“Spider-Man: No Way Home”: una lección de responsabilidad para Tom Holland

La película trae de vuelta viejas enseñanzas para el Hombre Araña del Universo Cinematográfico de Marvel

"Spider-Man: No Way Home" llega a los cines esta semana. (Sony Pictures)

Hace unas semanas se dio a conocer que Tom Holland no cerraría una etapa en Spider-Man: Sin camino a casa (Spider-Man: No Way Home) al tener una trilogía más en camino. La confirmación que vino desde la productora Amy Pascal cobra más sentido tras ver la tercera entrega dirigida por Jon Watts, una que finalmente responde al deseo más grande de la audiencia: el multiverso que conecta las tres franquicias cinematográficas. Pero no solo eso, sino el haber aprendido una lección dentro y fuera de la pantalla, ¿cómo actuaría el Hombre Araña sin mentores detrás de él? Esta reseña contiene spoilers.

Las dos películas anteriores del superhéroe arácnido presentaban, primero, a Tony Stark tomando un rol de padre, casi como el Tío Ben que no existe en el Universo Cinematográfico de Marvel; y segundo, un villano que intentó hacer lo mismo mediante artimañas y una amabilidad falsa, Mysterio. A pesar de que el temor era que ocurriera lo mismo con Doctor Strange (Benedict Cumberbatch), su presencia es solo una señal de advertencia para un atormentado Peter Parker.

El amigable vecino Spider-Man está en el peor aprieto que ha sufrido este personaje en el cine. Su identidad ha sido revelada al mundo, es injustamente juzgado por un crimen que no cometió y los hechos involucran el futuro de MJ (Zendaya) y Ned Leeds (Jacob Batalon). Aquí es donde llega lo bueno, y cuando no hay quién pueda defenderlo, el director lanza la primera bomba de las más de dos horas y media del metraje: es el abogado Matt Murdock, interpretado por Charlie Cox, pero esta solo es la punta del iceberg puesto que aparece brevemente. Días antes, Kevin Feige había anunciado que el actor se uniría al UCM.

Tom Holland protagoniza su tercera película en solitario para el Universo Cinematográfico de Marvel. (Sony Pictures)

Más adelante aparecen los clásicos villanos que enfrentaron Tobey Maguire y Andrew Garfield en su momento. Uno tras otro, llegan a este universo los recordados Doctor Octopus, el Duende Verde, Lagarto, Hombre de Arena y Electro. Aquí nuevamente la presencia de Norman Osborn, llevado por la brillante actuación de Willem Dafoe, es clave para dar origen a un héroe que “conlleva una gran responsabilidad”. Solo la aclamada estrella de cine, de ahora 66 años, podría haber sido un antagonista ideal y trae recuerdos de su valiosa interpretación en la película original de Sam Raimi.

Tal como los anteriores Peter, el joven héroe sufre una pérdida que personalmente significaría la más dura de su vida. La tía May (Marisa Tomei) dice adiós al rol de la madre adoptiva del protagonista al mismo estilo de Ben Parker. Es así que el Spidey de Holland cae en un punto de quiebre que parecería no tener retorno… hasta que, entre los alaridos y aplausos del público, aparecen los personajes de Maguire y Garfield cuando son convocados por MJ y Ned.

Sin duda, los momentos más emotivos de Spider-Man: No Way Home ocurren en cada fotograma que comparten el trío de actores: el diálogo en la azotea de la escuela, trabajando juntos en el laboratorio y el enfrentamiento definitivo para “curar” a cada enemigo del Hombre Araña. Ya no matar ni noquear, sino ofrecerles la oportunidad que no tuvieron antes… un detalle que evoca mucho la posibilidad de haber alargado un poco más el tiempo de estos personajes en la acción real dentro de la narrativa de Marvel en películas y series.

La tercera entrega con Tom Holland ahonda en el multiverso de Marvel y el regreso de los personajes de pasadas franquicias. (Sony Pictures)

La enseñanza que dejó al Spider-Man más actual

La lección final para Tom Holland es la responsabilidad de ser Spider-Man, irónicamente algo que ­también salpica en cómo ha llevado este personaje con base a las cuestionables decisiones narrativas que se tomaron para este reinicio que formaría parte del UCM. Con un empuje de sus sucesores y un emotivo abrazo que haría emocionar hasta el más escéptico de la franquicia actual, el adolescente madura como superhéroe y toma la decisión más complicada de su vida. Tendrá que ser olvidado como Peter Parker para salvar el universo, un destino que, incluso, llega a conmover al hermético Doctor Strange.

El nuevo inicio para el arácnido comienza así… un desconocido para su novia MJ, su mejor amigo Ned y el resto del mundo. ¿A quién sí podrán identificar para siempre? Únicamente a Spider-Man, motivo por el cual puede seguir ayudando a miles de personas en el mundo con un traje brillante (literalmente) de tonos más intensos que recuerdan mucho a los colores que utilizó Steve Ditko en las historietas clásicas de The Amazing Spider-Man. Solo, independiente y viviendo como un ciudadano más, el héroe aprenderá a llevar un equilibrio entre la máscara y el anonimato.

Spider-Man: No Way Home llega esta semana a las salas de cine.

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