En el marco del X Congreso Argentino de Derecho Ambiental, organizado por la Fundación Expoterra y la Carrera de Especialización en Derecho Ambiental de la UBA, que tuvo lugar en la Facultad de Derecho el jueves 21 y el viernes 22, el juez de la Corte Suprema Ricardo Lorenzetti, aseguró que “la primera enseñanza de estos 10 años para el futuro es que uno debe permanecer en las ideas durante mucho tiempo. No importa lo que cambia alrededor, las ideas son lo que nos da identidad, lo que le da sentido a la vida, lo que nos dice por qué estamos acá, para qué vivimos, cuáles son nuestros ideales. En esta década pasó de todo, pero las ideas se mantuvieron. No solo se mantuvieron sino que se expandieron notablemente”.
El juez de la Corte habló sobre el tema ambiental como una visión de todo el sistema jurídico, económico y social. “Lo que muchas veces ocurre es que hay muchas declaraciones y pocas aplicaciones. Por eso nos interesa que en esta multiplicidad no solo se vea la pluralidad de fuentes de derecho sino también los otros actores, por eso es importante la presencia de Charly Alberti aquí, porque él está llevando adelante la parte operativa. Tenemos que colaborar con eso, porque si no cambiamos el sentido de la economía, si no cambiamos el sentido de la gobernabilidad no vamos a encontrar grandes resultados”, dijo Lorenzetti, que también aseguró que “este tiene que ser un cambio importante en todos los sentidos, por eso necesitamos la cooperación de quienes están en otros ámbitos, haciendo actividades muy concretas para ver cómo se puede participar”.
Más adelante, el juez, que también es Director de la Carrera de Especialización en Derecho Ambiental de la UBA, mencionó: “El tema ambiental hace 10, 15, 20 años era una disciplina que pocos seguían. Hoy es una oportunidad de tener un sentido en la vida, un idealismo ambiental, que no se agota. Mientras en gran parte del mundo se dice que el cambio climático no existe, que se va a retroceder en casi todos los ámbitos de protección ambiental, nosotros vamos a decir lo contrario: aquí hay idealismo, hay mucha gente que va a seguir sosteniendo las mismas ideas y en eso estamos todos unidos y nos sentimos orgullosos”, concluyó el juez, uno de los principales exponentes a nivel mundial del derecho ambiental, Embajador Ambiental de la OEA y autor de numerosas publicaciones académicas y libros sobre la materia.
En su disertación, Lorenzetti se refirió a los procesos colectivos estructurales en los que interviene la Justicia y aseguró que “cuando tenemos un proceso de carácter estructural de lo que se trata es de modificar la estructura, el camino, cambiar las vías”. En este sentido, el juez puso de ejemplo el caso Mendoza y explicó: “La Corte en el 2008 dictó una sentencia declarativa definitiva, es decir, dijo ‘este es el caso, acá hay una violación, esto es lo que hay que hacer’. En esa sentencia nosotros fuimos muy cuidadosos en señalar claramente qué es una sentencia definitiva, y esa sentencia definitiva tiene un proceso de ejecución. La ejecución posterior plantea distintos actos procesales, y esos actos procesales tienen flexibilidad porque van cambiando. Luego de 20 años se plantea el problema de cuándo terminan los procesos colectivos y ahí es donde hay que trabajar para lograr dos aspectos centrales. El primero es: ¿avanzó o no avanzó en la reforma estructural? Es decir, ¿las vías siguen yendo para el mismo lado que estaban antes del fallo, o se corrió? El análisis es que se corrieron las vías y hay todo un sistema que va en otra dirección, el sistema actual, tanto de las instituciones como de la sociedad en la región, está hacia el lado de trabajar para la descontaminación del río”.
El juez, además, subrayó que “los tribunales tienen que marcar pautas hacia el futuro”. “Esto es casi una herejía porque los procesos siempre son hacia el pasado, uno resuelve los hechos. Lo que me parece relevante en los procesos estructurales es decir: la estructura va para allá, estas son las vías que siguen siendo vigente y, si se apartan, hay acciones”, remarcó.
Asimismo se refirió al principio de no regresión, también mencionado en el caso Mendoza que resolvió la Corte en el 2008. “¿Por qué estos principios, estas reglas enunciadas hacia el futuro? Para evitar la regresión. Pero cuidado, la regresión no es solo de los poderes ejecutivos y de los poderes legislativos, de los intendentes y gobernadores, también es de los poderes judiciales. Por eso es importante decir que nosotros somos personas en gran medida irrelevantes, porque lo que importa son estos principios y reglas, y la no regresión está ahí, por más que uno tenga distintas opiniones. Este es el contenido esencial, este es el precedente que todos debemos respetar venga de quien venga”, continuó Lorenzetti.
