El gobierno de Axel Kicillof respaldó la puesta en marcha de las mesas distritales “Es con Axel”, que tienen como objetivo fortalecer la figura política del mandatario provincial en medio de la discusión interna que aflora dentro del peronismo bonaerense.
Las mesas distritales fueron moldeadas por intendentes y dirigentes que se apoyan en el mandatario provincial y buscan ungir a Kicillof en lo que será la negociación por la famosa “lapicera” en pos de la estrategia electoral para el año que viene y -más en el tiempo- en 2027. El plan es fortalecer al gobernador para cuando llegue el momento de la negociación electoral con las otras patas políticas del espacio con los que convive en la Provincia: La Cámpora y el Frente Renovador.
El anuncio de las llamadas mesas distritales trajeron la “sorpresa” de La Cámpora. Puntualmente, porque una de las primeras que se anunciaron fue en Hurlingham, donde gobierna Damián Selci, uno de los intendentes que integra la agrupación que comanda Máximo Kirchner. La exdiputada nacional y actual secretaria de ambiente del distrito, Florencia Lampreabe advirtió en su cuenta de X que no creía que Kicillof estuviera detrás de ese esquema y “mucho menos en Hurlingham donde siguen pendientes las 5 obras a las que se comprometió ante miles de vecinos en febrero de este año. Por ejemplo, la repavimentación de la Ruta Provincial N°4, la finalización del Polideportivo de Villa Tesei o la creación del Polo Educativo de William Morris”. Por el contrario, insinuó que quien promovía ese armado en el distrito de la Primera sección electoral era el exintendente Juan Zabaleta.
Este lunes, el ministro de Gobierno bonaerense, Carlos Bianco fue consultado en su habitual conferencia de prensa por el despliegue de las mesas distritales y aseguró que “son compañeros que se organizan para apoyar al gobernador, a sus ministros y al gobierno de la provincia de Buenos Aires”.
Lejos de desentenderse del tema, Bianco agradeció “a esos compañeros” -que están trabajando en las mesas “Es con Axel”-, porque “en tanto tengamos el mayor apoyo político posible, nosotros tenemos más potencia política y en la gestión para seguir reclamando lo que le corresponde a la provincia de Buenos Aires y para poder llevar adelante nuestras políticas”.
El avance y el plan de las mesas “Es con Axel”, se dan a la par del llamado de atención que algunos intendentes de La Cámpora o cercanos al universo cristinista realizaron sobre distintas recorridas que el intendente de Avellaneda, Jorge Ferraresi, realizó la semana pasada en Quilmes y el sábado último en Lanús.
El caso de Quilmes implicó también que un concejal del peronismo -Ariel Burtoli- que responde al jefe comunal avellanedense se vaya del bloque de concejales Unión por la Patria y arme su propia bancada Unión por la Patria-Peronismo Bonaerense.
Luego, el último fin de semana, Ferraresi redobló la apuesta y recorrió el municipio de Lanús donde gobierna otro camporista como Julián Álvarez. Estuvo en Villa Porá y allí destacó la intervención realizada por el Organismo Provincial de Integración Socio Urbana (OPISU); un área netamente kicillofista que comanda Romina Barrios, una funcionaria que responde a Bianco. Semanas atrás, Álvarez había reclamado al OPISU por la “retirada” en un proyecto de viviendas que empezó a entregar sus primeras unidades, denunciando -además- la falta de recursos provinciales en el distrito.
Las tensiones no ceden e implicaron la intervención pública de otros intendentes peronistas en la discusión peronista. El jefe comunal de Ezeiza, Gastón Granados, planteó que “son tiempos difíciles para quienes nos toca gobernar municipios del conurbano, con el actual gobierno nacional”, y que en este contexto “los bonaerenses no necesitan que los dirigentes revisen a las gestiones de municipios vecinos como lo viene haciendo Jorge Ferraresi. Nuestra obligación es estar unidos, organizados y no darle espacio a que el gobierno nacional continúe avanzando con sus políticas de ajuste”.
Iván Villagrán, de Carmen de Areco, también se manifestó en la misma sintonía. El jefe comunal que forma parte de La Cámpora, salió a respaldar sus colegas de Quilmes y Lanús. “Como intendente peronista del interior bonaerense me siento preocupado por las acciones llevadas a cabo por Jorge Ferraresi las cuales solo tienden a dividir y a debilitar al peronismo en su conjunto”, planteó el arequense. “Nuestro deber, como militantes y como dirigentes, es trabajar unidos para que nuestros vecinos, aún con un gobierno nacional que los olvida, tengan la esperanza de que un futuro mejor es posible”.
“Me consta que Mayra Mendoza y Julián Álvarez trabajan todo el día sin parar en sus municipios, cara a cara con la gente. No necesitan que nadie haga de auditor externo de sus gestiones, y menos el intendente del distrito de al lado. Como decía Perón, ‘a aquel que no corra por su andarivel o moleste al que corre al lado, lo tenemos que descalificar’”, arremetió el intendente de Hurlingham.
La Cámpora salió en bloque a cuestionar no solo las recorridas de Ferraresi, sino el funcionamiento de las mesas “Es con Axel”. Otro intendente camporista como Waldemar Giordano, del distrito de Colón, planteó: “Hoy, estas mesas, no son el camino. En este momento donde tenemos la obligación de trabajar y gestionar en defensa de nuestros vecinos, donde se ha hecho tan caro vivir y acceder a la salud, creo que todos los que tenemos responsabilidades no tenemos que perder tiempo en acciones dañinas para el conjunto”.