El Gobierno empezó a mover fichas para traspasar la terminal de ómnibus de Retiro de la Nación a manos de la Ciudad de Buenos Aires, un reclamo histórico del distrito que se conversó en distintas administraciones, pero nunca prosperó. Para forzarlo, aumentó de 3,6 a 34,2 millones de pesos el canon que debe pagar mensualmente la concesionaria que maneja Néstor Otero, “el zar de Retiro”. En paralelo, la Casa Rosada empezó a conversar incipientemente la transferencia con funcionarios del jefe de gobierno porteño, Jorge Macri. En el PRO abrazan la medida, pero la consideran insuficiente.
Retiro, con sus locales comerciales, estacionamientos y terrenos, es una caja fenomenal que Otero explota desde 1993, con la connivencia de las distintas administraciones y prácticamente sin actualización de los montos por el “alquiler” del lugar. A principios de octubre, el Gobierno subió la tasa ostensiblemente: mediante la resolución 37/2024, modificó el canon de $3.654.876 que había permanecido inmutable desde 2020 a pesar de la escalada de inflación, durante el mandato de Alberto Fernández- y lo llevó a $34.258.624. Además, estableció una “revisión periódica”, más allá de los costos, a través de una fórmula de actualización cuatrimestral.
La sociedad concesionaria, TEBA S.A., que controla Retiro desde hace más de 30 años y genera ingresos millonarios cada mes, es manejada por Néstor Otero, empresario múltiples veces investigado en diversas causas por la Justicia Federal por lavado de dinero y coimas, entre otras acusaciones por las cuales, en algunos casos, fue procesado y condenado. Ayer, el magnate estuvo en la Casa Rosada para quejarse por ese aumento ante el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, y el secretario de Transporte, Franco Mogetta, que le concedieron una reunión en las oficinas de Interior, en la planta baja de la Casa Rosada. Los funcionarios escucharon su reclamo, dijeron que lo analizarían, y le plantearon la posibilidad de un traspaso a la Ciudad.
Mientras tanto, funcionarios nacionales avanzaron en conversaciones por Retiro con sus pares porteños, específicamente entre las áreas de Transporte, que en CABA funciona bajo el Ministerio de Infraestructura de Pablo Bereciartua. En Balcarce 50 deslizaron que están avanzando en gestiones preliminares con la administración porteña. En Parque Patricios dijeron que no estaban al tanto de la conversación con Otero, pero reconocieron que vienen discutiendo el traspaso con la Nación. “No sabíamos de esta reunión, pero Retiro estuvo en varias reuniones con Nación por distintos temas. Cada vez que podemos reiteramos la voluntad de que nos la transfieran”, dijeron en Uspallata.
Sin embargo, en el PRO porteño, por lo bajo, consideran que tanto el eventual pase de la terminal, como el de las líneas de colectivos, son poca cosa. “Hacen alarde de que quieren ayudar, pero las cosas grandes no las transfieren. El puerto es importante en términos económicos. 31 líneas de colectivo y la terminal de Retiro son medidas insignificantes. Hace gestos de colaborar, pero en cosas chicas”, deslizan en susurros. En la Nación confirmaron que ese traspaso no está en discusión ni lo estará. “Ni siquiera (Mauricio) Macri cuando fue presidente se lo dio a la Ciudad, es demasiado importante”, dijeron.
El Gobierno tomó la decisión de aumentar la tasa por el manejo de Retiro en un 837% para disponer las condiciones de deshacerse de la única central de ómnibus que depende del Estado nacional. “Es lo que corresponde, la tiene que tener la Ciudad”, dijeron en Transporte. Si se hiciera el traspaso, quedaría por verse si la Ciudad le facilitaría mantener la concesión a Otero, que obtuvo y prorrogó a lo largo de más de tres décadas, bajo sucesivas administraciones de todos los colores políticos, los permisos para controlar la redituable central de trasbordo.
No sería improbable: TEBA S.A. cuenta también con la concesión de la terminal Dellepiane, que funciona bajo la órbita porteña y fue creada hace unos 10 años para conectar a la ciudad con la zona oeste, pero está prácticamente en desuso. En la administración de PRO dicen que están a ciegas sobre los contratos vigentes en Retiro y evitan adelantar condiciones antes de tomar cualquier determinación sobre Retiro. “Tendríamos que ver cómo están las cosas, no tenemos información”, dijeron.
El Gobierno y la Ciudad mantienen una relación tensa por la amenaza de La Libertad Avanza y Karina Milei de cara a las Legislativas del año que viene y, sobre todo, las de 2027. Pero también por la falta de respuestas concretas, especialmente de parte del Ministerio de Economía, a los reclamos que viene planteando Jorge Macri (siempre por lo bajo, para evitar aparecer enfrentado al líder con mejor imagen positiva entre sus propios votantes). Además del puerto, para que Economía sistematice el pago de la coparticipación que se ejecuta todas las semanas pero a discreción de la Nación; o brinde avales a Macri para endeudarse con organismos internacionales que les permitan avanzar con obras de infraestructura, entre otras demandas.
La “entrega” de Retiro sería un gesto de los libertarios para los amarillos de la Ciudad que no le representaría un costo fiscal a la Nación ni una pérdida significativa de ingresos, al igual que el pago de deudas a los distritos con transferencias de terrenos y edificios públicos del recién lanzado Régimen de Reparación Federal. Sería conceder ante una exigencia con la que viene insistiendo el primo de Mauricio Macri, una medida que en la Ciudad algunos consideran insuficiente.