El clima de época de violencia verbal que se vive en las calles estuvo presente todo el año en la política. Desde el Presidente de la Nación para abajo, nadie quedó exento de decir alguna palabra fuera de lugar o un gesto innecesario.
Bajo el argumento de la libertad de expresión, la política se llenó de insultos. Desde el uso del sustantivo “rata” como calificativo negativo para los legisladores nacionales hasta los insultos más comunes que se pueden escuchar en la calle estuvieron presentes en el Congreso de la Nación que, al igual que en muchos otros temas, funcionó como caja de resonancia.
Es por eso que la diputada nacional Carla Carrizo ha presentado un proyecto para establecer una comisión de ética y disciplina. Con la firma de varios legisladores que la secundan, la iniciativa surge como respuesta a un incidente significativo durante un plenario de comisiones que ha puesto de manifiesto la necesidad de regular el comportamiento de los legisladores. La propuesta busca modificar el artículo 188 del reglamento de la Cámara baja para fomentar un comportamiento adecuado basado en principios de orden, ética y transparencia.
La Cámara tuvo un año plagado de cruces e insultos. Uno de los últimos lo protagonizaron una diputada y un diputado. Casi llegando a fin de año, en la Comisión que dictaminó la modificación a la ley de ludopatía se cruzaron fuertemente la diputada Silvana Guidici y el diputado Maximiliano Ferraro. El incidente, que comenzó con gritos desde cada uno de sus lugares escaló cuando la diputada del PRO insultó a su par de la Coalición Cívica y este se levantó para increparla a escasos metros.
Otro cruce muy recordado entre los miembros de la Cámara fue el que se dio en la Comisión de Derechos Humanos y Garantías cuando se inició el tratamiento del proyecto de ley que busca declarar el 20 de marzo de cada año como Día de Duelo nacional “en homenaje a las víctimas de violaciones de Derechos Humanos en el marco de la pandemia por Covid″, según expresa el proyecto presentado por Sabrina Ajmechet (PRO). En ese contexto se generó un fuerte cruce entre la referente de la Coalición Cívica Mónica Frade y el legislador del partido amarillo Fernando Iglesias.
Durante su exposición, Frade lanzó fuertes críticas a Alberto Fernández y los “abusos” que impuso durante su gestión cuando fue interrumpida por el diputado del PRO. “¿Qué te pasa Iglesias?”, lanzó visiblemente enojada la legisladora y remató: “Vos te borraste. El único que vino es Waldo Wolff. Vos sos un cagón”.
Algo similar sucedió en la Comisión de Trabajo y en donde se repitió uno de los implicados. Al momento de que la Comisión de Legislación del Trabajo de la Cámara de Diputados comenzara a debatir distintos proyectos de democracia sindical. En ese momento el diputado Iglesias tuvo duras acusaciones contra el sindicato de mecánicos (SMATA) por haber supuestamente colaborado con la dictadura militar.
La respuesta llegó del diputado Mario Manrique, que también es del sindicato de Smata. “Iglesias, te voy a mirar a vos -los diputados le hablan a las autoridades, no a otros diputados-. La impunidad que vos creés que tenés no es tanta como creés. Esto no es una amenaza. Es un hecho (mientras el diputado del PRO hablaba a los gritos). Maricón”, le gritó el legislador.
Luego Iglesias se cruzó con la diputada Julia Strada que lo acusó de “energúmeno y misógino” y al término de la comisión, con el diputado del PRO de pie y a los gritos, Manrique recorrió varios metros para acercarse a él y hablarle al oído. Tras unos segundos en que lo escuchó con atención, el legislador macrista le dijo levantando la voz: “¿Me vas a arrancar la cabeza? Decilo fuerte. Caradura. Sinvergüenza”.
Estos fueron algunos de los hechos más bochornosos que se vivieron este año en la Cámara de Diputados. Desde aquí es donde parte el proyecto de Carrizo propone la creación de una comisión integrada por 15 miembros, que tendría la responsabilidad de evaluar las faltas graves cometidas por los diputados y emitir dictámenes en forma de “resolución” sobre las medidas disciplinarias necesarias. Esta comisión se integraría dentro de la de Asuntos Constitucionales, con el objetivo de garantizar un proceso de evaluación justo y transparente.
La iniciativa cuenta con el respaldo de los legisladores Danya Tavela, Manuel Aguirre, Marcela Antola, Mariela Coletta, Marcela Coli y Fernando Carbajal.
En el documento presentado, se enfatiza la prohibición de “alusiones irrespetuosas e imputaciones de mala intención” hacia los miembros del Congreso, así como de “personalizaciones, insultos o interrupciones reiteradas al orador”.
Este enfoque busca mitigar los conflictos que se han intensificado con el auge de las redes sociales, donde las discusiones entre diputados a menudo se tornan en gritos e insultos, afectando la imagen de la institución legislativa.