En medio de las discusiones sobre salarios, empleo y reforma laboral, un grupo de empresarios y sindicalistas dio un paso adelante de la coyuntura para meterse en una discusión clave: cómo la inteligencia artificial (IA) está revolucionando la forma en que operan las diversas industrias. En este caso, representantes de los dos sectores se reunieron hace 10 días en la Universidad Católica Argentina (UCA) para conversar sobre la forma en que se transformarán las dinámicas laborales y operativas en el área de refinación de hidrocarburos para la producción de combustibles.
El encuentro tuvo a Patricio Bulgheroni como coordinador general del proyecto de diálogo intrasectorial, quien destacó ante los presentes la necesidad de que, en un mundo cambiante, empresarios y sindicatos trabajen en estrategias que vayan hacia un cambio gradual y a largo plazo. “Hemos podido institucionalizar este espacio, bajo la órbita de la Cámara Argentina de la Energía (CADE), y crear un foro sindical y empresarial de la industria de la refinación”, afirmó.
Por el sector sindical, uno de los participantes destacados fue el secretario de Relaciones Internacionales de la CGT, Gerardo Martínez (UOCRA), un defensor del diálogo tripartito para definir políticas consensuadas. Lo ratificó en la reunión realizada con los empresarios en la UCA cuando dijo que “la mejor forma de reivindicar el derecho de los trabajadores es fomentar el diálogo, dejando en claro que la persona que invierte y apuesta por el país no es un enemigo, sino que forma parte del componente en la relación del crecimiento al desarrollo”.
El vicepresidente de Relaciones Laborales de YPF, Marcelo Aldeco, hizo hincapié en que uno de los principales objetivos del diálogo encarado con los sindicatos es “construir confianza y fomentar una visión conjunta para abordar desafíos como la transición energética y la implementación de inteligencia artificial”. Y destacó: “Es fundamental sentarnos a la mesa y discutir las cosas que nos van a pasar. Vamos a estar ahí para preparar a nuestra gente y encontrar soluciones”.
Por su parte, el rector de la UCA, Miguel Schiavone, consideró que “la Inteligencia Artificial no reemplazará al humano sino que las personas serán reemplazadas por otras que tengan conocimiento en este campo”. “Por lo tanto -dijo-, la clave está en democratizar el saber”.
Otro de los dirigentes gremiales presentes fue Gabriel Barroso, secretario general de la Federación Argentina Sindical de Petróleo, Gas y Biocombustibles (FASIPEGyBIO), para quien es esencial la capacitación de los trabajadores por parte de las empresas: “La tecnología y la robotización es algo que se viene -admitió-. Dentro de los aspectos positivos, la inteligencia artificial es capaz de mejorar la seguridad y salvar vidas. De nuestro lado siempre valoramos a las partes que busquen dialogar”.
En el mismo sentido se expresaron su secretario adjunto, Mario Lavia, secretario adjunto de la Federación de Petroleros, y Julio Schiantarelli, secretario adjunto de la Federación de Sindicatos Unidos Petroleros e Hidrocarburiferos (SUPeH): ambos coincidieron en “la necesidad del diálogo entre empresas y sindicatos para analizar juntos los desafíos laborales de la industria”.
Desde la Cámara Argentina de la Energía (CADE), Miguel Peirano, su director ejecutivo, resaltó la importancia de que esa entidad se haya incorporado al diálogo entre empresas y sindicatos vinculados con el sector de la refinación y sostuvo: “Cuanto más profunda sea la relación, el enriquecimiento será mayor no sólo en los vínculos, sino en la posibilidad de transformar en forma virtuosa todos los temas que se van planteando en un escenario económico y social dinámico”.
A su turno, Sergio Faraudo, vicepresidente de Relaciones Laborales de Pan American Energy, puntualizó que, desde la evolución del hombre en el período neolítico, cuando construyó sus primeras herramientas, la humanidad pasó por diferentes revoluciones, aunque opinó que desde aquella época “no hubo un cambio más grande que la revolución digital y el proceso que se vive en estos momentos”. “Este hecho no es menor -señaló- y se debe tener en cuenta para analizar la complejidad del proceso que se está viviendo y cómo encararlo en el marco laboral”.
“Entendernos como parte de un ecosistema implica asumir nuestra autonomía, pero también nuestra interdependencia”, agregó Faraudo, para quien el sector enfrenta el desafío de reconsiderar el rol de los líderes y adaptar sus estrategias a los cambios que exigen tanto el mercado como la sociedad. “Estamos trabajando en liderazgos distintos, en modelos que no sólo sean sostenibles, sino que permitan generar nuevos puestos de trabajo adaptados a las necesidades actuales”.