“No mires arriba”: Leo DiCaprio y Jennifer Lawrence pasan por demasiados obstáculos para impedir el fin del mundo

La nueva película de Adam McKay reúne a un selecto grupo de actores y los sumerge en una sátira política

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Tráiler de "No mires arriba", la nueva cinta de Adam McKay. (Netflix)

Luego de dos excelentes películas como La gran apuesta y El vicepresidente, Adam McKay se mete en un terreno poco explorado en su filmografía: el fin del mundo. Pero no lo hace solo, lo acompañan: Leonardo DiCaprio, Jennifer Lawrence, Meryl Streep y Jonah Hill, solo por mencionar a una pequeña -pero importante- parte del elenco que actúa en No mires arriba. La película tiene estreno doble: en algunos cines de Latinoamérica desde el jueves 9 de diciembre y el 24 del mismo mes en Netflix.

La historia de Don’t Look up empieza cuando dos científicos (DiCaprio y Lawrence) descubren que un meteorito con potencial para destruir todo el planeta se dirige directamente hacia la Tierra. A partir de ese momento, ambos tratarán de comunicar esta información lo más rápido posible para poder crear un plan e impedir que ese proyectil haga impacto. El problema es que desde la Presidenta de los Estados Unidos (Meryl Streep) para abajo, a nadie le importa.

Luego de entender que hay temas más importantes para la clase política de su país, la dupla protagonista deberá buscar una manera de concientizar sobre el inminente peligro y así lograr que reaccionen los diferentes gobiernos del mundo ante el posible final de la raza humana. Pero si imaginan que el camino estará lleno de solemnidad y heroísmo... nada más lejos. Aunque repetitivo, es humor negro del bueno.

Jennifer Lawrence interpreta a una
Jennifer Lawrence interpreta a una estudiante graduada de astronomía que descubre el meteorito que pone en peligro el planeta. (Netflix)

Con una extensa carrera en la comedia y títulos super reconocidos en el género como El periodista: la leyenda de Ron Burgundy, Hermanastros y Ricky Bobby: loco por la velocidad, McKay dominó el tono. Y las herramientas que ganó en el período inicial como director hoy las utiliza para contar otras historias más ligadas al poder político, crisis económica y, en este caso, el apocalipsis mismo. Claro que estas obras tienen un tono y ritmo bastante particular que es el sello del director. Su viraje hacia otros géneros le dio popularidad y nominaciones a los grandes premios, entre los cuales se llevó el Oscar a Mejor Guion por La gran apuesta.

Y la nueva película, aunque no entra dentro de su trabajo más destacado, es un camino divertido, lleno de caras reconocibles y con escenas que quedarán en la memoria de todo aquel que la vea. La actuación de Meryl Streep como Presidenta de Estados Unidos bastante fuera de cordura o la actuación de Cate Blanchett como una presentadora de televisión centrada en su figura, su fama, sus deseos sexuales y también alejada de la vida real serán los momentos más divertidos que hayan visto en ficción en el 2021. A los ya mencionados protagonistas se le suman Ariana Grande, Timothée Chalamet -innecesaria su participación-, Mark Rylance, en lo que podría ser una especie de Elon Musk, Ron Perlman, y tantos otros.

Sin embargo, esta película con muy buenas ideas e intención, quizá no consiga el impacto que busca. Esta podría ser la forma en que McKay quiere advertir del peligro del calentamiento global al mundo -ahí cobra más sentido la participación de DiCaprio-, pero el mensaje queda trunco entre el absurdo y el rejunte de estrellas donde cada uno tiene que tener su momento de brillar. Pasan demasiadas cosas en el plazo de seis meses que, incluso para una película de este estilo, queda bastante fuera de lógica y sin sentido.

"Don't Look Up" es protagonizada por Leonardo DiCaprio y Jennifer Lawrence. (Netflix)

Si se hubiese filmado y estrenado apenas empezada la pandemia, sería considerada como una película con un poder de análisis sorprendente de cómo la humanidad (gobiernos, medios de comunicación, redes sociales, familia, etc.) se comporta en momentos de crisis global y frente a la idea de la extinción. Pero quizás, la película de Netflix llegó un poco tarde, aunque no por eso menos divertida.

En términos generales, No mires arriba es muy entretenida y ácida, incluso supera su condición de comedia negra. Y aunque por momentos se dispersa de lo que quiere narrar, ese camino de 140 minutos de metraje no se siente pesado porque pasa de todo, hay muy buenos momentos (sobre todo en cómo se van tejiendo las relaciones entre los personajes) y esa es la buena noticia. Es una película atractiva que seguro quedará como una de las más comentadas del 2021.

Ya disponible en algunos cines de Latinoamérica y el 24 de diciembre en Netflix.

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