En el cierre de su viaje a Italia, el presidente Javier Milei se reunió hoy John Elkann, presidente de la automotriz multinacional Stellantis, uno de los mayores fabricantes de automóviles del mundo que tiene una importante presencia en el mercado argentino con marcas como Fiat, Peugeot y Jeep.
Según trascendió, el encuentro se centró en las inversiones que la empresa mantiene en Argentina, así como en las perspectivas de la industria automotriz. La compañía es considerada un actor clave en la economía local, no solo por su rol en la producción y exportación de vehículos, sino también por ser uno de los principales empleadores industriales en el país.
Luego del encuentro con Elkann, Milei concedió una entrevista con el diario italiano Líbero antes de emprender su vuelo de regreso a Buenos Aires, donde tiene previsto llegar en las primeras horas de este lunes.
Milei mantuvo una variada agenda en Italia, donde mantuvo dos encuentros con la primera ministra Giorgia Meloni. El viernes, la mandataria italiana lo recibió en el Palacio Chigi, sede de la presidencia del Gobierno, en lo que fue el quinto encuentro entre ambos.
La reunión duró una hora y, según un comunicado de la parte italiana, “ofreció la ocasión de revalidar la común voluntad de reforzar ulteriormente la ya sólida asociación bilateral”. Todo con el objetivo de concluir en “los próximos meses” un Plan de Acción 2025-2030 que permita profundizar en los ámbitos de interés para ambos países.
Antes de su encuentro con Meloni, Milei recibió el Premio Internacional Milton Friedman 2024 y, durante la ceremonia de entrega, defendió sus ideas de “destruir” y “reducir” el Estado.
“Desprecio el Estado, y estoy dentro del Estado para romperlo, destruirlo y reducirlo”, aseguró ante los asistentes.
Ayer sábado, en tanto, el Presidente fue uno de los oradores en “Atreju”, la convención nacional de la antigua Azione Giovani, la sección juvenil de Alleanza Nazionale que ahora se convertió en Gioventù Nazionale después del nacimiento de Fratelli d’Italia, el partido de ultraderecha de Meloni.
Allí, en un discurso de más de 20 minutos, el mandatario argentino volvió a defender su gestión al frente de la Casa Rosada tras cumplirse un año desde su asunción. “Contra todos los pronósticos de los analistas y políticos profesionales, creían que íbamos a durar tan solo un par de meses y que no estábamos capacitados para gobernar. Tuvieron que tirar a la basura todos sus manuales”, resaltó.
Además, al reiterar su decálogo político que días atrás ya había presentado en la cumbre de la CPAC que se realizó en Buenos Aires, el mandatario aprovechó para enviar un fuerte mensaje en medio de la interna con mantiene con su vicepresidenta Victoria Villarruel, que se profundizó la semana pasada con la polémica por la sesión en el Senado en la que se expulsó del cuerpo a Eduardo Kueider, el legislador detenido en Paraguay acusado de contrabando.
“Por creer que los liberales no somos manadas, muchos han caído en el error de no organizarse. Por eso en nuestro gobierno somos implacables: el que viene con agenda propia y no acata la línea del partido, es expulsado. Voy a tomar una frase de aquí: Roma no para traidores”, advirtió.
En la previa de la cumbre Atreju, la primera ministra de Italia le otorgó la ciudadanía de ese país a Milei y a su hermana Karina, secretaria general de la Presidencia, en reconocimiento a la “descendencia”. El Presidente habría comentado a la premier que él y su hermana son “75 por ciento italianos”, puesto que su abuelo paterno llegó a la Argentina desde la península itálica y que, por su línea materna, también corre sangre italiana.
Las raíces italianas del Presidente se remontan a su abuelo Francesco “Ciccio” Milei, un inmigrante calabrés que llegó a Argentina en 1926 cuando apenas tenía ocho años, en plena ola migratoria. Javier Milei es hijo de Norberto Horacio Milei, el mayor de los dos hijos de “Ciccio”, y de Alicia Luján Lucich, en cuyo árbol genealógico se entrelazan los orígenes italianos y croatas.