En medio de un clima político marcado por tensiones internas y críticas cruzadas, la presidenta del Senado, Victoria Villarruel enfrenta un desafío significativo: frenar el aumento de las dietas de los senadores, una medida que podría entrar en vigor a mediados de enero.
Según informó a Infobae una alta fuente parlamentaria, Villarruel analiza diversas alternativas para abordar esta situación, buscando una solución que no solo sea efectiva, sino que también logre un consenso entre los distintos bloques parlamentarios.
El incremento de las dietas se vincula con el descongelamiento de los módulos salariales, previsto para enero. Aunque los senadores recibirán en diciembre la denominada “cuota 13″, un medio aguinaldo que podría alcanzar hasta 2,5 millones de pesos, el verdadero impacto del aumento se reflejará en las liquidaciones del próximo mes. En este contexto, Villarruel dispone de tiempo hasta mediados de enero para tomar una decisión, lo que le permite explorar opciones y negociar con los distintos sectores políticos.
Entre las alternativas que evalúa la Vicepresidenta, se destacan tres posibles caminos. La primera opción sería emitir un decreto desde la presidencia de la Cámara para congelar las dietas, una medida que implicaría asumir el costo político de manera directa. La segunda posibilidad contempla que los presidentes de los bloques parlamentarios, o al menos aquellos que representen a 37 senadores como mínimo, presenten una solicitud formal para que Villarruel tome la decisión. Esta vía, aunque diluiría el costo político entre varios actores, podría ser interpretada como una solución a una disputa interna dentro de La Libertad Avanza, el espacio político liderado por el presidente Javier Milei.
La tercera opción, considerada la más compleja, implicaría convocar a una sesión extraordinaria en pleno receso parlamentario para que el recinto decida sobre el congelamiento de las dietas. Según detalló Infobae, esta alternativa enfrenta importantes obstáculos logísticos y políticos, ya que requeriría abrir el recinto y centrar la sesión en un único tema, algo que parece poco probable en el actual escenario.
Mientras tanto, las tensiones dentro del oficialismo no han pasado desapercibidas. Desde la Casa Rosada se ha instado a los legisladores libertarios a criticar públicamente a Villarruel. En este marco, el presidente Javier Milei expresó recientemente su descontento con la situación: “Cuando vos vas a laburar, hacés un acuerdo con tu empleador de cuánto ganás. No como la mierda de los senadores que levantan la manito y se suben la dieta, y se inventan el aguinaldo”. Además, comparó la gestión de Villarruel con la de Martín Menem, presidente de la Cámara de Diputados, quien anunció la devolución de 7.000 millones de pesos al Estado tras implementar recortes en privilegios.
Sin embargo, la titular de la Cámara alta respondió a las críticas a través de sus redes sociales, subrayando las diferencias entre su rol como presidenta del Senado y el de Menem en la Cámara de Diputados. “Para terminar con los comentarios ignorantes, no cobro aguinaldo y mi sueldo está congelado desde el año pasado. No soy senadora, por lo que no decido sobre sus elecciones en el recinto, el cual es diferente en sus reglas a la Cámara de Diputados”, escribió Villarruel, quien además deseó una “Feliz Navidad” en su mensaje.
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Las críticas hacia Villarruel también llegaron desde otros sectores del oficialismo libertario. La diputada Juliana Santillán, en un posteo en la red social X, cuestionó la postura de la Vicepresidenta, afirmando que le “faltan cojones” para enfrentar los privilegios y estar a la altura de las decisiones del gobierno. Santillán acusó a Villarruel de buscar excusas burocráticas en lugar de actuar con firmeza.
En este contexto, las negociaciones y los debates en torno al aumento de las dietas se encuentran en un punto de incertidumbre. Con los senadores distribuidos en sus provincias y el Parlamento en receso, todo indica que no habrá una resolución definitiva hasta mediados de enero. Mientras tanto, Villarruel continúa explorando alternativas y buscando consensos, en un intento por equilibrar las demandas políticas internas y las expectativas de la ciudadanía.
El tema del aumento de las dietas no solo pone en evidencia las tensiones dentro de La Libertad Avanza, sino que también plantea interrogantes sobre la capacidad de los líderes políticos para tomar decisiones que respondan a las demandas sociales en un contexto de creciente descontento con los privilegios de la clase política.