El Gobierno redobló sus esfuerzos para tratar de que los aumentos salariales del primer bimestre de 2025 acompañen la baja inflacionaria prevista. “Nada por encima del 1%” es la consigna del Ministerio de Economía, con el fantasma de la no homologación de los acuerdos como telón de fondo. La pauta salarial de Luis Caputo mantiene trabadas las negociaciones del Sindicato de Camioneros para el trimestre diciembre-febrero y dejó sin homologar el incremento del 11,4% firmado por la Federación de Trabajadores de la Sanidad (FATSA) para el período octubre-diciembre, que se pagó igual en la mayoría de las empresas, pero ahora buscan reformular.
De todas formas, la pauta oficial se cruza con otra directiva que respeta a rajatabla el secretario de Trabajo, Julio Cordero: que los aumentos pactados en las paritarias no se trasladen a los precios. “Con Camioneros el tema es que las cámaras tienen que tomar conciencia de que se deben cuidar los precios y por eso se pide tanta responsabilidad”, dijo a Infobae una fuente gubernamental.
La última oferta empresarial al gremio de Hugo Moyano consistió en un aumento del 8% para el trimestre diciembre-febrero en tres tramos (3%, 2,5% y 2,5%), más un bono de $600 mil y un aporte extraordinario para la obra social. Ahora, bajo el paraguas de la conciliación obligatoria, Trabajo mantiene conversaciones informales con las cámaras para adaptar la propuesta a la pauta oficial.
El otro caso que preocupa a la CGT es el de FATSA, que lidera Héctor Daer. En octubre firmó con los empresarios un aumento del 11,4% en tres tramos (4%, 3,8% y 3,6%) sobre los sueldos básicos vigentes a septiembre y los trabajadores ya comenzaron a cobrarlo en la mayoría de las empresas del sector, pero Trabajo no homologó el acuerdo: “Estamos viendo si se puede reformular”, admitió la fuente oficial. “Hay que analizar las negociaciones una por una, por el cuidado del orden público y el interés general -agregó el funcionario consultado-. Lo más importante es romper la inercia de aumento y traslado a precios porque no le sirve a los trabajadores”.
Otros aumentos recientes fueron, entre otros, los de Comercio (un 5% en dos tramos de 2,5% para noviembre y diciembre), SMATA (12,88% para el período octubre-diciembre), Alimentación (14,08% para octubre-diciembre en tres cuotas de 3,4%, 3,1% y 2,9%), UOCRA (12,48% para octubre–diciembre en tres cuotas de 4%) y Gastronómicos (16% para diciembre-febrero 2025 en tres tramos de 5%, 5% y 6%).
De todas formas, los últimos acuerdos salariales muestran un disímil rango de porcentajes de mejora. “La dispersión se transformó en los últimos años en la regla general y se llevó al extremo en 2024″, sostuvo Luis Campos, investigador del Instituto de Estudios y Formación de la CTA Autónoma, en un artículo en el que evalúa las paritarias de este año.
Según datos del Ministerio de Trabajo, la variación real del salario conformado de convenio en el período noviembre 2023-octubre 2024 delineó un ranking de sindicatos que pudieron hacerle frente a la inflación: lo encabeza Gastronómicos, de Luis Barrionuevo, con el 23%, y le siguen Aceiteros y Seguridad, con el 18%; Calzado y Gráficos, 15%; Entidades deportivas y civiles, 14%; Maestranza, 5%; Carne y Madera, 4%; Plásticos, Camioneros, Farmacia y Metalúrgicos, 3%, y Químicos, 1%.
En el informe de la Secretaría que conduce Cordero se hace hincapié en que “en octubre de 2024, tanto el salario medio del empleo registrado en empresas privadas como el promedio de los salarios de los principales convenios colectivos de trabajo del sector privado crecieron en términos reales con respecto al mes anterior” y resalta: “Un aspecto particularmente relevante es que en octubre el salario medio real del empleo registrado consiguió superar el nivel verificado previo a la devaluación de diciembre de 2024, convirtiendo al período comprendido entre enero y octubre de 2024 en el proceso de recuperación más rápida del salario real de las últimas cuatro devaluaciones verificadas en la Argentina”.
