Las voces de entusiasmo y desánimo conviven en el radicalismo cordobés. Dentro de Juntos por el Cambio, y con Luis Juez como candidato a gobernador, la UCR logró una buena elección en el 2023 pese a haber perdido la Gobernación ante Martín Llaryora con una ajustada diferencia. Pero para la legislativa del próximo año el partido centenario enfrenta un desafío incierto y con pocas reglas claras: La Libertad Avanza perdió a Diana Mondino como posible candidata, en el oficialismo tampoco aparecen nombres claros tras el rechazo de Juan Schiaretti, hay dudas con el poder de daño que pueda tener Cristina Kirchner y el Frente Renovador también dice “presente”. A ese mar revuelto se le suma la propia interna radical que no define una estrategia y se suman gestos de referentes nacionales que provocan malestar, como fue el caso de Gastón Manes.
En los últimos días, el presidente de la Convención Nacional de la UCR participó de un acto junto al intendente Gustavo Benedetti y Myrian Prunotto, vicegobernadora del peronista Llaryora, en el marco del aniversario 246 del Origen de Arroyito. Para los radicales que conducen el Comité local tanto Benedetti como Prunotto son considerados “traidores” del partido centenario, ya que ambos integran el oficialismo. “No debe olvidar la responsabilidad que le cabe como autoridad del máximo órgano federal del partido debiendo evitar con sus acciones confundir al electorado cordobés”, publicaron en las redes sociales y adelantaron que evalúan iniciar acciones legales.
Cerca de Manes acusaron a Rodrigo de Loredo de ser el responsable del comunicado, al que calificaron de “desubicado”. De hecho, para el hermano del neurólogo no existió ningún tipo de gravedad en la foto que circuló con la vicegobernadora. “Rodrigo pide gobernabilidad para Javier Milei, ¿Por qué no hace lo mismo con Llaryora?”, ironizan en su entorno. No es la primera vez que sucede este tipo de desencuentros. Durante toda la campaña presidencial del 2023, los que representaban las “palomas” de Juntos por el Cambio quisieron ampliar la coalición con Schiaretti. Las innumerables fotos de Facundo Manes y Horacio Rodríguez Larreta, entre otros, con el entonces gobernador fastidiaban a Juez y De Loredo, quienes consideraban que confundían al electorado local.
El malestar que generó la presencia de Gastón Manes en Arroyito no es más que un reflejo de la interna radical a nivel nacional que provocó la ruptura del bloque en la Cámara de Diputados. Por momentos, De Loredo siente cierto alivio desde la creación de Democracia para Siempre y mira de lejos la falta de acuerdo entre los 12 miembros de la bancada que preside Pablo Juliano para dar quórum en las últimas sesiones. Sobre todo durante el intento de aprobar el proyecto de Ficha Limpia y rechazar el DNU 846 que le permite al ministro de Economía, Luis Caputo, renegociar la deuda en moneda extranjera sin pasar por el Congreso. “Están para el psiquiátrico”, bromean cercanos al cordobés.
Ante el fracaso de la sesión para aprobar Ficha Limpia, que busca prohibir que los condenados por corrupción sean candidatos, De Loredo cree que al menos logró instalar la idea de un acuerdo entre el Poder Ejecutivo y el kirchnerismo. “Esa bala le entró al Gobierno”, analizan sus asesores. Pero sabe que esa estrategia ambigua - de ser por momentos opositor y por momentos oficialista- puede traerle problemas en Córdoba. A su favor, el gobernador peronista, su máximo enemigo electoral, transita la misma situación. “Llaryora no tiene candidato para el 2025 y tampoco discurso”, observa.
El oficialismo de Córdoba cuenta con un Schiaretti con altos números de aceptación entre los votantes. Pero el ex gobernador se niega a encabezar la lista de diputados el próximo año. Está enfocado en construir un espacio de centro con Rodríguez Larreta, Martín Lousteau y los dirigentes cercanos a Florencio Randazzo, pero ya descartó de plano una posible candidatura. En los últimos días tomó fuerza la figura de Natalia de la Sota, pero también es tentada por el Frente Renovador. “Hay que ver qué hace Cristina, porque puede llegar a conseguir unos 10 puntos y hacer mucho daño al esquema electoral”, observan los radicales locales.
La Libertad Avanza ya había mostrado a Mondino como posible cabeza de lista en los actos que Gabriel Bornoroni y Martín Menem organizaron con referentes cordobeses. Con su salida de la Cancillería, su nombre desapareció del esquema electoral. Si los correligionarios se seguían por las declaraciones de Karina Milei, la encargada de instalar el partido en todo el país y la que probablemente tenga la lapicera para las nóminas, los libertarios van a priorizar los candidatos propios y hay serias dudas para construir alianzas. El que ya está anotado - aunque no lo hayan llamado - es Luis Juez. Durante una entrevista con Alejandro Fantino se mostró emocionado por un gesto que el Presidente tuvo con su hija y se mostró abiertamente dispuesto a abrazar las “fuerzas del cielo”. Quiere ser candidato a gobernador en el 2027 y eso enfurece de De Loredo.
El presidente del bloque de la UCR en Diputados siente que ya dio un paso al costado el año pasado para acompañar a Juez en su tercer intento de ganar la provincia. Ahora es su turno. Según pudo saber Infobae, se ilusiona con los números que le muestran sus encuestas. Para el 2025, tiene establecido el mes de marzo como fecha límite para hablar de candidaturas, listas y posibles alianzas. Mientras tanto, se cuelga los laureles de haber ordenado el Comité local tras la coronación de su aliado Marcos Ferrer y la unificación del bloque en la Legislatura y los Concejos Deliberantes. Hasta el año que viene profundizará la instalación del discurso confrontativo con el peronismo local, las recorridas por la provincia y las reuniones con dirigentes.