En medio de intensas discusiones y sin garantías de quórum, la Cámara de Diputados de Argentina se prepara para debatir las modificaciones a la ley de prevención de la ludopatía y juego online. El presidente de la Cámara, Martín Menem, convocó a los legisladores para una sesión el próximo miércoles a las 12 horas, tras una solicitud de la diputada Mónica Frade (Coalición Cívica).
El proyecto de ley, que busca actualizar las medidas para prevenir el juego patológico, ha generado divisiones significativas entre los bloques políticos. El miércoles 13 de noviembre, el proyecto recibió dictámenes favorables de cinco comisiones, con uno de mayoría respaldado por la Coalición Cívica, Unión por la Patria, Encuentro Federal y Democracia para Siempre y otro de minoría impulsado por el PRO, la UCR y La Libertad Avanza.
Las tensiones se intensificaron durante el debate en comisión, que culminó en un escándalo protagonizado por la legisladora de PRO, Silvana Guidici, y su par de la Coalición Cívica, Maximiliano Ferraro. Desde la CC se acusa al PRO y a La Libertad Avanza de intentar obstruir el debate al remitir el tema a cinco comisiones, cuando la Ley Bases sólo pasó por dos. Además, critican que estos partidos presentaron un proyecto propio en el último momento, tras meses de discusión, lo que consideran una estrategia para complicar el proceso.
Por su parte, el PRO defiende su postura, asegurando que han trabajado de manera consciente para lograr el mejor texto posible. La falta de consenso y las acusaciones cruzadas reflejan la complejidad del debate legislativo en torno a la ludopatía, un tema que sigue siendo objeto de controversia en el ámbito político argentino.
Aunque en un principio podría ser la sesión que tiene un escenario más favorable para acceder a los 129 diputados sentados que le asegure el quórum, lo mismo sucede en medio de otros pedidos de sesiones: el intercambio entre los bloques para avanzar en lo que cada uno propone es lo que dificulta la situación.
“Estamos trabajando para conseguir el número”, explicó una fuente de la Coalición Cívica. “Aunque es la menos comprometida de todas las sesiones, nadie podría asegurar que esté el número”, señalaron desde otro de los bloques de la oposición.
Con tantas sesiones programadas, con temas tan diferentes, y pedidas por los diferentes bloques, hoy el cruce está en quién le da quórum a qué. Por ejemplo, desde el bloque que comanda Miguel Ángel Pichetto ya definieron que, si los bloques de la oposición no acompañan el martes cuando se debata el rechazo al DNU de deuda, ellos no bajarán para el resto de las sesiones. Algo similar es la posición que está tomando el grupo de los radicales no liberales que se encuentra en Democracia par Siempre.
“El debate no es el tema sino los acompañamientos. Ir y no tener quórum, pero después darles el número a los que no te acompañaron es complejo”, explican. “Es una muestra muy fuerte de debilidad parlamentaria”, agregan.
Pero, una vez superado el conflicto sobre el número de quórum, si avanza la sesión, se espera un fuerte debate respecto de un artículo en particular: el número seis.
Ese apartado, que fue el que desató el enfrentamiento entre Giudici y Ferraro, se refiere a las restricciones de la publicidad, promoción y patrocinio del juego online.
En el caso del proyecto de la CC-Ari, establece que se “prohíbe la publicidad, promoción y patrocinio de los juegos de azar en todas las plataformas y redes sociales a través de Internet, las tecnologías de la información y la comunicación, la comunicación audiovisual, la publicidad exterior, la cartelería en la vía pública o en espacios privados de uso público, medios de difusión gráfica, radiales, televisivos, emplazamiento del producto, podcast o cualquier otro medio de comunicación actual o que surja en el futuro”.
Pero, además, “prohíbe la publicidad indirecta o encubierta a través de influencers, de programas infomerciales y/o la publicación onerosa o no, de testimonios de deportistas, personajes famosos, figuras de relevancia pública o personajes de ficción”.