El bloque de diputados de Unión por la Patria (UP) quedó en estado de alerta. La salida del santafesino Roberto Mirabella, que se despidió con duras críticas a la conducción de Germán Martínez en la Cámara de Diputados y de Cristina Kirchner en el PJ Nacional, no generó sorpresa en las filas peronistas. La mayoría de sus compañeros sabían que adoptaría una estrategia de diferenciación de cara al año que viene.
La política provincial y las internas del pasado florecieron en el portazo del hombre de confianza del ex gobernador Omar Perotti. “Nos piden unidad los mismos que en el 2021 nos hicieron la interna”, se quejaron en la línea del peronismo santafesino donde conviven el ex mandatario y Mirabella. La referencia es a Agustín Rossi, que en su momento decidió jugar las PASO, pese al pedido de Alberto Fernández de no hacerlo, y que en la actualidad tiene en sus planes volver a competir por una banca en la Cámara baja.
La salida del diputado santafesino podría ser la primera de algunas que están pendientes y que no se ejecutan por responsabilidad política. “No me voy porque no quiere generar una fractura ahora. Pero ya es imposible la convivencia en el bloque”, sostuvo un legislador que tiene armadas las valijas pero aún no se anima salir del bloque.
Diputados de diferentes líneas internas reconocen que podrían ocurrir nuevas deserciones en el corto plazo. Los motivos del enojo son varios. Entre los que más se destacan están la falta de tratamiento de una agenda federal, la participación en las decisiones finales y la falta de comunicación interna. Todos los treproches van directos al kikrchnerismo y el camporismo.
“Para el carnaval puede haber una estampida”, reconoció una diputada peronista, haciendo referencia a febrero, como el mes en el que podría haber una salida más grande de legisladores. Algunos hablan de armar bloques nuevos y correrse del esquema de UP. Otros piensa en armar otros bloques pero permanecer unidos en un interbloque. Cualquiera de las dos opciones van a marcar una fractura.
Entre los nombres apuntados aparecen diputados de Jujuy, Chubut, Mendoza, Neuquén y Chaco que no responden a ningún gobernador, más los legisladores catamarqueños, que se mueven bajo la órbita del gobernador Raúl Jalil.
A esa lista podrían sumarse algunos nombres del peronismo bonaerense, en el caso de que exista una fractura expuesta en la relación entre Cristina Kirchner y Axel Kicillof. Los riojanos que responden al gobernador Ricardo Quintela miran de reojo la salida, pero prometen dar la discusión puertas adentro.
“La tradición indica que los monobloques son funcionales al oficialismo, porque tienen mucho margen para ausentarse o jugar con el quórum; el monobloque de Mirabella va a ser funcional a Milei”, explicó un diputado del centro del país a Infobae. Miradas distintas sobre la salida del santafesino, que dejó entreabierta la puerta, a la que varios miran de costado.
Ante las múltiples consultas de este medio, varios miembros del bloque coincidieron en que la salida de Mirabella estuvo motivada principalmente por la disputa interna del peronismo de Santa Fe, que tiene como protagonistas a Perotti y a Rossi, jefe político del presidente del bloque, Germán Martínez, entre otros actores del peronismo de Santa Fe.
“Mirabella dice que el bloque tenía una agenda del conurbano pero no hubo un proyecto puntual donde no se tuvo en cuenta la posición de Santa Fe”, analizó otro diputado. Sin embargo, el mismo legislador coincidió en una de las críticas del santafesino: algunos sectores están “sobrerrepresentados” a la hora de definir los posicionamientos, en referencia al camporismo.
“La gente está harta de las peleas e internas del peronismo. Después nos preguntamos por qué ganó Milei. Fue por las inconsistencias del espacio político”, reflexionó otro diputado con largo recorrido justicialista. Distintos enfoques sobre la última salida peronista y pedidos de una autocrítica más profunda que la hecha hasta ahora.
Cerca de la conducción del bloque insisten en que a lo largo del año se hizo mucho esfuerzo por mantener la unidad y contemplar las necesidades específicas de algunas provincias. Es decir, que hubo una intención de contener en la diversidad y estirar los márgenes de convivencia interna.
