El Papa Francisco se manifestó preocupado por la “proliferación” entre los jóvenes de las denominadas “apuestas online”, aseguró que se trata de una “falsa ilusión de una salvación individual en medio de contextos de crisis cada vez más extendidos”, y habló de la complicidad de los gobiernos con la “ludopatía”.
“Nuestros gobiernos no pueden ser cómplices de una instigación a la ludopatía que provoca serios daños a la salud emocional y financiera de nuestra juventud. Estas herramientas de juego incluso tienen los avales para patrocinar equipos de una amplia gama de deportes, generando una familiarización con las apuestas incompatible con los valores del bien común, del deporte y de una sociedad sana y fraterna”, resaltó Francisco.
Se trata de un extracto del libro “La esperanza no defrauda nunca”, al que este medio tuvo acceso en exclusiva, que el Pontífice escribió con el periodista argentino Hernán Reyes Alcaide –es el tercero juntos- de cara al Jubileo del 2025 y que sale a la venta este martes en diez idiomas: se espera su llegada al país antes de fin de año. Con temas de actualidad como la Inteligencia Artificial, la situación de los migrantes a nivel global y la situación económica de la clase media, el fin de semana trascendieron fragmentos vinculados al conflicto en Medio Oriente que levantaron polémica.
“Me preocupa la proliferación de sistemas dirigidos a captar a los jóvenes en las denominadas apuestas online, que aparecen como una falsa ilusión de una salvación individual en medio de contextos de crisis cada vez más extendidos. La masificación de los teléfonos inteligentes ha convertido al celular de cada uno de nuestros jóvenes en un casino móvil, abriéndole puertas a una multitud de opciones de apuestas cada vez más amplia y de disposición inmediata, que anestesian el sentimiento de responsabilidad”, escribió el Papa.
Las apreciaciones de Francisco se dan en un contexto de creciente preocupación a nivel mundial y de masificación de empresas de apuestas en línea que tiene su propio correlato en nuestro país.
En julio, la Iglesia ya había alertado en un documento firmado por decenas de Pastorales Diocesanas, titulado “Apostar no es un juego”, en el que reclamó medidas urgentes contra la ludopatía en los más chicos. “Equipos de la Pastoral Social de distintas provincias del país queremos expresar nuestra profunda preocupación por lo que está pasando con las denominadas apuestas online. Coincidimos en que se está naturalizando una conducta muy nociva para todas las personas, para la vida en comunidad y, sobre todo, para adolescentes y niños y sus familias”, suscribieron entonces.
“Los chicos apuestan hasta en los recreos”, sintetizaron.
El mes pasado, el propio Francisco se refirió al tema como una “adicción” y no como un “juego”. “Me da tristeza ver que los partidos de fútbol y las estrellas deportivas promuevan plataformas de apuestas. Eso no es un juego. Es una adicción. Es meterle la mano en el bolsillo a la gente, sobre todo a los trabajadores y a los pobres”, abundó.
Según una encuesta reciente de la Asociación de Loterías, Casinos y Quinielas de la Argentina (ALEA), “a 6 de cada 10 padres les preocupa que sus hijos apuesten online”. De acuerdo a ese estudio, la edad de inicio de los adolescentes es entre los 13 y los 17 años, y lo hacen, en su mayoría, para ganar plata: más del 65% respondieron que esa es la principal razón a la hora de apostar.
En ese contexto, el Congreso fue escenario en los últimos días de un acalorado debate en torno a esta problemática, que incluyó, la semana pasada, un cruce muy subido de tono entre los diputados Silvana Giudici, del PRO, y Maximiliano Ferraro, de la Coalición Cívica, que acusó a la legisladora que se referencia en Patricia Bullrich de ser “lobbysta de las empresas del juego”. Giudici en cambio le recordó a Ferraro que fue él quien “firmó el otro dictamen con los socios del juego” y defendió la prohibición absoluta y total de la publicidad que incluyó Karina Banfi al dictamen de la UCR, el PRO y la LLA.
La discusión se dio en medio de las negociaciones en el plenario de comisiones en Diputados en torno a una serie de proyectos para regular y atacar la ludopatía y las ciberapuestas. Al final, el dictamen de mayoría, con 90 firmas, tuvo la adhesión de la CC, de parte de la UCR, de Encuentro Federal, de Democracia para Siempre, de Unión por la Patria y de la izquierda, mientras que el dictamen de minoría, del PRO y La Libertad Avanza, contó con 58 firmantes.
Al filo de fin de año, fuentes parlamentarias explicaron que evalúan convocar a una sesión especial para tratar el tema.
Entre los puntos destacados del proyecto de mayoría se prohíbe la publicidad de las apuestas online en la vía pública, las redes sociales, los eventos deportivos y entre influencers -la Justicia investiga a más de una docena de conductores y artistas influyentes por la promoción de sitios webs ilegales de apuestas online-; se implementan controles biométricos y se regulan los medios de pago, y se introducen “estándares de juego responsable”.
El gran diferencial, en ese sentido, es la prohibición de la publicidad, un rubro que tuvo un fuerte lobby de las empresas del sector. En el proyecto original, de hecho, quedó fuera de esa regulación los casinos y los bingos.
Hace una semana, por una investigación a cargo de la Unidad de Delitos Económicos Complejos del Ministerio Público salteño, se desbarató una red de casinos virtuales ilegales que funcionaba entre Salta, Tucumán y Buenos Aires: se congelaron 253 cuentas bancarias.