“Scanners”: la película que le voló la cabeza a la generación del VHS

En la edad de oro del video hogareño, los espectadores utilizaron como nunca el avance cuadro a cuadro y la pausa solo para ver un momento asombroso de esta obra de David Cronenberg estrenada en 1981

La obra que consagró a David Cronenberg contiene una escena impresionante e inolvidable. (CFDC/HBO Max)

Cuarenta años atrás se estrenó en cines Scanners, una película de corte fantástico dirigida por David Cronenberg. Las personas de todo el mundo quedaron impactadas por una de las escenas iniciales, en la cual un efecto especial antológico conseguía que toda la sala gritara al mismo tiempo cuando veía ese instante que hoy es un clásico de la historia del cine. Más tarde la película se editó en video y todos la alquilaban para mirar “la escena” en cuestión. Nadie que la haya visto ha podido olvidarse de ese momento impresionante y sorprendente.

El canadiense David Cronenberg era un autor de culto, pero con "Scanners" consiguió gran popularidad. (CFDC/HBO Max)

Cronenberg ya venía generando revuelo con sus películas mezcla de ciencia ficción y terror. Toda la primera parte de su filmografía, realizada en Canadá, país en el cual nació, ya se había transformado en una obra de culto. Shivers (1975), Rabid (1977) y The Brood (1979) había producido un enorme impacto en los espectadores, pero en Scanners, también de origen canadiense, el director consiguió un presupuesto mayor y rostros más conocidos.

Volverse un poco más masivo, lejos de lavar su cine, le sirvió para ir un poco más allá. En aquellos años Cronenberg se transformaría en uno de los directores más respetados del cine de terror, también valorado por la crítica, obteniendo prestigio en un género en el cual muy pocos lo consiguen. Scanners fue su primera película de gran difusión y el realizador aprovechó a la perfección eso: no dejó que nadie se quedara indiferente.

Un efecto especial antológico conseguía que toda la sala gritara al mismo tiempo. (CFDC/HBO Max)

La palabra a la que alude el título del film se refiere a 237 personas a lo largo del mundo que son llamadas scanners, seres humanos con un poder único, la capacidad de controlar la mente de los demás. Esta condición se debe a que cuando estaban en el vientre de sus madres recibieron un medicamento con efectos inesperados que fue sacado rápidamente del mercado. Ya adultos, estos personajes viven como parias, huyendo de aquellos que desean utilizarlos.

La empresa de seguridad y armamento ConSec busca controlarlos, logrando reclutar a uno de ellos, Cameron Vale (Stephen Lack) que vive en las calles, para que trabaje para ellos. Deberá encontrar a Darryl Revok (Michael Ironside) un individuo peligroso que mató a otro scanner en una conferencia dentro de la empresa. El artífice del plan de ConSec es el Dr. Ruth (Patrick McGoohan), cuyas verdaderas intenciones se sabrán más adelante.

Los scanners son seres humanos con un poder único, la capacidad de controlar la mente de los demás. (CFDC/HBO Max)

Los poderes de Darryl Revok serán revelados en una de las primeras escenas del film, cuando se ofrece como voluntario para una demostración. En la lucha de poderes mentales, la fuerza de Revok serán tan contundente que hará explotar la cabeza de su oponente, para horror de todos los presentes y también de los espectadores de la película. En 1981 ni se soñaba con los efectos digitales actuales y esa explosión hizo gritar al público de todas las salas.

Cuando la película se editó en video, todos quisieron comprender cómo se había hecho el truco. Incluso sabiendo que era un efecto, la audiencia había sido tomada por sorpresa y nadie entendía cómo Cronenberg lo había logrado. Los que tenían modernas videocaseteras con avance cuadro a cuadro se hicieron una fiesta, fueron y vinieron hasta entender lo que pasaba, pero incluso ellos seguían maravillados. Los que solo contaba con la pausa, forzaron sus máquinas hasta destruir la cinta. Hoy parece tan lejano, pero era la diversión de aquellos años.

Para comprender cómo se había hecho el efecto, se recurría a las entonces modernas videocaseteras con avance cuadro a cuadro. (CFDC/HBO Max)

El efecto en cuestión, la explosión de la cabeza, se logró haciendo un modelo del cráneo del actor de látex, relleno con comida para perros, restos del almuerzo, sangre falsa e hígados de conejo, y disparándole desde atrás con una escopeta de calibre 12. No es el único de los trucos memorables, pero sin duda es el que ha quedado en la memoria. A los 13 minutos de película, Scanners logró entrar en la historia del género y enloquecer a los cinéfilos del mundo durante años, incluso hoy, cuando integra el catálogo de HBO Max.

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