Alberto Fernández y el juez Julián Ercolini no se veían las caras desde marzo de 2019, cuando acudieron al entierro del ex procurador Esteban Righi. En el medio, el ex presidente había cuestionado duramente al magistrado por el caso Vialidad. Y en el medio ocurrió el escándalo de “Lago Escondido”, impulsado por Fernández desde una cadena nacional. La tensión se respiraba en el ambiente.
Fernández llegó a Comodoro Py con ganas de “desahogarse”. “Se fue conforme porque le dijo a Ercolini en la cara lo que quería”, contó un allegado.
La audiencia comenzó unos minutos antes de lo previsto. Ercolini ingresó al despacho y Fernández le dio la espalda. El ex presidente estaba visiblemente nervioso. Pasaron unos segundos hasta que se dieron la mano. El primer cruce ocurrió por la lectura de la imputación. “Es una barrabasada”, fue la contestación de Fernández. El juez insistió con que se lea, pero no hubo caso. “Ya la leímos”, contestó Fernández, sentado junto a su abogada en esta causa, Mariana Barbitta.
Durante la indagatoria, Fernández defendió el decreto 823, que terminó con el sistema de coaseguro y le entregó el monopolio a Nación Seguros. Sostuvo que ese norma terminó con la “cartelización” aunque destacó que no la impulsó él. “Eso pueden verlo en el sistema de seguimiento de expedientes de la administración pública nacional, y en un mensaje de texto que tienen ustedes de Pagliano y que yo conocí por los medios, donde él me explica que el Ministerio de Economía, la Superintendencia de Seguros y Nación Seguros habían dado inicio a un expediente para que todos los seguros queden en Nación Seguros aplicando la lógica del decreto de Duhalde y de los decretos que firmó Cristina Fernández de Kirchner, de que todos los sueldos se pagan por el Banco Nación, todos los pasajes aéreos de funcionarios son por Aerolíneas Argentinas y de que todo el combustible del Estado Nacional se compra en YPF”, dijo.
No fue casual la mención de Cristina Kirchner.
Además, el ex presidente sostuvo que el decreto cuestionado fue “una decisión política que no debería ser objeto de materia penal ni de judicialización”. “No entiendo qué hago dando explicaciones de esto ante un juez penal”, se quejó, según consta en la declaración completa, a la que tuvo acceso Infobae.
Fernández también intentó desligarse del broker Héctor Martínez Sosa. “He tenido siempre una relación de afecto. Pero jamás pedí a nadie que un seguro del estado pase a través de sus manos o lo tomen a él como asesor de seguros. Héctor Martínez Sosa me conoce y conoce mi rigidez en ese tema. En mis cuatro años de mandato no creo haberlo visto o haber hablado con él más de cuatro o cinco veces, y siempre hablamos de cuestiones sociales, nunca de cuestiones de su negocio, que desconozco. No creo que sea delito conocerlo”, dijo.
La semana pasada apareció una foto en el expediente que reveló que se juntaron en la quinta de Olivos durante su mandato. La imagen estaba en el teléfono de su secretaria, María Cantero.
Al final de la indagatoria, Fernández contestó tres preguntas formales de su abogada y le exhibieron chats que figuran en el expediente. Puntualmente, el fiscal Carlos Rívolo pidió que le muestren unos mensajes con su secretaria María Cantero, que Infobae reveló el 4 de agosto.
- Maria Cantero: Hola Jefe como estas?
- Alberto Fernández: Todo bien
- MC: Tengo un problema están sacandole Cancillería a Hecky (su marido) están nombrando otro productor. Hecky va a hablar con Juan Manuel. Ya le sacaron algunas cuentas ... La Campora armar broker. Pero Cancillería son nuestros (sic).
Acto seguido, la secretaria le reenvía al Presidente un mensaje que le habría mandado su marido: “Buen día! Ingresó en Provincia ART una carta de designación de Cancillería a favor de NET Broker. La firma Pablo Delgado, de la Secretaría de Coordinación y Planificación Exterior”. La respuesta de Alberto Fernández fueron tres palabras: “Ya me ocupo”.
Cuando le mostraron el chat, el ex jefe de Estado intentó explicar esa frase: “El ‘ya me ocupo’ consistió en llamar al Canciller y preguntarle si había algún problema con el seguro de Provincia ART. Le adverti que algún pícaro estaba queriendo nombrar algún asesor de seguros, y que tenga cuidado que no sea una maniobra en la que alguien pretendiera sacar ventaja. Ése es el sentido de lo que hablé y del ‘ya me ocupo’”.
El final de la indagatoria se demoró más de lo previsto con trámites formales. Fernández se enfadó cuando se enteró que los periodistas lo esperaban en la puerta del juzgado. “No era lo que se había acordado”, se quejó. Hubo llamados y negociaciones entre la custodia del ex presidente y los policías que trabajan en Comodoro Py.
Un día antes, su abogada había pedido una “zona liberada”. “Solicito que desde el Juzgado se arbitren los medios necesarios para impedir el acercamiento y proximidad de terceros ajenos al lugar y/o al presente proceso, garantizando la máxima seguridad e integridad del Dr. Fernández, e impidiendo la formación de tumultos o perturbaciones en el edificio judicial alrededor de la mencionada audiencia”, reclamó la defensora.
El ingreso a Tribunales se hizo de esa manera, bajo un fuerte operativo de seguridad, pero la salida fue más caótica. Fernández salió apurado por el pasillo del cuarto piso y se subió a un ascensor que había sido frenado especialmente por la custodia. “¿Le pegó a Fabiola?”, escuchó en medio de la multitud. La pregunta lo enfadó.