De acuerdo con Trabajo, “del conjunto de convenios colectivos evaluados, la mayoría acordó aumentos salariales que permitieron compensar o superar la inflación observada durante los primeros 10 meses del presente año”. “En efecto -resalta-, entre enero y octubre, 25 de los 27 convenios colectivos de trabajo analizados definieron incrementos salariales que lograron compensar o superar la variación del nivel de precios verificada durante el período, aunque no todos lograron superar el nivel de noviembre de 2023″.
Por su parte, sobre la base de datos propios y oficiales, Campos elaboró un cuadro de la variación nominal y real del salario de convenio entre noviembre 2023 y noviembre 2024, que lo encabeza el gremio de entidades civiles y deportivas (UTEDYC), con el 16,6% de mejora real; le sigue Estaciones de servicio y Químicos, con el 16,2%; Gráficos, 16,1%; Aceiteros, 15,6%; Carga y descarga, 8,6%; Maestranza, 6,1%; Alimentación, 3,5%; Camioneros, 3,4%; Mecánica, 1,2%; Cuero, 0,9% y Metalúrgica, 0,4% (con discusiones salariales pendientes de octubre y/o noviembre).
El investigador de la CTA Autónoma destacó que al principio del gobierno de Javier Milei “la devaluación de diciembre y el salto inflacionario de ese mes provocaron una fuerte caída del salario real”, aunque en el sector privado hubo, “en su mayoría, una reacción relativamente rápida frente al retroceso salarial, mientras que quienes trabajaban en el sector público experimentaron un retroceso mucho mayor: entre diciembre de 2023 y enero de 2024 el salario real promedio en el sector privado registrado cayó un 12%, mientras que en el sector público lo hizo un 22%”.
A continuación, indicó Campos, “el salario en el primer trimestre fue acompañando a la inflación, aunque en niveles mucho más bajos, y la historia volvió a ser distinta a partir del segundo trimestre, cuando el salario promedio en el sector privado comenzó a recuperar posiciones hasta casi equiparar en septiembre la situación previa a la devaluación, mientras que en el sector público ese crecimiento fue mucho más leve, perceptible únicamente en la frialdad de una planilla de cálculos”.
Aseguró que en el sector público “no parece haber habido muchas diferencias” ya que “distintas jurisdicciones y ámbitos del Estado tuvieron resultados similares: la caída salarial fue la regla en todos los casos, que se sumó al retroceso que ya venían experimentando en los años anteriores”.
Por el contrario, añadió el investigador de la CTA Autónoma, dentro del sector privado registrado la apertura por actividades muestra resultados muy divergentes” que confirman el escenario de dispersión: “Mientras algunos sectores tuvieron incrementos importantes en términos reales en sus salarios de convenio, otros se mantuvieron en línea con la inflación y algunos (entre ellos los más importantes por la cantidad de trabajadores comprendidos) experimentaron caídas relativamente importantes (aunque no tan profundas como las del sector público)”.
Campos consideró que “este fenómeno no es nuevo, pero posiblemente estemos frente al año de mayor disparidad sectorial dentro de las paritarias del sector privado registrado” y concluyó: “Tanto en su frecuencia como en su magnitud, la inexistencia de una pauta o de patrones relativamente homogéneos fue la regla durante el año 2024″.
Para 2025, finalizó este experto, “el escenario genera desafíos muy importantes” ya que “posiblemente esta gran dispersión de los acuerdos salariales haya sido posible por un escenario macroeconómico muy particular” y “si el futuro nos depara niveles inflacionarios más bajos, con cierta estabilidad de precios sostenida en el tiempo, las sutilezas de la negociación volverán a ser la clave”. “Ello no quiere decir que vayamos a dar por terminada la etapa de las diferencias sectoriales -enfatizó-, pero posiblemente ellas se redirijan a las discusiones sobre el impacto en la actividad y el empleo de la nueva normalidad”.