Según un informe reciente de la Jefatura de Gabinete de Ministros, el gobierno nacional estimó que 1.803.000 argentinos emigraron entre 2013 y 2023, por diversos motivos, y que los principales destinos fueron España, Estados Unidos e Italia.
La cifra surge de una de las respuestas del jefe del Gabinete de la Nación, Guillermo Francos, a una de las 1093 preguntas que le enviaron los senadores nacionales en el marco del tercer informe oficial de gestión que realizará hoy ante la Cámara Alta.
Según la proyección oficial, la lista de destinos que prefieren los argentinos para radicarse por un tiempo son España, Estados Unidos, Italia, Brasil, Paraguay, Uruguay, Chile, Israel, México y Alemania. En el top 20, los países elegidos son Bolivia, Canadá, Australia, Reino Unido, Perú, Francia, Suiza, Venezuela, Colombia y Ecuador.
Ahora bien, el dato se trata de una estimación realizada por el Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto, con base en cálculos oficiales, y no a un registro preciso de residentes. Para llegar a ese dato, se utilizó un índice de 4 a 1, para inferir el total de la comunidad potencial en el extranjero, sobre los 450.697 argentinos efectivamente registrados en el padrón electoral del exterior. Es que la nómina de votantes implica una sub representación para la magnitud real de connacionales que viven fuera del país, porque no todos denuncian el cambio de su domicilio en el exterior.
Esta metodología se utiliza debido a las dificultades para obtener un registro preciso de la diáspora argentina. Según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), debe considerarse como emigrado aquella persona que no regresa en un período mínimo de un año. Sin embargo, en Argentina no hay un cruce obligatorio de datos de egreso e ingreso ni un registro consular obligatorio sobre permanencia en el exterior. El padrón electoral es lo más cercano para proyectar la población emigrada.
Desde la implementación del decreto 403/2017, todos los ciudadanos argentinos mayores de 16 años que cambian su domicilio al exterior en el DNI son automáticamente incluidos en este registro, siempre que el cambio se realice hasta 180 días antes de una elección. Antes de este decreto, el registro era voluntario, lo que complicaba aún más la cuantificación de los residentes que viven fuera del país.
Los Consulados argentinos también contribuyen a realizar estos cálculos a través de datos registrados en sus jurisdicciones, aunque estos datos son considerados aproximados debido a su naturaleza mixta, que incluye tanto fuentes formales como informales. La falta de un sistema unificado y obligatorio implica que estas cifras sean más bien inferencias que datos exactos.
Preferencias políticas
Los emigrados tienen una tendencia de voto bien definida. Por lo general, rechazan las opciones peronistas, o bien, desisten de emitir sufragio. En las últimas elecciones presidenciales, solo el 10% del padrón habilitado en el exterior participó del proceso electoral, y votaron únicamente 51.252 personas, según el escrutinio definitivo de la Cámara Nacional Electoral (CNE). Considerando el voto en el exterior como distrito único, Javier Milei obtuvo un aplastante triunfo con 37.413 votos, lo que representa el 74,4% del total, mientras que Sergio Massa recibió 12.833 sufragios, equivalentes al 25,5 por ciento. Además, se registraron 582 sobres sin boleta (votos en blanco) y 424 votos nulos.
El amplio margen de Milei en el exterior se alinea con la tendencia observada en distritos de mayor poder adquisitivo, donde el libertario obtuvo una mayoría significativa.
El voto en el exterior se realiza desde hace años con boleta única de papel - el sistema electoral que se estrenará el próximo año a nivel nacional- en 137 representaciones diplomáticas y consulares distribuidas en 86 países. Las ciudades de Miami, Santiago de Chile, Madrid, Barcelona y Montevideo suelen concentrar la mayor cantidad de votantes argentinos.
El bajo nivel de participación se atribuye, en parte, a la limitada cantidad de lugares habilitados, lo que obliga a muchos ciudadanos a recorrer largas distancias o, incluso, a no poder hacerlo. Pero también incluso al desinterés a realizar el trámite consular que implica denunciar el cambio de DNI.
Durante la gestión de Mauricio Macri, estuvo permitido el voto por correo, pero se discontinuó. A partir de las próximas elecciones, se reanudará esa modalidad, luego de que el pasado 18 de octubre se publicó en el Boletín Oficial la nueva Ley N°27781, que volvió a habilitar esa opción.
“La emisión del sufragio en el exterior se realizará utilizando la Boleta Única establecida en el Código Electoral Nacional, las que serán idénticas para todos los países. Los electores en el exterior podrán ejercer su derecho al sufragio, optando libremente por el voto presencial en sedes consulares o mediante el voto por correo postal. La Cámara Nacional Electoral será responsable de la implementación de ambas opciones”, dice el artículo 5 bis de esa norma.
Debate sobre la diáspora: ¿éxodo o continuidad histórica?
En los últimos años, el fenómeno migratorio argentino viene generando controversia en la discusión política. El ex presidente Mauricio Macri lamentó en varias ocasiones durante el gobierno del Frente de Todos el “aluvión” de argentinos que, según él, estarían abandonando el país. Macri calificó esta tendencia como una “fractura en la historia argentina”.
Sin embargo, desde la entonces gestión de Alberto Fernández refutaron esas afirmaciones, al señalar que la cantidad de argentinos en el exterior se mantiene dentro de las cifras históricas. “No es cierto que haya cifras reales ni estadísticas que hablen de un éxodo de argentinos”, explicó la ex vocera presidencial Gabriela Cerruti, ante una de las cartas que había publicado por ese tema el fundador del PRO.
La entonces portavoz dijo que la media de la diáspora no había variado significativamente desde el año 2001, y que hablar de “éxodo” era una forma de promover un discurso que busca “generar desánimo y minar nuestra autoestima y la confianza en nuestro futuro”.