los estudios de Paramount decidieron hacer un largometraje protagonizado por Billy Zane, Kristy Swanson, Catherine Zeta Jones, Treat Williams, James Remar y Patrick McGoohan; en esa ocasión el director fue Simón Wincer (Director de “Liberen a Willy”). Esta cinta sobre el personaje del cómic tuvo un presupuesto de 45 millones de dólares y recaudo tan solo 26 millones en todo el mundo, convirtiéndola en un fracaso de taquilla.
El personaje interpretado por Zane, es un misterioso enmascarado que se enfrenta a una banda de piratas que quiere apoderarse de tres calaveras con poderes excepcionales; sólo con la intención de someter al mundo a sus malvados deseos. Todo eso transcurre en la selva de Bengala donde todos respetan a ese personaje conocido como El fantasma que camina; él es el encargado de imponer justicia en este territorio. A esta isla llega una expedición buscando las míticas calaveras de Tuganda, que adjuntarlas otorgan un poder inmenso capaz de destruir a la humanidad. Éstas son reliquias de un incalculable valor y es el justiciero el encargado de perseguir a los villanos hasta la ciudad de Nueva York para detenerlos, sin contar que en el transcurso de esta aventura conocería a la mujer de su vida.
Una tradición familiar es ese traje morado qué pasa generación tras generación, se lo hereda el padre a su hijo. Esto es algo relevante dentro de la historia porque sólo es el traje y el nombre lo qué trasciende con ese superhéroe, en realidad no cuenta con ningún super poder y tiene una brújula moral que lo lleva actuar siempre estando al lado del bien.
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