Cristina Kirchner ya está instalada en su casa de El Calafate, donde pasará las fiestas junto a su familia, como suele hacer cada año. No hay fecha formal para que vuelva al ruedo ni agenda diagrama. Pero desde el sur tiene un puñado de temas pendientes que sigue con detenimiento.
De los 24 PJ provinciales que hay en todo el país, dos de ellos están intervenidos y transitando un proceso de normalización. Son los de Jujuy y Corrientes. La intención de la ex jefa de Estado es que los dos estén funcionando con una nueva estructura dirigencial en el comienzo del año.
La fecha no es una casualidad. Jujuy va a desdoblar los comicios provinciales mientras que Corrientes se prepara para elegir gobernador. Lo que suceda en el norte va a marcar el inicio del año electoral, mientras que lo que pase en la provincia mesopotámica será trascendente porque se renueva el Poder Ejecutivo.
En Jujuy los interventores son el ex ministro de Seguridad Aníbal Fernández y el intendente de Merlo, Gustavo “Tano” Menéndez. En Corrientes son la senadora bonaerense Teresa García y el concejal de Tres de Febrero Máximo Rodríguez. En mayor o menor medida, todos están alineados a la conducción de CFK.
La situación en Jujuy parece estar encaminada para una solución de unidad. La justicia electoral dejó dos listas en pie un puñado de semanas atrás. Una la lidera la senadora nacional Carolina Moisés y la otra la diputada nacional Leila Chaher. La primera es del peronismo federal, la segunda pertenece a La Cámpora. La tercera lista, que respondía al gobernador de La Rioja, Ricardo Quintela, quedó en el camino.
El “Tano” Menéndez, de estrecha relación con Cristina y Máximo Kirchner, propuso una salida salomónica. Armar una lista de unidad en la que se utilice un sistema de rotación en la presidencia y en la que se dividan todos los cargos partidarios en dos. Cada una pone el 50% de los vicepresidentes, consejeros y congresales.
En los términos planteados, Moisés presidiría el partido los primeros dos años y Chaher lo haría los últimos dos. El mandato va desde el 2025 al 2028. De esa forma, se evitaría la elección interna, se renovarían todas las autoridades y cuminaría la etapa de intervención.
Ese mismo sistema de rotación lo utilizó el propio Menéndez, cuando en el 2017 los intendentes bonaerenses, ante la falta de consenso sobre una sola figura, resolvieron que la conducción del PJ de la provincia de Buenos Aires sea alternada entre un intendente de la primera sección electoral y otro de la y tercera. La dupla la conformaron el jefe comunal de Merlo y Fernando Gray, de Esteban Echeverría.
“Cristina tiene en sus manos la estrategia del peronismo jujeño para poder ser competitivo en las próximas elecciones”, resaltó ante Infobae un importante dirigente del peronismo de Jujuy. La nueva titular del PJ Nacional está al tanto de los pormenores y sigue el entramado de negociaciones desde el sur.
En princpio, las dos legisladoras estarían de acuerdo y se podría avanzar en una lista de unidad. Una vez solucionado eso, Charher debe activar su estrategia de posicionamiento en la provincia, ya que el año que viene vence su mandato en la Cámara de Diputados. Diferente es la situación de Moises, que será senadora hasta el 2029.
El PJ de Jujuy fue intervenido en julio del año pasado. El mandato de los interventores se vence en marzo del 2025. La fecha a la que se convocó la elección es el 9 de marzo, pero existe un problema que los interventores no tuvieron demasiado en cuenta. En esa fecha se lleva adelante el carnaval, que en el norte tiene una trascendencia cultural y un impacto económico que muy grande.
Si no se cierra la lista de unidad, la situación tenderá a complicarse. La fecha que está dando vuelta en la provincia para hacer la elección local es el 4 de mayo. Eso implica que 60 días antes se active el cronograma electoral de presentación de frentes y boletas. Los tiempos se entremezclan con los de la elección partidaria.
“Esperamos que la unidad esté resuelta antes de fin de año. Si se logra un acuerdo, se resuelve un problema administrativo, político y electoral”, resaltó un influyente dirigente del PJ jujeño. La unidad permitiría que la intervención culmine en enero, con una presentación de los interventores ante la justicia electoral de que la situación está regularizada, y que en febrero se conformen todos los órganos partidarios.
El otro escenario que sigue de cerca CFK es el de Corrientes. La situación es diferente porque no hay dos listas en pugna, sino un partido que necesita reestructurarse y seis candidatos que transitan el proceso electoral sin demasiados contratiempos. El PJ de Corrientes está intervenido hace cuatro años. Al igual que Jujuy, la elección está programada para el 9 de marzo.
Ese mismo día está pautado que haya dos elecciones. La del presidente del PJ y la de los cargos electivos para los comicios provinciales. “Ese día el peronismo va a elegir quién lo conduce y quién lo representa en la elección”, indicaron desde el partido.
El proceso electoral del pejotismo correntino se da en paralelo a una avanzada del kirchnerismo contra el senador Carlos “Camau” Espínola, al que le piden que entregue su banca, luego de votar todo el año en sintonía con la Casa Rosada. En la última semana aparecieron afiches alrededor del Congreso exigiendo que devuelva su banca. Está en marcha un operativo para desgastarlo.
“Camau” fue suspendido del partido y está cada vez más lejos de la estrucutura partidaria. En las últimas horas, aceptó que el año próximo podría ser el candidato a gobernador de La Libertad Avanza (LLA). De esa forma seguiría los mismos pasos del dirigente al que asesoró, en el inicio del kirchnerismo, en la presidencia de la Cámara de Senadores: Daniel Scioli.
Hay seis candidatos para conducir el PJ Corrientes: el senador provincial José “Pitín” Ruiz Aragón; el diputado nacional Jorge Romero; el intendente de San Roque, Raúl “Rulo” Hadad; la congresal del PJ Nacional Ana Almirón; el dirigente peronista Víctor Giraud; y el senador provincial Martín Barrionuevo.
A fines de noviembre, Cristina Kirchner recibió a todos los dirigentes del PJ correntino en el Instituto Patria. Les pidió trabajar por el orden y la normalización del partido. No bendijo a nadie, ni apuntó con un dedo a su elegido. “El 9 de marzo voy a ir a saludar al que gane”, les dijo. Dio vía libre para que todos compitan.
El viaje a Corrientes está anotado en la agenda de la flamante presidenta del PJ Nacional, que sigue los pormenores de lo que sucede en la provincia a través de Teresa García y José Ottavis. El ex dirigente de La Cámpora está trabajando como nexo entre el peronismo correntino, CFK, Máximo Kirchner y Sergio Massa.
Distanciado de los cargos electivos, el “petiso”, como lo conocen en el mundo K, fue designado como consejero nacional por Corrientes en la lista “Primero la Patria”, que fue la que acompañó a la ex presidenta de la Nación a la cúpula del partido.
En simultáneo a la discusión del PJ correntino, corren la carrera por la gobernación el intendente de Pasos de los Libres, Martín Ascúa; el diputado provincial Germán Braillard Poccard; la diputada provincial Marlen Gauna y el jefe comunal de Gobernador Virasoro, Emiliano Fernández Recalde. “No vamos a hacer ninguna alianza con Valdés o Colombi”, aseguran en las distintas vertientes del peronismo correntino.
CFK va a monitorear el ordenamiento de los dos partidos y el desenlace de los acuerdos. Está encima de la problemática local y quiere arrancar el año electoral con las dos sedes partidarias funcionando con normalidad. Sería un primer paso clave para poder ordenar la estrategia en las elecciones provinciales y nacionales.