La Federación Nacional de Trabajadores Camioneros, que lidera Hugo Moyano, está al borde de la guerra con los empresarios por la falta de acuerdo salarial para el trimestre diciembre-febrero, pero también con el Gobierno, al que acusó de “meterse en la discusión paritaria” entre privados y amenazar con no homologar un aumento superior al 1%.
“¿Qué carajo hace entrometiéndose en una discusión paritaria entre dos sectores privados como las cámaras empresarias y el sector sindical? Son cosas que no se entienden. ¿Entonces para qué nos citan o para qué discutimos el paritaria? ¿Por qué no dicen el 1% por decreto y buenas tardes, mucho gusto”, dijo este viernes el secretario adjunto de la federación, Jorge Taboada, antes de un congreso ordinario de la organización gremial, realizado en un hotel porteño, en donde se declaró el estado de alerta y movilización.
El congreso de Camioneros se hizo en forma previa a otra audiencia en la Secretaría de Trabajo para tratar de firmar un aumento salarial, que finalizó sin acuerdo. Las conversaciones seguirán el martes, pero al día siguiente comenzará un plan de lucha si persisten las diferencias sobre el incremento.
Moyano reclama un 15% trimestral (5% para cada mes), más un bono de $650 mil y un aporte extraordinario para la obra social (que ascendería a $20 mil por trabajador). Los empresarios aseguran que no están en condiciones de pagarlo y contraofertaron un 1% mensual, que es la cifra que el Ministerio de Economía quiere poner como tope para las negociaciones salariales de 2025.
Antes del congreso de Camioneros, en declaraciones a un sitio web del sindicato, Taboada fijó una posición muy dura particularmente contra la Casa Rosada: “¿Qué carajo hace el Gobierno metiéndose en una discusión paritaria? Esto lo dijo nuestro secretario general (por Moyano). ¿Qué carajo le importa el Gobierno a los que negocian libremente empresarios y sectores del trabajo? Nosotros sabemos perfectamente lo que le corresponde al trabajador en términos de paritarias para que no pierda poder adquisitivo en su salario. Entonces nos ponemos de acuerdo en cierta cifra, cierto porcentual y resulta que el Gobierno dice no, yo no te voy a homologar más que el 1%”.
“Entonces, ¿de qué libertad nos están hablando? ¿Qué otra mentira nos quieren vender? -añadió el dirigente de Camioneros, que secunda a Moyano-. La pregunta es: ¿Qué carajo hace entrometiéndose en una discusión paritaria entre dos sectores privados como las cámaras empresarias y el sector sindical? Son cosas que no se entienden. ¿Entonces para qué nos citan o para qué discutimos el paritaria? ¿Por qué no dicen el 1% por decreto y buenas tardes, mucho gusto”.
El sindicalista afirmó que esperaba que “el sector empresario recapacite y mejore la propuesta para no llegar a una medida de fuerza”. Y aseguró: “La pelotita la tienen ellos y el Gobierno”.
Julio Cordero, secretario de Trabajo, se comprometió de nuevo ante Moyano a mediar para llegar un final feliz, como sucedió en las traumáticas negociaciones de abril pasado. El ex abogado de Techint sabe que el Gobierno debería ayudar como sea al líder de Camioneros luego de su gesto de haber empujado a Pablo a renunciar a la CGT cuando desautorizó su propuesta de otro paro general.
Hugo Moyano regresó esta semana a la CGT para participar de las reuniones de mesa chica, en una ratificación de su alianza con el sector dialoguista, que apuesta a iniciar negociaciones con el Gobierno. En reemplazo de su hijo mayor, el líder de Camioneros designó en el triunvirato de la CGT a Octavio Argüello, dirigente de confianza, que confirmó su postura distinta a la de Pablo Moyano: “En este momento del año tenemos que dialogar. Después del diálogo, si no hay una respuesta, habrá más medidas de fuerza, pero se necesita del acompañamiento de toda la sociedad”, dijo el sindicalista poco después de que le dieron la bienvenida en el cargo, el martes pasado.