(Tandil, Enviado especial) El fuselaje gris del denominado “Avión 25″ reluce en el centro del hangar 3 de la Vl Brigada Aérea de Tandil. Este F-16B Block 10 no estará disponible para volar: tendrá como función la formación de los pilotos y las tripulaciones en el nuevo Centro de Entrenamiento de la Fuerza. El motor de esta aeronave permanece en un costado del mismo galpón que tiene más de 100 metros de largo, que está siendo reformado para albergar a los primeros aviones supersónicos que reemplazarán a los Mirage que se desprogramaron en 2017. En otro sector también con mucho cuidado esperan los alerones.
La VI Brigada recibió este miércoles la visita del ministro de Defensa, Luis Petri, de varios integrantes de la Fuerza Aérea, encabezados por el brigadier Gustavo Valverde, jefe del Estado Mayor General de esa Fuerza, y de algunos periodistas de medios invitados, entre ellos Infobae, para conocer en detalle cómo es esa preparación.
“Es un avión de cuarta generación y representa un salto tecnológico muy importante para la Fuerza Aérea”, explicó con entusiasmo Valverde, quien describió que se hicieron dos vuelos a Dinamarca para traer las distintas partes con una semana de diferencia en dos Hércules 130 y que el proceso de ensamble se extenderá durante todo enero con la colaboración técnica de los daneses quienes utilizaron estos aviones hasta hace muy poco. Aunque fueron fabricados hace 40 años, se les hicieron varias modificaciones que alargaron notablemente su vida útil.
En la VI Brigada se ve mucho movimiento porque otros sectores tuvieron o van a tener grandes cambios. La pista se hará casi a nuevo para una mejor operatividad, aunque por razones de seguridad no se pueden brindar los detalles sobre cómo quedará. Además, ya se empezó a construir el Centro de Instrucción donde quedarán alojados los F 16. Las obras estarán listas para dentro de 400 días, aproximadamente, con un costo de 3.365 millones de pesos.
Ese Centro constará de “un espacio central para instrucción en las aeronaves, dos aulas de instrucción teórica, dos aulas para instrucción de idiomas, biblioteca, oficinas, sanitarios y pañol” de acuerdo a lo que se explicó en el pliego de licitación.
“Se armará un equipo de entre 20 y 25 personas entre los mecánicos y técnicos argentinos y daneses para ensamblarlo”, responde Valverde. En el hangar que ya están reacondicionando habrá un refuerzo de las medidas de seguridad para cuando lleguen las primeras 6 unidades a Tandil, que incluirán solo el ingreso del personal con autorización previa mediante huellas digitales e identificación biométrica.
En principio, los primeros F 16 con capacidad de vuelo que engrosarán la flota argentina irán al Área Material Río Cuarto, durante el año próximo. Luego, en los tres años siguientes, se sumarán los otros 18. “En Río Cuarto van a instalarse instructores estadounidenses para la capacitación de los pilotos”, agrega Valverde.
Mientras tanto, en otra estructura de madera de grandes dimensiones aparecen los alerones, recién pintados y acondicionados, pero celosamente resguardados y envueltos en papel grueso. “Van a llevarse una sorpresa a fines de enero cuando sea la presentación oficial”, cuenta con sigilo uno de los integrantes del equipo técnico. En ese acto está prevista la presencia del presidente Javier Milei, quien dispuso acelerar los tiempos de la compra que desde hace muchos años había dejado a la Fuerza Aérea desprotegida.
El sistema F-16 adquirido a los daneses incluye un total de 16 unidades monoplaza y 8 biplazas para el entrenamiento avanzado de pilotos, armamento y equipo de apoyo. Este avión de origen norteamericano tiene características de aeronave multipropósito con funciones propias del combate aire-aire y aire-tierra. El acuerdo incluye la entrega de cuatro simuladores de vuelo, ocho motores y la garantía en la entrega de los repuestos durante cinco años. Además, el contrato prevé la capacitación de los pilotos y los mecánicos que trabajarán en este sistema de armas.
Cada uno tiene 14,8 metros de largo, 9,8 metros de ancho, una altura de 4,80 metros y un peso de 8936 kilogramos. Sin armazón en las cabinas permiten una excelente visibilidad a los pilotos. Poseen dos tanques de combustible de 370 galones, y uno de 300, y eso les da más de dos horas y media de autonomía en combate.
Fueron fabricados por la empresa estadounidense Lockheed Martín y alcanzan una velocidad de 2500 kilómetros por hora. El fuselaje está realizado con materiales de un fácil mantenimiento con aleaciones de aluminio, acero y titanio. La adquisición se produjo en abril de este año y requirió una inversión de alrededor de 300 millones de dólares. Cada avión costó 12 mil dólares.
“Se buscaba reemplazar a los Mirage desde 2010. Y en 2021 el Congreso Nacional ya había aprobado la compra de aviones supersónicos, aunque faltaba definir a cuáles se elegiría. Pudimos avanzar en las negociaciones con Dinamarca e hicimos un acuerdo necesario, muy conveniente”, manifestó Petri ante este medio.
El ministro también argumentó sobre por qué en un momento de ajuste de las cuentas públicas se decidió avanzar con la compra de los F 16. “No es un costo. Se trata de defender la soberanía y los recursos naturales de nuestro país. La Fuerza Aérea necesitaba reequiparse, porque sufrió un gran desfinanciamiento en los últimos años”, agregó.
“Con estos nuevos aviones estamos dando un paso trascendental en nuestra política de defensa. Es la compra más importante para la defensa nacional desde la vuelta de la democracia, impulsada por el compromiso del presidente Javier Milei con nuestras Fuerzas Armadas y por la necesidad estratégica del país”.
El vicecomodoro Cristian Giaccaglia, uno de los que viajó a Dinamarca para cerrar el acuerdo de compra, detalló que “29 países eligieron este tipo de aviones en el mundo”. Fuentes de la Fuerza Aérea aseguran que la incorporación de los F 16 será “el cambio más grande de los últimos 50 años”.