Tras la implementación de la Boleta Única en Córdoba, Santa Fe y Mendoza y la reciente aprobación a nivel nacional, varias provincias han comenzado a desandar el mismo camino.
En el Litoral, tanto Corrientes como Entre Ríos tienen proyectos con media sanción en Diputados. Pero los escenarios políticos en una y otra provincia, y sobre todo los calendarios electorales, abren un compás de duda acerca de cuál será el resultado final.
La provincia gobernada por el radical Gustavo Valdés tendrá comicios de renovación de autoridades en 2025. Imposibilitado de pelear la reelección, el mandatario aspira a quedarse con la presidencia de la UCR correntina y, desde ese trampolín, colocar un delfín que frene las pretenciones de su ex mentor y ahora rival Ricardo Colombi de regresar a la gobernación.
En Entre Ríos, Frigerio evitó que se cuele la crisis que terminó con Juntos por el Cambio. Sostiene una alianza con radicales y fuerzas menores que logró desbancar al peronismo luego de 20 años. Pero ahora la relación con el gobierno nacional y la tentación de la confluencia con La Libertad Avanza tensan las definiciones sobre las listas del año próximo. En 2025, la provincia elegirá 5 diputados y 3 senadores nacionales.
Escenario complejo
Para bailar chamamé hace falta dos que vayan al mismo ritmo. Y en Corrientes la cámara de Diputados y el Senado siguen, al menos en lo que refiere a la Boleta Única, compases diferentes.
La semana pasada, los diputados correntinos aprobaron un modelo de Boleta Única de Sufragio (BUS). El texto sancionado estribó en varios proyectos, con base en el de Pedro Cassani, presidente de la Cámara.
Los votos que permitieron la media sanción provinieron de partidos del frente oficialista y también de la oposición peronista. La realidad electoral de Corrientes hace que el gobernante ECO + Vamos Corrientes sea un mosaico de 33 partidos. En esa composición hay lugar hasta para que Ariel Báez, cantante del grupo de chamamé Los Alonsitos, tenga su sello: CICO – ciudadanos comprometidos.
Esa variedad se refleja en la composición de la Cámara. Y permite comprender por qué el oficialismo votó contra el oficialismo y, con el apoyo opositor parcial, dio curso a un proyecto que el Gobernador no avala.
El articulado fue remitido al Senado correntino para su revisión. Eso no ocurrirá este año, dada la cercanía al final de las sesiones. Los optimistas consideran que el tratamiento se dará a partir de marzo, con la reanudación de la actividad normal. En el Gobierno provincial, en cambio, entienden que eso no ocurrirá y que la iniciativa dormirá con la media sanción.
En el Ejecutivo correntino destacaron que con el sistema vigente nunca hubo denuncias de fraude. Pero reconocieron que hay que avanzar hacia otro modelo. En la actualidad, la puja electoral correntina tiene dos etapas. La primera es sumar partidos a los frentes. La segunda, como en todos lados, cosechar votos. La razón de aglutinar sellos es que las alianzas electorales no se presentan con una única boleta en el cuarto oscuro: hay tantas como fuerzas tenga el frente. De allí que a mayor cantidad de partidos, mayor presencia de boletas en el lugar de votación.
Sin embargo, en la casona de Salta y 25 de Mayo consideraron que la modernización debe ir acompañada de una discusión más amplia y adaptada a la idiosincrasia de los correntinos. Y resaltaron que Valdés ya promovió transformaciones como el voto joven y la paridad de género. Las fuentes cercanas al Gobernador consultadas por Infobae fueron tajantes: “No saldrá nunca del Senado. Allí están los legisladores radicales que responden a Valdés. Es otra realidad”, subrayaron.
Coincidencias y discrepancias
En Entre Ríos el escenario es diferente. El proyecto de reforma política lleva la firma de Frigerio. Y en lo que refiere a Boleta Única de Papel (BUP) hay acompañamiento del justicialismo. El ex gobernador peronista Gustavo Bordet impulsó en su momento su implementación, pero la interna oficialista boicoteó la iniciativa.
Hay otros factores que complican el avance. Es que la implementación de la Boleta Única, que recién se pondría en práctica en 2027, está dentro de un proyecto mayor. El Gobierno quiere reestructurar todo el escenario político y presentó un nuevo modelo de Código Electoral. Este esquema de 270 artículos avanza también sobre tiempos y modos de campaña, el rol del Estado en la publicidad de los comicios y hasta las formas de presentación de las candidaturas.
El PJ avala la Boleta Única, pero tiene reparos en otros puntos como el plazo de convocatoria (que se acortaría de 150 a 110 días) y en el diseño de la BUP que el peronismo quiere que sea igual a la nacional (partidos en columnas y cargos en hileras).
Frigerio impuso su mayoría en Diputados y contó con el acompañamiento de los libertarios. Pero en el Senado la correlación de fuerzas es diferente. El justicialismo tiene 9 de las 17 bancas. La baja momentánea del senador Juan Cosso por enfermedad deja a la Cámara en empate. El Gobierno provincial ya aprovechó esta circunstancia en la aprobación del RIGI. El voto de la vice, la radical Alicia Aluani, quebró en ese momento la simetría.
El oficialismo tiene ahora una disyuntiva: o acelera y consigue la sanción definitiva de esa manera o reabre las negociaciones para que la reforma política salga con acuerdo del peronismo.