Kicillof intenta afirmarse como líder opositor y crecen las dudas sobre hasta dónde tensará el vínculo con CFK

Sobre el final del año, el Gobernador intenta ganar centralidad y remarcar la idea de que quiere encarnar la renovación del peronismo

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La relación entre Kicillof y
La relación entre Kicillof y CFK sigue siendo fría y distante

“Tengo la obligación de ponerme al hombro la construcción de un frente político que sea una alternativa para el futuro”. Axel Kicillof fue claro y terminante. Sin medias tintas. El que se tiene que poner al frente de un nuevo armado anti Milie es él, no Cristina Kirchner.

Claro está que no lo dijo con esa contundencia. No hace falta que sea tan explícito para dejar en claro lo que su propio armado político milita y le pide. Que sea él, en su rol de gobernador de la provincia de Buenos Aires y de figura con apoyo popular, el que encarne la renovación del espacio político.

Sobre el final del año, y después de atravesar meses muy tormentosos en la convivencia con la ex presidenta y La Cámpora, el Gobernador intenta instalarse como el principal líder opositor. Aprovecha el silencio momentáneo de CFK, que está instalada en El Calafate, dispuesta a pasar la Navidad con su familia.

“Está prohibido bajar los brazos y pensar que esto que pasa en la Argentina, va a durar para siempre”, sostuvo Kicillof en La Plata durante el fin de semana, donde organizó una mateada en Plaza Malvinas, rememorando lo que fue su campaña a gobernador en el 2019.

El gobernador bonaerense se muestra
El gobernador bonaerense se muestra como la cara de la renovación del peronismo

Para el economista no es desconocido el ejercicio de hablar en reuniones más pequeñas, en plazas o anfiteatros. Cuando Mauricio Macri llegó a la Casa Rosada, el entonces ex ministro de Economía de CFK esperó unos pocos meses y se volcó a las calles.

En ese entonces decía lo mismo que dice ahora, pero con un cambio de época en el contexto. Cuestionaba las medidas económicas del gobierno de Cambiemos, resaltaba las bondades de la gestión kirchnerista y prometía ser uno de los que ilumine la salida al proceso político macrista.

La diferencia sustancial con ese tiempo es su relación con Cristina Kirchner, con la que no se habla ni parece tener planes en conjunto. “No hay alternativa. La única oferta es Axel”, aseguró un dirigente cercano al Gobernador, que trabaja para que el armado político que lo contiene pueda crecer.

La definición marca el clima de época y lo que piensan puertas adentro del grupo político de Kicillof. El proyecto futuro es con el gobernador bonaerense a la cabeza, porque solo su imagen es la que puede proponer algo nuevo, de cara al electorado. CFK ya tiene el desgaste natural de estar 20 años en el poder real de la Argentina.

La ex presidenta bajó el
La ex presidenta bajó el perfil en el final del año y se refugió en El Calafate

“Si las composiciones van a seguir siendo las mismas que nos trajeron a Milei, estamos listos. Axel es la expresión de renovación del peronismo. Es un sobreviviente que se transforma en emergente. Y eso es lo que necesitamos”, sostuvo Andrés “Cuervo” Larroque, unos pocos días atrás.

El mensaje es el mismo. Dicho de diferentes formas o con palabras distintas, pero es el mismo. Hay un tiempo que se acaba y un tiempo que comienza. Ese es el planteo. Una idea que comparten muchos dirigentes del peronismo y que alimentan, hasta el momento que se topan con su propia duda. ¿Realmente Kicillof se animará discutir el liderazgo con CFK?

Esa misma pregunta se hacían muchos en el comienzo del año. Y, la gran mayoría, pensaban que la interna se ordenaría en un corto plazo y que Kicillof iría al Instituto Patria a pedir disculpas por la revuelta generada. Eso no pasó. Incluso hubo reiteradas muestras de autonomía política respecto a la ex presidenta.

La más contundente fue la decisión de no apoyar su candidatura a la presidencia del PJ Nacional, lo que generó una avanzada ultra cristinista contra su postura y comenzar a florecer desde el subsuelo K las acusaciones de “traidor”, “desagradecido” e “ingrato”.

Axel Kicillof en la mateada
Axel Kicillof en la mateada que organizó en La Plata

Esa autonomía política le costó plasmarla en la gestión, donde en estos últimos días del año está tratando de aprobar, contrarreloj, el Presupuesto 2025. Y lo hace en el medio de múltiples tensiones con intendentes camporistas y cristinistas, que le cuestionaron el proyecto original.

Tampoco pudo definir el proceso electoral bonaerense del año que viene. Hay muestras claras de que la autonomía es una decisión tomada, pero que tiene inconvenientes prácticos en la gestión de gobierno.

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