Seguidamente agregó: “Tenemos una enorme discusión en los poderes judiciales de todo el planeta, básicamente de occidente, por varias razones. Primero, el cambio en el estatuto del poder, esta aceleración tecnológica, esta dificultad que tienen los poderes ejecutivos y legislativos de resolver hace que casi todos los temas pasen a los poderes judiciales, entonces los poderes judiciales son relevantes porque deciden cuestiones de alta política o de gran impacto económico o social. Segundo, el sistema legal ha cambiado, ya no tiene una coherencia a priori que era hecha por el legislador del siglo XIX, y el juez o la jueza lo único que hacía era aplicar la ley, ahora el sistema es completamente abierto y uno puede relacionar tratados internacionales con la Constitución, con la ley y demás, y eso hace el derecho de caso”.
Otras exposiciones de la jornada
Además de Lorenzetti, en la apertura del evento estuvieron Leandro Vergara, decano de la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires, y Pablo Lorenzetti, miembro del Comité Académico de Fundación Expoterra y profesor y Coordinador de la Carrera de Especialización en Derecho Ambiental de la UBA, entre otros.
Pablo Lorenzetti resaltó la importancia del Congreso como un espacio de reunión y agregó: “Algo central que hemos logrado en estos años gracias a todos ustedes es consolidar lo que hemos denominado una doctrina, una jurisprudencia y una cultura ambiental latinoamericana. Este es un logro colectivo que me parece que siempre hemos predicado en este Congreso y creo que con orgullo hemos logrado”.
Por su parte, el decano Vergara destacó el valor de la Carrera de Especialización en Derecho Ambiental, pionera en el país, que “ayudó y sigue ayudando a generar una cultura en Derecho Ambiental”. En esta línea también subrayó el rol de la Corte Suprema en la materia al asegurar que “la Corte es pionera en decisiones judiciales innovadoras, que se gestaron en la universidad, porque este es el espacio donde los que son profesores, los que estudian la materia, los que comprenden lo que es la transversalidad de la cultura y del derecho ambiental”.
Asimismo, tuvo lugar la charla “Desafíos del Cambio Climático”, que contó con la participación de Charly Alberti, que además de ser uno de los fundadores de Soda Stereo, creó R21 Latinoamérica Sustentable, una organización que lidera campañas de concientización ambiental. En diálogo con la profesora de Derecho Privado (UBA) Lorena González Rodríguez, Alberti planteó que “el cambio climático no es algo que genera ni una persona, ni dos, ni veinte compañías, posiblemente algunas tengan mayor injerencia, pero radica en cada una de las cosas que hacemos cotidianamente. Por eso siempre digo que nosotros somos el problema, porque de forma individual, no cerrar la canilla cuando te cepillas los dientes parece una pavada, pero cuando lo multiplicas por miles de millones de personas eso genera un gran impacto, de la misma forma que si uno cierra la canilla, multiplicado por miles de millones de personas genera un gran impacto positivo. La multiplicidad es lo que genera o resuelve este problema. El cambio climático lo resolvemos entre todos”.
El cierre de la actividad estuvo a cargo de Antonio Herman Benjamin, presidente del Superior Tribunal de Justicia de Brasil; Sheila Abed, directora del Instituto Interamericano de Justicia y Sostenibilidad, quienes sumaron sus palabras a las de Ricardo Lorenzetti, juez de la Corte Suprema.
Benjamin, presidente del Superior Tribunal de Justicia de Brasil, destacó que existe actualmente “un divorcio en curso, un divorcio muy peculiar, peculiar en el sentido que es inesperado, el divorcio entre el derecho ambiental de un lado y lo que llamamos el derecho del clima o el derecho climático”. En este sentido, el juez brasilero remarcó la necesidad de sostener una perspectiva holística: “Las fuerzas de todos nosotros, y también del derecho, deben convergir para la protección holística de todo y no solamente de una parte”. Asimismo, resaltó que el derecho ambiental no solamente es una disciplina jurídica y autónoma, “hay instrumentos propios, hay principios jurídicos propios y todo esto es absolutamente necesario al derecho del clima”.
Por su parte, Sheila Abed, que además de ser la directora es una de las fundadoras del Instituto Interamericano de Justicia y Sostenibilidad resaltó que “la sociedad de hoy en dia navega en un mar de incertidumbre, la falta de certezas es la constante, y esta forma de desarrollarse hoy en dia de la sociedad, unido al apego increíble a la tecnología, hace que vayamos perdiendo nuestra introspección y nuestro sentido crítico. Pero además pasa algo, tenemos un mundo en donde está la no ficción y la ficción mezcladas, casi no podemos ver dónde empieza uno y dónde termina otro”. Ante este panorama, Abed aseguró que “hay que comprometerse. En tiempos de naufragios, como vivimos ahora, las ideas líquidas no salvan a los náufragos”.
En el marco del evento, Lorenzetti fue distinguido con la medalla de honor de la World Jurist Association. El anuncio estuvo a cargo de Juan Pablo Gallego, representante de la organización en Argentina. La distinción será entregada el próximo mes de Mayo de 2025 en República Dominicana.