En 2025, los porteños probablemente tendrán que votar en dos fechas distintas. Si no hay un abrupto cambio de planes o una negociación entre el PRO y La Libertad Avanza, el jefe de Gobierno porteño, Jorge Macri, se dispone a anunciar mañana viernes un nuevo esquema electoral.
El primo de Mauricio Macri busca un diseño electoral que le permita retener el mayor número de legisladores del PRO en la Legislatura de CABA, o al menos, perder la menor cantidad de escaños ante la consolidación del gobierno de Javier Milei, que se muestra competitivo frente a los comicios legislativos de 2025.
El alcalde porteño tiene previsto avanzar un cronograma de “desdoblamiento” electoral. Se trata de una utilizada técnica de ingeniería electoral, que implica separar los comicios locales de la elección de los cargos nacionales.
Así, por un lado, se elegirían de manera anticipada los 30 miembros que ingresarán en la Legislatura porteña a partir de diciembre del próximo año. De configurarse esta modalidad no simultánea, se adelantará la concurrencia a las urnas en el mes de junio con la boleta única electrónica (BUE), que es el sistema de votación que rige en la Capital. Mientras que, en otro día de agosto - si se mantienen las Primarias Abiertas Simultáneas Obligatorias (PASO)- u octubre, se definirían los 13 diputados nacionales y los 3 senadores que responden a CABA.
¿Por qué Jorge Macri evalúa avanzar en este tipo de calendario? La experiencia política y la investigación especializada de la Ciencia Política indica que “desdoblar” permite realizar campañas focalizadas en agendas y temas específicos del distrito, desligándolas de la discusión nacional. Y, además, evita el "efecto arrastre" de los candidatos más competitivos de las principales categorías, para el resto de los cargos que se ponen en juego.
Según evalúan desde el entorno del presidente Javier Milei, detrás de la intención de Jorge Macri existe un temor de perder el bastión de la Ciudad por su “mala gestión”. Los libertarios quieren lograr un buen resultado en 2025 para ganarle el distrito al PRO en 2027.
Ahora bien, un rediseño del calendario electoral y del sistema de votación impediría que los potenciales candidatos de La Libertad Avanza (LLA) en CABA (se habla desde el vocero Manuel Adorni hasta la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich), favorezcan a la elección de figuras propias de LLA de menor conocimiento, para que resulten electas en los cargos de legisladores nacionales y de diputados porteños.
Las elecciones nacionales de 2023 son ilustrativas de la influencia que puede tener un desdoblamiento electoral. Por la potencia de su candidatura nacional, Javier Milei superó el 30% de los votos en todo el país, y de esa manera, consiguió capturar el voto hacia el resto de las categorías, obteniendo en 38 diputados nacionales y 7 senadores. De esa manera, dirigentes ignotos o de terceras líneas partidarias que iban en la boleta violeta pudieron ingresar en el Congreso.
El resultado favorable a nivel nacional para LLA contrasta con el resto de las elecciones a gobernador que se desdoblaron. En los cargos electivos de las provincias, los libertarios obtuvieron una magra cosecha electoral, sin victorias o un caudal de votos relevantes. En los mejores casos, consiguieron un tercer o cuarto lugar en la competencia.
En cualquier caso, el "efecto arrastre" tendrá una influencia menor a partir de 2025, ya que se votará en todo el país con la Boleta Única Papel (BUP). A diferencia de lo que ocurre en el sistema de boleta partidaria tradicional, cada elector podrá marcar individualmente qué candidato prefiere en cada categoría. La nómina exhibirá los nombres de los primeros cinco candidatos a diputados de cada fuerza política.
Para los libertarios, el intento por adelantar las elecciones en CABA es un síntoma de debilidad del PRO, ya que Javier Milei y los suyos traccionan a gran parte del electorado anti peronista y anti kirchnerista. Por eso, a menos que Milei apure un acuerdo con Mauricio Macri, lo esperable es que mantengan una postura más confrontativa que aliada a la gestión del alcalde porteño. Mientras tanto, los libertarios siguen apostando al “mercado de pases” y quitarle al PRO algunos de sus dirigentes y, en paralelo, sumar la mayor cantidad de legisladores en las elecciones intermedias.
