Este relato se inicia con Mirabel, una de los integrantes de la familia Madrigal. Aunque cada uno de los integrantes de esta familia recibe, en una ceremonia a los cinco años, un poder sobrehumano, Mirabel Madrigal no tiene ninguno. Mientras los demás Madrigal poseen capacidades especiales como cambiar de forma, contar con fuerza o audición extraordinarias o hablar con los animales, ella no. Lo cual la convierte en alguien muy particular.
La trama se desarrolla en el escenario de las montañas de Colombia, donde la familia Madrigal y la comunidad en la que viven se mantienen alejados del mundo exterior. Los Madrigal habitan una casa mágica ubicada en un lugar que da título a esta 60 producción animada de Disney, Encanto. Inspirada en Colombia, aunque no se trata de una historia colombiana, la película presenta muchos elementos particulares del país que, a la vez, hacen parte de un homenaje a la cultura latinoamericana.
En medio de la ceremonia para otorgarle su don a Antonio, uno de los integrantes más pequeños de la familia, Mirabel, tiene una serie de alucinaciones y ve grietas que van dañando los cimientos de la casa. Cuando advierte a los demás sobre estas visiones, nadie le cree. Por eso decide emprender un viaje para investigar qué está pasando con la magia que los protege y su empresa, acometida sin poderes de ningún tipo, termina por salvar a su familia de una catástrofe.
En Encanto no hay un villano definido, como en otros clásicos del cine de animación. En cambio, la puesta en escena se caracteriza por combinar muchos elementos fantásticos con una buena dosis musical. En total suenan ocho canciones originales creadas por Lin-Manuel Miranda, entre las que se destacan “Colombia, mi encanto” y “Dos oruguitas”, que interpretan Carlos Vives y Sebastián Yatra respectivamente.
El film está lleno de detalles sobre Colombia que brillan a medida que pasan los minutos: por ejemplo la panela, un dulce típico hecho a partir del jarabe no destilado de la caña de azúcar, o una composición del nombre del país formado con letras en los colores de su bandera. Las mariposas amarillas evocan el realismo mágico del escritor Gabriel García Márquez y las palmas de cera podrían transportar al público al Valle de Cocora, donde abunda el árbol nacional de Colombia.
En una escena se ve el acordeón, que aunque es de origen alemán constituye el instrumento principal del vallenato, el género musical del caribe colombiano que ha logrado destacarse a nivel mundial. En otra, Mirabel interpreta en el piano “En Barranquilla me quedo”, canción del cantante Joe Arroyo; los personajes también lucen guayaberas y trajes típicos de Colombia, e incluso se hace un homenaje al sombrero vueltiao, de las sabanas caribeñas.
Hay más guiños: la fauna local como los chigüiros, los tapires, los tucanes y hasta un jaguar (el felino más grande de América) se ve cuando Antonio recibe su don especial. Por unos instantes, cuando mirabel está cantando, aparecen los silleteros de Medellín con sus elaboradas composiciones hechas de flores; en esa misma escena se ve a un par de personajes jugando tejo, un deporte autóctono de los Andres colombianos. Muchos nacidos en ese país se sentirán identificados cuando Mirabel señala a su primo Antonio con la boca, un gesto que representa muy bien las costumbres colombianas.
Dado que la mamá de Mirabel tiene el poder de sanar a través de los elementos con los que cocina, la gastronomía colombiana y latina también están presentes en Encanto. “Una arepita de queso bien caliente puede ser la solución a muchos problemas”, dice el personaje. En la cinta también se ven buñuelos y hasta un ajiaco, conocido por propios y extranjeros.
Por supuesto, la casa es otro personaje dentro de esta historia, y su arquitectura emula a las casas que se ven en la zona cafetera de Colombia y en el centro histórico de Cartagena.
La película también trae un mensaje familiar y muestra de alguna manera la importancia de la historia familiar, el valor de conocer la historia de generación tras generación.
Todos estos aspectos se ven reflejados gracias a un equipo de trabajo de Disney que realizó un viaje de investigación donde pudieron interactuar con especialistas en antropología, botánica, música, lenguaje y arquitectura. Incluso el Fondo Cultural Colombiano participó en este proceso de investigación.
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