El Gobierno se desligó por completo de las acusaciones del kirchnerismo por el caso del senador peronista Edgardo Kueider, que fue detenido en Paraguay esta mañana, cuando intentaba traspasar en auto la frontera con Brasil con más de 200 mil dólares que no había declarado. “No tenemos nada que ver, claro”, dijeron cerca de Javier Milei, después de que Cristina Kirchner sugiriera que La Libertad Avanza le pagó al legislador a cambio de respaldo para la ley Bases. Sin embargo, también cuestionaron las intenciones del bloque de Unión por la Patria de destituirlo. “Hay que respetar el debido proceso”, dijeron en el círculo íntimo del Presidente. Minutos antes, Oscar Parrilli había dicho que estaban analizando esa posibilidad.
Kueider, del Bloque Unión Federal, se transformó en aliado del oficialismo durante el agónico debate de la ley fundacional del Gobierno. Y desde entonces cultivó una buena relación con los libertarios, al punto de que fue impulsado por Santiago Caputo, el principal asesor y estratega del Presidente, para presidir la relevante Comisión Bicameral de Inteligencia que al final se quedó Martín Lousteau.
Hoy, en medio del escándalo por el caso de Kueider, los libertarios tomaron distancia de las acusaciones sobre supuesto pago de sobornos a cambio de respaldo legislativo, dijeron que el senador forma parte de otro partido y que no tienen ningún tipo de conexión con los dólares no declarados. Sin embargo, por lo bajo sentaron postura en contra de establecer una “condena adelantada”. “Están hablando de destituir y sacar fueros. (El senador) no estaba solo, no hay nada definitivo, todavía. ¿Por qué siempre condenamos antes de tiempo? Hay que respetar el debido proceso”, dijo un colaborador de Milei esta tarde, poco después de que el titular del bloque K en el Senado, Oscar Parrilli, adelantara que evalúan impulsar su destitución.
Es un posicionamiento similar al que adoptaron los compañeros de interbloque federal de Kueider, Las Provincias Unidas. “Manifestamos nuestra firme voluntad a favor de que la Justicia investigue los hechos hasta el esclarecimiento”, dijeron en la bancada compuesta por Carlos Espínola y Alejandra Vigo, de Unidad Federal; Juan Carlos Romero, de Cambio Federal; Edith Terenzi, de Despierta Chubut; y Lucila Crexell, del Movimiento Neuquino.
Mientras los diputados del bloque de CFK despotricaban contra el legislador entrerriano, que negoció acompañar a Milei en los primeros meses de la administración libertaria, cerca del jefe de Estado pidieron esperar a que se expida la Justicia de Paraguay antes de sacar conclusiones. Y deslizaron una pregunta: “¿La Argentina deja que arresten a un senador propio? En Estados Unidos no dejarían que pase algo así”.
Un funcionario aseguró que el tema no fue siquiera tema de discusión en el oficialismo y se mostró despreocupado por las severas acusaciones los otros bloques, especialmente de Cristina Kirchner, que salió a asociar el dinero de Kueider con un supuesto pago de coimas para la ley Bases: “Es el juego de la política”, dijeron en la sede del gobierno nacional. Sin pruritos, la jefa opositora había dicho: “Así se consiguen los votos para las leyes que perjudican a las mayorías”.
La ex mandataria había apuntado en especial contra Victoria Villarruel por propiciar que Kueider se quedara con la Comisión de Asuntos Constitucionales, y en el Gobierno, a pesar del distanciamiento con Milei, defendieron a la vicepresidenta. “Es muy bajo culparla por esto”, sostuvo un asesor. El mileismo desestimó también los dardos que empezaron a lanzar desde el PRO, la fuerza de Mauricio Macri que acaba de perder la batalla por ficha limpia, una medida “anticorrupción”, en parte por falta de acompañamiento del oficialismo.
Mientras tanto, reinaba la reserva en las redes sociales libertarias: en general, los dirigentes más relevantes de LLA evitaban referirse al tema en X. “Esto es un tema de otra fuerza política, y de la justicia de otro país”, dijeron en Balcarce 50. Sí contestaron preguntas, brevemente, los ministros del área, Mariano Cúneo Libarona y Patricia Bullrich, al ser abordados por la prensa en el hotel Hilton durante la Conferencia de Acción Política Conservadora (CPAC), de la que participará más tarde Milei.
“Javier Milei lo anunció desde siempre. El Poder Ejecutivo no va a intervenir en investigaciones judiciales”, dijo Cúneo. “Acá hay una causa que recién se empieza, donde hay un juez, hay un fiscal y hay una defensa. Él tendrá que aclarar, tendrá que informar, tiene derecho a defensa, goza de presunción de inocencia y se verá en tribunales. Ahí va a ser la verdad de la causa”, agregó. En la misma línea, Bullrich agregó: “Es contrabando de divisas, así que tendrá que ir a la Justicia a dar sus explicaciones”.
Kueider fue detenido en la triple frontera, cuando intentaba pasar desde Brasil hacia Ciudad del Este por el Puente Internacional de la Amistad. Llevaba 201 mil dólares, 446 mil pesos y 3,9 millones de guaraníes sin declarar. Si fuera destituido, como deslizó Parrilli, en su lugar podría asumir un senador camporista, lo cual complicaría aún más los números del oficialismo en el Senado. Por lo pronto, el bloque de Unión por la Patria, por ahora, se limitó a referirse, en un comunicado, de una “expulsión”, sin especificar si hablaba de esa bancada o de la Cámara alta.
Si se iniciara un pedido en ese sentido, el caso debería ser analizado por Asuntos Constitucionales, y luego por el pleno del Senado, donde deberían reunirse las voluntades de dos tercios de los miembros presentes. Por ahora, en el Gobierno aseguraron que no acompañarían esa drástica medida, pero la presidenta del cuerpo, Victoria Villarruel, aún no se expidió específicamente sobre la iniciativa. En cambio, se limitó a decir, ampliamente, que tomarán “medidas”.