“Hasta hoy, miércoles a las 12.08, no están los acuerdos que nos indiquen un temario para tratar en sesiones extraordinarias”. Con esa frase, el jefe de Gabinete Guillermo Francos confirmó ayer al mediodía la principal sospecha de la oposición en el Congreso de la Nación: a pesar del anuncio del vocero presidencial, el Gobierno no convocará para debatir ningún tema durante las semanas que quedan de diciembre.
Entre lunes y martes pocos diputados fueron vistos en los pasillos de la Cámara de Diputados. Sin actividades oficiales, ya que tampoco hay debates en comisión ni reuniones de bloque previstas, la mayoría de los legisladores se quedó en sus provincias haciendo política territorial o enfocados en asuntos locales.
Los jefes de bloque tanto de la oposición dialoguista como de los sectores más intransigentes no fueron contactados por el oficialismo. Tampoco conocen detalles del proyecto anunciado para regular los fueros de diputados y senadores. “Es todo humo”, se quejaba un dialoguista ante la consulta de Infobae.
Si bien el Senado tendrá sesión especial hoy para analizar el futuro de Edgardo Kueider, que sigue con prisión domiciliaria en Paraguay tras haber sido descubierto cruzando la frontera con USD 200 mil en efectivo y sin declarar, en la Cámara baja ya había pocas expectativas de que el oficialismo se arriesgue a abrir el recinto. Los más optimistas aún creen que parte el temario se puede “salvar” en febrero, en cambio el resto considera que se volverán a ver las caras directamente en marzo.
“No tienen los votos para eliminar las PASO, que es el único proyecto que realmente les interesa. ¿Para qué vas a abrir el recinto? Yo no lo haría”, explicó un referente del peronismo, que también reconoció que las posiciones en el bloque Unión por la Patria sobre ese tema están muy lejos de un consenso. “Hay tantas realidades como distritos. No es ninguna novedad que las PASO nos ayudan mucho en las provincias donde somos oposición y que, por otro lado, nuestros gobernadores prefieren no tener internas”, explicó un diputado del centro del país.
Desde un principio, los voceros del oficialismo confiaron en que los gobernadores los ayudarían a dividir los votos de casi todos los bloques. No obstante, al ser una reforma electoral se necesitan 129 votos afirmativos y para llegar a esa mayoría agravada es indispensable un apoyo mayoritario del peronismo. Por su parte, el peronismo se mantiene por estas horas entretenido con la interna entre Cristina Kirchner y Axel Kicillof, que están más preocupados por la disyuntiva de desdoblar o unificar las elecciones bonaerenses con las nacionales.
Mientras tanto, sectores dialoguistas y gobernadores continúan reclamando el tratamiento del proyecto de Presupuesto 2025 y la ampliación del temario para incluir iniciativas como Ficha Limpia o Democratización Sindical. De hecho, algunos diputados dejaron trascender extraoficialmente que analizaban la posibilidad de no dar quórum para debatir “la agenda del Gobierno” si no había un gesto previo del oficialismo. Dado que la convocatoria nunca se hizo efectiva, las amenazas quedaron simplemente en eso.
El 4 de diciembre, el vocero presidencial Manuel Adorni había anunciado a través de las redes sociales que el Poder Ejecutivo convocaría a sesiones extraordinarias del Congreso para debatir seis proyectos del 5 al 27 de diciembre. El temario incluía: un proyecto para limitar los fueros que impiden que diputados y senadores sean detenidos hasta haber sido condenados, la eliminación de las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO), la modificación en el régimen de financiamiento de los partidos políticos, la ley anti mafia que impulsa Patricia Bullrich, el juicio en ausencia y autorizaciones para que el Presidente viaje al exterior.