El anuncio del desdoblamiento de las elecciones en la ciudad de Buenos Aires y la suspensión de las PASO que deberá discutir la Legislatura porteña en sesiones extraordinarias no sorprendió a nadie en la política, pero precipitó reacciones previsibles en la Casa Rosada y en el entorno de los primos Jorge y Mauricio Macri. La conferencia de prensa en la sede de Uspallata del jefe de gobierno fue el final de varias semanas de intrigas, recelos cruzados y la confirmación de un desafío al planteo que hizo el presidente Javier Milei el fin de semana pasado de “vamos juntos en todos lados o vamos separados; trampas al electorado, no”.
Para la Casa Rosada, la aplicación de esa regla suponía que el PRO no iba a separar las elecciones y que las primarias, en vez de suspenderse, directamente se iban a eliminar en la ciudad de Buenos Aires. Así se lo hicieron saber a los Macri tanto Karina Milei como Santiago Caputo en los correveidiles de las últimas semanas. Ya antes de la Navidad, ambas partes se resignaron a enfrentar un desacuerdo que posiciona a La Libertad Avanza y al PRO más lejos ahora que antes de algún entendimiento para el 2025.
Javier y Karina Milei habían recibido la noche del jueves a los ministros en la Quinta de Olivos sabiendo al detalle lo que se iban a anunciar al día siguiente. Desde la semana anterior se había intentado convencer a Mauricio y Jorge Macri sobre la inconveniencia de separar las elecciones locales de las nacionales. Para el Gobierno había una contradicción de promover la suspensión de las PASO con el objetivo de ahorrar dinero y molestias a los vecinos y al mismo tiempo obligar a los porteños a votar dos veces. Para el PRO, había un argumento de orden político: si no separaban las elecciones, el partido que gobierna la Ciudad de Buenos Aires desde 2007 podía ser arrastrado por la lógica nacional, con la imposición de las listas digitadas por la Casa Rosada, o ir solos y correr el riesgo de terminar segundos o, incluso, detrás del kirchnerismo.
“Se están replegando en la ciudad de Buenos Aires. Quieren blindarse en la Legislatura, garantizarse la gobernabilidad y están dispuestos a quedar terceros en las elecciones nacionales, cuando se eligen diputados y senadores. Evidentemente, no quieren un acuerdo y lo que hicieron es mostrar debilidad”, explicaban en el oficialismo nacional. ¿Qué fue lo que “hicieron” y quiénes?
Jorge Macri, en sintonía con el presidente del PRO, anunció en conferencia de prensa que se votará el 6 de julio y que se enviará a la Legislatura porteña un proyecto de ley para suspender las PASO: “Queremos discutir nuestra propia agenda local. Vamos a implementar un conjunto de reformas que incluyen cambios electorales, así como también la reducción de la carga tributaria, una reforma institucional con cambios administrativos y de gestión, y la profundización de la autonomía de la Ciudad”. A los pocos minutos, un comunicado firmado por La Libertad Avanza de CABA puso blanco sobre negro la posición del partido que lidera Karina Milei: “El Gobierno de la Ciudad no entiende las prioridades de los porteños. Tal vez porque muchos de ellos, incluido el Jefe de Gobierno, no lo son”.
Se trató de una crítica personal después de un fuerte cuestionamiento político: “Un desdoblamiento implica gastar 38 millones de dólares que salen de nuestros impuestos. Con esa plata -en una ciudad donde se escapan los presos- el Gobierno de la Ciudad podría financiar, por ejemplo, una cárcel para más de 500 delincuentes para darle mayor seguridad a los vecinos”.
No fue la única reacción al anuncio de Jorge Macri. El diputado Ramiro Marra, que tiene fuerte presencia y es una voz con identidad propia advirtió: “Estoy a favor de eliminar las PASO y en contra del desdoblamiento electoral para la elección de medio término. La discrecionalidad que hoy tiene el Código Electoral para el Poder Ejecutivo no es algo correcto y genera debates innecesarios en todas las elecciones. Es fundamental la autonomía de la Ciudad, pero las reglas no deben modificarse estando tan pronto al acto electoral. Por todo esto estoy presentando un proyecto de Ley para que la fecha de la elección esté predeterminada y solo pueda ser cambiada por la Legislatura. Ante un problema, una solución”.
Pero también, uno de los fundadores de LLA, puso un matiz que en la pelea a cielo abierto entre la Casa Rosada y los Macri quedó en segundo plano: “Agradezco al PRO su apoyo a nivel nacional, especialmente el haber dado gobernabilidad desde el Congreso para poder aprobar las grandes reformas que impulsa el gobierno nacional. He seguido esa misma línea a nivel distrital, al ser una oposición constructiva, tal como me lo solicitó el presidente”. Esa sutileza política es un reconocimiento de los riesgos que puede implicar una ruptura definitiva.
Son arrugas en el plano político que quedan invisibilizadas por la distancia y la discusión con un aliado que se vuelve cada vez más incómodo. Más allá del recrudecimiento de las tensiones, hay una voluntad por no dar por cerrado de manera definitiva el diálogo. “Siempre y cuando estén dispuestos a negociar desde las evidentes posiciones en las que está cada uno, hay tiempo para volver a hablar”, confiaban en diálogo con Infobae calificadas fuentes cercanas al gobierno de Javier Milei.
Junto a Karina Milei, Santiago Caputo -dos de las tres partes del “triángulo de hierro”- venía redoblando la presión sobre el macrismo. La relación del asesor principal con el ex presidente a veces es tirante y otras decididamente pésima, pero los intercambios de chats no se interrumpieron. Hasta ahora no está previsto un encuentro entre ambos, sobre todo porque el estratega no piensa dejar Buenos Aires en el verano ni viajar a Cumelén, el paraíso patagónico donde pasa el verano el titular del PRO.
La UCR y las extraordinarias
El proyecto que anunció Jorge Macri de suspender las PASO deberá pasar el filtro de la Legislatura porteña, donde el PRO es primera minoría, pero tiene disidencias internas y la oposición de un sector de LLA, la UCR, la izquierda y el kirchnerismo. En las últimas horas, hubo una definición de enorme significación política, sobre todo por el momento. El presidente del radicalismo porteño, Martín Ocampo, manifestó: “La UCR defiende la autonomía de la ciudad, por eso propiciamos que los vecinos puedan decidir sobre cuestiones porteñas, siempre en elecciones separadas de la nacional”. La clave de esa definición es la palabra “siempre”, ya que el radicalismo impulsa que el jefe de Gobierno esté obligado a que los comicios locales estén desenganchados de la discusión local.
Hay en esa definición una vía posible de negociación con La Libertad, ya que todavía el proyecto de suspensión de las PASO ni siquiera se presentó ni hay siquiera un borrador. “Está la posibilidad de que se eliminen las PASO, de que se suspendan por única vez, de que se vote separado o que incluso en vez de votar el 6 de julio se vote en mayo, que es una posibilidad. Todo está arriba de la mesa, hay que elegir el menú que tenga más consenso”, explicó en diálogo con Infobae un portavoz clave de la política.
En los laboratorios políticos de la ciudad de Buenos Aires hay advertencias de que en julio ya van a estar definidas tanto las alianzas como las listas, con lo cual la discusión nacional va a “contaminar”, indefectiblemente, el debate porteño. “Salvo a las grandes coaliciones, como LLA y el kirchnerismo, a los demás partidos y coaliciones no les sirven las PASO, porque terminan siendo víctimas del voto útil”, dejaron trascender las mismas fuentes, que arriesgaron que las iniciativas enviadas por Macri tendrá el apoyo necesario para su sanción.