Agustín Nahuel Gallo, cabo primero de la Gendarmería Nacional Argentina (GNA), viajó el 8 de diciembre desde Colombia hacia Venezuela, ingresando por el Puente Internacional Francisco de Paula Santander en Táchira. Su objetivo era visitar a su pareja venezolana, María Gómez, y a su hijo de 2 años, quienes habían viajado previamente para cuidar de la madre enferma de la mujer.
El cabo primero Gallo es oriundo de la provincia argentina de Catamarca, pero forma parte del escuadrón 27 de “Uspallata”, en Mendoza, y custodiaba el paso fronterizo entre Chile y Argentina. Estaba de licencia anual y había viajado de forma legítima a Venezuela, con autorización de la Gendarmería, para visitar a su pareja e hijo. No tenía vínculos con operaciones de inteligencia ni con actividades oficiales.
Al intentar ingresar al país, las fuerzas de seguridad venezolanas detuvieron a Gallo en Migraciones. Según Gómez, su teléfono celular fue revisado y se le retuvo tras ser sometido a una “segunda entrevista”. Todo indica que la interpretación de mensajes críticos hacia el gobierno venezolano parecen haber influido en su posterior secuestro.
La mujer Gallo es de nacionalidad venezolana y residente argentina desde hace 6 años. Ambos tienen un hijo de 2 años y viven en Mendoza. De acuerdo con su relato, durante las elecciones del 28 de julio en las que el Consejo Nacional Electoral (CNE) proclamó a Nicolás Maduro como el ganador, ella le escribió un mensaje de texto a su pareja que decía: “Nahuel, el país se está yendo a la mierda. Tenemos un Gobierno horrible. Tenemos una dictadura”. Y consideró que “eso lo perjudicó de alguna manera”. La mujer también contó que Gallo fue trasladado en una camioneta desde San Cristóbal hacia Caracas por la Dirección General de Contrainteligencia Militar (DGCIM).
El caso trascendió públicamente el viernes. La Cancillería y el Ministerio de Seguridad de Argentina emitieron un comunicado conjunto exigiendo la liberación inmediata de Gallo, denunciando una detención “arbitraria e injustificada” y descartando por completo las acusaciones de espionaje.
Ayer, en tanto, la Agrupación XI de Gendarmería Nacional presentó un recurso de hábeas corpus en el Juzgado Federal de Mendoza, señalando la privación ilegítima de libertad y el riesgo de desaparición forzada.
Actualmente, las autoridades argentinas exploran vías de negociación con los gobiernos de Colombia y Brasil, debido a las tensas relaciones diplomáticas entre Argentina y Venezuela. Según la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, Gallo está alojado en una base de los Servicios de Inteligencia venezolanos en Táchira.
Bullrich recordó que Gómez tuvo que irse a Venezuela porque su mamá estaba enferma. “La fue a visitar después de siete meses que no veía a su hijo. Entonces realmente de ahí poder inferir que era un espía de la Argentina que manda un gendarme por un paso legal diciendo que es gendarme con sus credenciales de gendarme. Eso es una estupidez. Seríamos muy malos en inteligencia si hiciéramos eso”, agregó la ministra, quien también reveló que habló con la madre de Gallo para ponerse a disposición. Mientras tanto, el Ministerio de Seguridad recopila la documentación que demuestre que el viaje fue exclusivamente familiar.
En paralelo, Cancillería informó sobre la detención de un empleado local de la representación diplomática argentina en Caracas, lo que agrava las tensiones entre ambos países. Este último caso, sumado al del gendarme, se enmarca en una relación deteriorada entre Argentina y Venezuela, que incluye denuncias de hostigamiento a asilados políticos en la embajada argentina.
En este contexto, el gobierno coordina esfuerzos diplomáticos para lograr la liberación de Gallo. “Se ha efectuado el planteo y se reiteró el cuestionamiento de la posición del dictador venezolano. Es un hecho grave, suponemos que van a intervenir otros países en apoyo a la Argentina”, remarcó hoy el Jefe de Gabinete, Guillermo Francos, durante una entrevista en Radio Rivadavia. “Lo demás, se tramita por vías diplomáticas. Desde el momento que se tomó conocimiento se está en tratativas para resolver el conflicto”, agregó.
Por su parte, desde el Foro Argentino por la Defensa de la Democracia (FADD) emitieron un comunicado en el que denunciaron la detención del gendarme argentino y agregaron: “A una semana de su secuestro, no se tiene información oficial sobre su paradero ni sobre su estado, lo que constituye una grave violación a los derechos humanos y a las normas internacionales”.
“Este acto se suma a las tácticas de terrorismo de Estado del régimen venezolano, que utiliza el secuestro y la intimidación como herramientas para presionar a Gobiernos democráticos y perpetuar su dictadura. Exigimos la inmediata liberación de Nahuel Agustín Gallo y reiteramos nuestro compromiso de luchar por la democracia, los derechos humanos y la justicia en nuestra región. No más atropellos. No más dictaduras en América Latina”, concluyeron.