Rumbo al infierno (Hellbound) llega desde Corea y está dirigida por Yeon Sang-ho, creador de Train To Busan, aquella película de zombies dentro de un tren donde un hombre intentaba salir con vida junto a su hija. Este año, El juego del calamar inauguró un nuevo auge de las ficciones que llegan desde ese país y ahora nos encontramos con una nueva propuesta. Se trata de una serie de seis episodios, de entre 45 y 55 minutos, que combina el terror con el fanatismo religioso. Todo lleva a pensar que puede ser otro gran éxito coreano, que sale a buscar al público más joven.
El comienzo de esta serie es impactante y deja al espectador con ganas de más. Un grupo de personas (la mayoría jóvenes) está en una cafetería en Seúl cuando un hombre comienza a temblar mientras mira su celular. Inmediatamente, ingresan tres criaturas monstruosas que lo persiguen mientras destruyen todo y lo matan.
Pero atención: estos monstruos no persiguen a todos los seres humanos sino que aparecen con “misiones especiales” para matar a los condenados a través de una quema brutal.
Estos eventos sobrenaturales provocan un gran caos y son el impulso perfecto para que el grupo religioso La Nueva Verdad gane más adeptos. El detective central de esta historia, Jin Kyung Hoon, va a comenzar a investigar este caso y también a las actividades de este grupo.
El foco de la investigación girará en torno del personaje de Jung Jinsu (interpretado por Yoo Ah-in), el líder de esta organización religiosa emergente. Según él, los pecadores serán condenados porque estos eventos representan la voluntad divina para que los humanos sigan el camino justo.
La Lanza es el nombre que toman los seguidores de esta especie de secta, a quienes no les tiembla el pulso para condenar a quienes se desvían del rumbo que consideran divino. Así, viven el infierno en el mismo planeta que habitan.
Por otro lado, la abogada Min Hyejin se enfrentará a este líder diciendo que las demostraciones de la existencia del infierno son sucesos sobrenaturales. Una lucha para que el poder sea recuperado por los humanos.
Los videos por redes sociales no tardan en aparecer, y en estos se puede ver cómo La Lanza tortura a los “pecadores” y los golpea hasta matarlos. “Pidan perdón a Dios”, dicen los miembros de la secta mesiánica.
La serie se acaba de estrenar en Netflix, pero ya tuvo un recorrido interesante en varias exhibiciones internacionales en las que recogió muy buenas críticas. Los tres primeros episodios fueron proyectados en el Festival de Cine Internacional de Toronto, en el de Busan y también en el de Londres.
El periódico South China Morning Post realizó una crítica de estos episodios emitidos: “Posee una estructura narrativa única, pero explicarlo puede arruinar parte de la sorpresa”. Agregó: “Las cuestiones éticas planteadas en la serie son intensas y oportunas y, seguramente, suscitarán un animado debate”.
Como en El juego del calamar, la cuestión económica y la desigualdad de clases en Corea, se reflejan dentro del contexto de esta historia sobrenatural. Más allá de construir un relato de terror, ambas ficciones se meten de lleno en el tema social.
El elenco lo componen Yoo Ah In (de Chicago Typewriter), Park Jung Min, Kim Hyun Joo y Won Jin Ah, entre otros.
El planteamiento de Hellbound resulta impactante y novedoso dentro de las clásicas historias de terror. No es una serie que pasa desapercibida: impacta y llama la atención por la originalidad de su trama.
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