Los cargos que se ponen en juego en la Ciudad de Buenos Aires
En 2025, la totalidad de las provincias y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires renuevan bancas para la Cámara de Diputados, mientras que ocho distritos que ponen en juego las 3 bancas de representantes del Senado: CABA, Chaco, Entre Ríos, Neuquén, Río Negro, Salta, Santiago del Estero y Tierra del Fuego.
En cada distrito, los cargos para diputados nacionales duran cuatro años, y se distribuyen en función del sistema de proporcionalidad D’Hondt. En la distribución de los puestos electivos, quedan excluidas aquellas agrupaciones o alianzas que obtengan menos del 3% del padrón del distrito.
En el Senado, los parlamentarios tienen un mandato de seis años. Las dos bancas se reparten a la fuerza que obtiene la mayor cantidad de votos, mientras que la restante le corresponde a la segunda fuerza política.
Para la elección de 2025, la correlación de fuerzas políticas se modificó en relación con las últimas legislativas de 2021, los últimos comicios de este tipo que son comparables. En aquel momento, Juntos por el Cambio se impuso por casi la mitad de los votos afirmativos en CABA, y LLA fue la sorpresa con el tercer lugar, cuando obtuvo el 16,7% de los votos, por detrás del entonces Frente de Todos (24,5%).
Los tres senadores de CABA que se les vence el mandato en 2025, y buscarán renovar su lugar en el parlamento, tienen una relación conflictiva y de oposición a Javier Milei: son Martín Lousteau (UCR- Evolución), Guadalupe Tagliaferri (PRO) y Mariano Recalde (UP). En el nuevo escenario, el Gobierno tiene claras posibilidades de quedarse con las dos bancas por la mayoría, o al menos con una de ellas.
De los 13 diputados nacionales, Juntos por el Cambio renovará 7 bancas, Unión por la Patria, 3 legisladores; y La Libertad Avanza (LLA), 2 escaños. El Frente de Izquierda y de los Trabajadores (FIT-U) pondrá en juego una banca.
Del listado de los legisladores que están en condiciones de perder su lugar este año e intentarán conservarlo, figuran Leandro Santoro y Carlos Heller (UP), Ricardo López Murphy (Encuentro Federal), Fernando Iglesias y Sabrina Ajmechet (PRO), Carla Carrizo (UCR-Evolución), entre otros. La base electoral de piso del peronismo porteño oscila entre el 20 y 25 por ciento de los votos. Se espera que ingrese al menos dos representantes. Menos claro es el panorama del PRO y de UCR-Evolución, donde la alianza electoral seguramente ya no será la misma para el corriente calendario.
En lo que respecta a la Legislatura porteña, se definirá la mayoría afín al PRO que tiene Jorge Macri. Se renovarán 30 bancas, la mitad del cuerpo. La disputa es clave porque el jefe de Gobierno porteño tuvo serias dificultades en las votaciones de 2024. Con el Presupuesto 2025, tuvo que negociar aspectos relevantes de la arquitectura de ingresos con LLA para conseguir su definitiva aprobación.
El oficialismo alineado con el jefe de Gobierno porteño pone en juego 15 bancas en la Legislatura porteña, mientras que la oposición de UP tendrá que renovar 8 lugares. Los libertarios renuevan 5 escaños, mientras que la izquierda del FIT-U tratará de retener sus 2 bancas. Algunos de los legisladores que se les vence el mandato son Ramiro Marra (LLA), Juan Manuel Valdés (UP), Juan Pablo Arenaza (PRO, del sector de Patricia Bullrich), Emmanuel Ferrario (PRO, del sector de Horacio Rodríguez Larreta), Hernán Reyes (CC-ARI), Yamil Santoro (Republicanos Unidos) y Gabriel Solano (FIT-U), entre otros.