El vocero presidencial, Manuel Adorni, replicó hoy las últimas críticas que Horacio Rodríguez Larreta hizo públicas contra el presidente Javier Milei a través de una carta pública. Ayer, el ex jefe de Gobierno porteño difundió un trabajo de la fundación Movimiento al Desarrollo que alerta sobre los discursos de odio y elaboró una recopilación de insultos que el Jefe de Estado ha emitido.
“La gente confió en Milei y no confió a él cuando era precandidato. Son opiniones, las respetamos, pero resulta intrascendente el análisis que pueda hacer”, planteó Adorni en el marco de una conferencia de prensa desde Casa Rosada. “Según las últimas elecciones PASO, el precandidato a presidente, porque nunca llegó a ser candidato, se quedó en la precandidatura, sacó un 10% de los votos, así que 9 de cada 10 argentinos no cree en lo que dice él”, agregó el funcionario.
Con relación a los cuestionamientos hacia Milei por ejercer “violencia verbal”, el vocero presidencial los minimizó, y señaló que el Presidente “tiene una forma muy estricta de responder ate determinados grupos de gente que le han hecho mucho daño a la argentina o él en lo personal”. “La violencia no está en las formas, sino en los actos y los resultados de esos actos”, completó.
Carta Pública
Ayer, Larreta reapareció en sus redes sociales para cuestionar la “división” de los argentinos que -según él- busca el líder libertario. “Desde que asumió la presidencia de la nación, usted ha utilizado 32 términos para insultar y descalificar a personas e instituciones”, sostuvo. Y agregó: “Entre los términos despectivos que más ha utilizado se cuentan “zurdos” (301 veces), “degenerados” (184) o “hijos de puta” (110). Ojalá que este tema le preocupe tanto como a mí”.
“Somos muchos los argentinos que no pensamos como usted. Todos y cada uno merecemos respeto, paz y tolerancia. Usted tiene una enorme responsabilidad. Cada uno es lo que dice. No se trata de ‘formas’. En democracia las formas son el fondo. Las palabras son importantes. De hecho, todos sabemos que son el lugar donde siempre comienza la violencia”, completó el dirigente.
Larreta introdujo el mensaje al recordar que pasó más de un año de la victoria de Milei en el balotaje frente a Sergio Massa. En aquel proceso electoral, compitió como pre candidato a presidente en el frente Juntos por el Cambio, y fue derrotado por la actual ministra de Seguridad, Patricia Bullrich.
“Ha pasado un año ya de la elección que lo convirtió en Presidente de todos los argentinos. Fue una victoria contundente que puso de manifiesto la voluntad de cambio de la mayoría. En ese instante terminó la campaña electoral para todos. Excepto para usted”, cuestionó Larreta.
En el informe, además, se advirtió sobre la diferencia en los estilos de comunicación. “Partimos de la premisa de que en el discurso político las palabras no representan un ´modo´ de decir las cosas. Esto se ve reflejado de manera muy nítida en el discurso del Presidente Milei, cargado de insultos y humillaciones. En este sentido, el problema no son las ´formas´ del discurso del Presidente. El problema es el contenido del discurso del Presidente”, argumentan los autores del trabajo.
Milei suele desechar las críticas a sus formas, enmarcando su retórica en la batalla cultural que considera un eje tan importante como el económico y el político para su gobierno.
“Si Usted no da la batalla cultural, le va a pasar lo que a Chile, que tuvo un exitoso modelo económico, fue sostenido en el tiempo, pero en algún momento se cayó porque el socialismo de a poco fue tomando las instituciones, la educación y los medios de comunicación. Con eso atacó el sistema. Hay que dar la batalla en todos los planos, si uno no tiene presente eso va camino al fracaso”, afirmó durante un reciente reportaje concedido al informático ruso-estadounidense Lex Fridman.
En contraste, el informe elaborado por la fundación Movimiento al Desarrollo y que compartió Larreta, alerta que en la violencia discursiva un riesgo para el sistema democrático. “Hace ya 41 años, pero hace solo 41 años, la sociedad argentina dio por cerrada una etapa en la cual pagó muy caro la confusión entre violencia y autoridad, poder y sometimiento y libre expresión con golpismo. La cooperación como práctica política por sobre la confrontación fue excepcional en gran parte de nuestra historia”, finalizó.