La crisis institucional que vive PRO Córdoba comienza a subir de tono. La intervención que dictó el presidente del partido, Mauricio Macri, de manera inconsulta con las autoridades provinciales está provocando un quiebre en la estructura del partido amarillo en el segundo distrito electoral del país, con acusaciones de centralismo y desavenencias políticas que amenazan con debilitar la estructura del partido.
La decisión fue calificada como sorpresiva y provocó una reacción inmediata entre las autoridades locales, quienes cuestionan tanto el procedimiento como las motivaciones detrás de esta medida.
El presidente del PRO Córdoba, el diputado Oscar Agost Carreño, fue duro con Macri porque consideró que su accionar debilita al partido. “Tuve reuniones privadas con Macri y nunca dijo nada respecto de mi presencia en otro bloque -forma parte de Encuentro Federal- , pero decidió hacer públicas esas desavenencias en la Bolsa de Córdoba donde yo estaba. Lo que hay que entender es que no toma esta decisión contra un dirigente, sino contra 250 autoridades provinciales que ahora van a tener que decidir si siguen militando en PRO, se van de la política o se unen a La Libertad Avanza. Lo importante es que Milei le está comiendo el partido a Mauricio, nos lo está comiendo a todos nosotros”.
Para Agost Carreño, la intervención es un intento de “centralizar el control del partido desde Buenos Aires”, dejando de lado la autonomía de los afiliados cordobeses. “Se designó como interventora a Laura Alonso, una funcionaria porteña, y esta decisión busca que el cierre de listas y las alianzas en la provincia sean determinadas por la dirigencia nacional, en lugar de los afiliados locales”.
En una entrevista al programa Ahora Dicen (Futuröck), el diputado que acaba de regresar de un viaje a China le apuntó fuerte al ex Presidente al señalar que Macri debería “estar armando un partido grande, que vuelva a enamorar. Ahora, si por el contrario se pone a buscar pureza racial mientras Milei le está comiendo el partido, vamos a terminar siendo la Ucedé de (la época de Carlos) Menem”, en relación al partido de Álvaro Alsogaray que fue absorbido por el menemismo.
Respecto al término de “pureza racial”, el diputado cordobés dijo que lo que parece buscar es que “Mauricio diga algo desde Buenos Aires y el resto lo acate. Así nació el partido, pero creció y se hizo federal y fue lo que nos permitió ganar, ahora parece que buscan un amarillo cada vez más oscuro”.
A la hora de señalar a uno de los responsables que empujó la intervención, Agost Carreño no dudó en nombrar a Guillermo Dietrich. Según el legislador cordobés, el ex ministro de Macri tiene una fuerte ligazón “con un grupo de empresarios” que quieren tomar el control del partido en la provincia. “Nosotros llamamos a las elecciones internas y ellos, en vez de competir, intervienen el partido. Decidieron hacer la intervención cerca de la feria judicial para que no haya espacio legal para discutirla y cerca del cierre de las listas y de las alianzas”, explicó el diputado.
La intervención se produjo más de un año después de que el dirigente local se integrara a otro bloque político, lo que refuerza la percepción en los afiliados mediterráneos de que la medida responde a cuestiones políticas y no administrativas. Además, según Agost Carreño, el partido en Córdoba cuenta con balances al día y un funcionamiento interno en orden, lo que contrasta con los requisitos establecidos en la carta orgánica del PRO nacional para justificar una intervención.
En respuesta a la intervención, las autoridades locales han presentado una acción judicial para que se acredite la inexistencia de irregularidades que justifiquen esta decisión. Según consignó PRO Córdoba el objetivo de esta acción es “defender la autonomía de los afiliados cordobeses y garantizar que sean ellos quienes decidan sobre los candidatos y las alianzas en la provincia, sin injerencias externas”.