El Comité Nacional de la UCR informó hoy que en la madrugada del sábado 23 de noviembre sufrió un nuevo ataque cuando dos personas bajaron de un auto, robaron los fusibles y cortaron la luz del edificio ubicado en Alsina 1786. Este nuevo incidente quedó registrado en las cámaras de seguridad y fue denunciado apenas se conoció.
Se trata del segundo ataque contra la sede de la UCR nacional en menos de un mes. “Ni aquel ni este son delitos comunes, como los que lamentablemente padecemos a diario los argentinos y argentinas. Se trata de la sede de un partido político nacional y los ataques no tuvieron ningún fin económico. En el primer episodio, quienes ingresaron hicieron destrozos, pero no robaron ni las computadoras. En el más reciente, la vandalización de los fusibles, conlleva riesgos de vida y ningún beneficio pecuniario”, advirtió el partido radical en un comunicado.
Según las imágenes de las cámaras de seguridad, un vehículo Citroën estacionó frente a la sede a las 1:41 de la madrugada del pasado sábado. Dos personas jóvenes descendieron, recorrieron la zona y actuaron con aparente coordinación. Mientras uno simulaba enviar un mensaje de audio desde su teléfono, el otro manipulaba el tablero eléctrico. Tras el ataque, los responsables huyeron en el mismo automóvil.
El primer incidente ocurrió el pasado 2 de noviembre. En aquel momento, cinco personas irrumpieron en la oficina del Comité Nacional de la UCR, ubicada a pocos metros del Congreso Nacional. Según se informó, estos intrusos destrozaron muebles, computadoras y revolvieron documentos sin llevarse ningún objeto de valor. El daño material incluyó obras de arte y equipos tecnológicos destruidos. El presidente Javier Milei calificó este ataque como un “autoatentado”, una declaración que desde la UCR señalaron como irresponsable.
El partido vinculó estos ataques a un contexto político más amplio y a la postura crítica por parte del presidente radicalismo a nivel nacional, Martín Lousteau, a las políticas implementadas por Milei y a la discusión de los proyectos que el oficialismo impulsa en el Congreso.
“Repudiamos este nuevo ataque contra la casa de todos los radicales y, como demócratas, nos preocupa la dinámica política a la que estamos asistiendo como sociedad. Vamos a estar parados siempre en contra de la violencia y sosteniendo la Constitución Nacional frente a aquellos que atenten contra la convivencia interna en nuestra querida Argentina”, expresaron las autoridades partidarias.
La causa por el primer ataque quedó en manos de la Unidad de Flagrancia Este, dirigida por el fiscal Federico Tropea y la auxiliar fiscal Malena Mercuriali, quienes lograron identificar y detener a los responsables. Sin embargo, la UCR cuestionó la falta de comunicación y colaboración por parte del gobierno nacional tras ambos episodios.
Los apresados por el primer incidente fueron tres personas de nacionalidad chilena, tres hombres mayores de edad (53, 22 y 24 años). El mayor de ellos poseía un pedido de captura previo e intentó fugarse cuando ingresó la policía, pero fue detenido en los fondos de la casa, en Villa Dominico, partido de Avellaneda, según precisaron las fuentes.
Durante el allanamiento, las autoridades secuestraron un handy, dos micrófonos, dos pares de auriculares, ocho celulares -entre ellos un teléfono de los utilizados por la Policía de la Ciudad para constatar antecedentes-, un posnet, una placa identificatoria de la fuerza policial porteña, dos chips, documentación de interés para la causa, prendas de vestir que habrían utilizado los implicados el día del hecho, un equipo inhibidor de frecuencia, cinco barretas de hierro, una pinza corta candados, tres destornilladores, cuatro pinzas, una llave francesa, una llave fija, un criquet, una maza, dos pares de guantes, cinco tubos de gas comprimido, tres sopletes de bronce, una computadora de escritorio, documentación del rodado y dos juegos de llaves de un domicilio.
Los investigadores llegaron a esa propiedad tras el seguimiento de las cámaras de seguridad. Las imágenes permitieron identificar el auto en el que se dieron a la fuga, un Peugeot 408, que también fue secuestrado. También se puede observar el recorrido del automóvil y el momento en el que bajar los elementos robados a un domicilio de Avellaneda.