“Los diputados de Catamarca votaron el RIGI y fuimos flexibles; el gobernador Ziliotto firmó con Caputo un acuerdo de compensación de la deuda de La Pampa y nadie le dijo nada; el santiagueño Gerardo Zamora firmó el Pacto de Mayo y no se echó a nadie”, enumeraron.
Más allá de los resquemores, una importante cantidad de diputados dentro del bloque peronista confía en que van a poder seguir “metabolizando” las diferencias, sin llegar a nuevas rupturas. Aceptan la tirantez de los vínculos, los reproches inagotables y las diferencias de criterio. Pero, aún así, no creen que todo vaya a volar por los aires en un plazo breve.
Esa mirada positiva está matizada por la proyección sobre lo que podría generar el tratamiento de algunos temas puntuales. Uno de los puntos centrales es la posibilidad de que se eliminen las PASO y los trascendidos sobre un acuerdo entre el Gobierno y el kirchnerismo para compartir el plan de acción.
En algunas provincias donde el Partido Justicialista (PJ) no gobierna, como sucede en Santa Fe, Mendoza o San Juan creen que será difícil llegar a un acuerdo amplio. Entonces las primarias se convierten en un canal de salida para las conflictivas internas. “Hay dos opciones: PASO o varias listas separadas”, sostienen aquellos que quieren conservar en pie el sistema de votación.
Además, hay muchos diputados que no ven bien la posibilidad de que el peronismo termine votando junto con los libertarios. “Las PASO pueden ser un detonante, si el bloque lo maneja mal y si lo plantean como un tema de obediencia debida. Muchos estaríamos muy incómodos con votar con La Libertad Avanza”, explicó un legislador bonaerense.
La pelea entre CFK y el gobernador bonaerense también podría tener su correlato en el bloque de la Cámara baja. “Si La Cámpora lo deja sin Presupuesto a Axel en la Legislatura provincial, el malestar puede escalar y en el bloque van a tener que ser muy cuidadosos con cada paso que den”, advirtió un diputado que juega en la interna para el gobernador. Ese escenario sería demasiado conflictivo para el cierre de año peronista. Pero entre tanto ruido, nadie lo descarta.
A la hora de las votaciones, el bloque ya dejó expuestas sus fisuras en más de una oportunidad. Desde la aprobación del RIGI y el Pacto Fiscal, al fallido intento de rechazar el DNU 846 que le permite al ministro de Economía, Luis Caputo, renegociar la deuda sin pasar por el Congreso: “Esa vez faltaron los catamarqueños pero ni los contábamos, nos cagaron los dos santiagueños que jugaron callados”, rememoró un diputado de extensa trayectoria.
En aquella oportunidad no se llegó al quórum por la ausencia de los cuatro legisladores catamarqueños que responden al gobernador Raúl Jalil, dos santiagueños que reportan a Gerardo Zamora, la neuquina Tanya Bertoldi y los mendocinos Adolfo Bermejo y Liliana Paponet. Cada cual atendió su juego.
“El bloque no viene bien, está monopolizado por un sector y que Germán Martínez haya aceptado ir de vice de CFK en el PJ, no ayuda”, indicó un legislador que acumula masa crítica dentro del bloque y que tiene un particular encono con La Cámpora. Y agregó: “Ni siquiera pudimos hacer una reunión para despedir el año. Hubo un encuentro con muchos diputados pero no estaba la conducción. Ellos dieron por cerrado el año el día que reeligieron a Menem como presidente de Diputados”.
La crítica a Martínez es extensiva al presidente del bloque de senadores, José Mayans. Algunos legisladores entienden que al estar ambos en las vicepresidencias del PJ, lo que hicieron fue dar una señal de cierre sobre la figura de CFK, en vez de un gesto de apertura en un momento de mucha tensión interna.
Las tensiones suben y bajan su intensidad de acuerdo a los temas que se tratan y al contexto político en el que se dan. El año electoral está a punto de comenzar y cada legislador juega su partido en las provincias y detrás de sus referentes políticos. Indefectiblemente los intereses se cruzarán.
Martínez, junto a Cecilia Moreau y Paula Penacca, tendrán la difícil tarea de calmar enojos, escuchar reproches y convencer a los desencantados. Y lo deberán hacer en un clima hostil dentro del peronismo, cruzado por facturas viejas y oportunidades nuevas. Mantener la unidad siempre es el gran desafío. Por más difícil que sea.