La Asociación Gremial de Trabajadores del Subte y Premetro (Metrodelegados) llevará a cabo un paro total del servicio mañana, miércoles 20 de noviembre, en protesta por el fallecimiento de Jorge Navarro, un empleado que -según el sindicato- estuvo expuesto al asbesto.
El paro se realizará de manera escalonada. Entre las 10 y las 12 se detendrán las líneas A y B, mientras que de 12 a 14 quedarán paralizadas las líneas D y H. Finalmente, desde las 14 y hasta las 16, el cese de actividades afectará a las líneas C, E y el Premetro, según anunciaron Roberto Pianelli y Néstor Segovia, secretario general y adjunto, respectivamente.
En el texto difundido, los Metrodelegados enfatizan que la tragedia de Navarro “pudo haberse evitado”. Recordaron que, a pesar de la prohibición del asbesto en Argentina desde 2003, el personal trabajó “durante muchos años sin ser informado de la presencia” de este material en su entorno laboral. Denunciaron que las autoridades negaron el problema hasta que se comprobó que los trenes CAF 5000 contenían este mineral cancerígeno utilizado como aislante.
“Hace seis años estamos denunciando esto, se sacó un parte importante del asbesto, pero queda una parte que están postergando y, de algunos vagones de las líneas B, no se han podido desasbestizar y que expone a los trabajadores y usuarios de la línea”, dijo hoy Pianelli, en Radio Splendid. Y agregó: “Ya sacaron 200 toneladas de asbesto, pero es un proceso que va muy lento” y lo comparó con la licitación de compra de trenes para la línea B “que ya lleva cuatro años y prometieron que es para diciembre, cosa que no creemos y que, luego de la licitación para que lleguen las nuevas formaciones faltan unos cinco años más”, explicó teniendo el cuenta el tiempo de fabricación y entrega de las nuevas unidades.
Desde 2018, el sindicato ha presentado “cientos de denuncias” ante diversos organismos responsables y un Amparo Ambiental en la justicia porteña. Entre sus demandas, exigen el “urgente recambio de las flotas contaminadas”, la aceleración de las tareas de descontaminación y la ampliación de la Vigilancia Médica para incluir a trabajadores activos y jubilados, considerando que el asbesto tiene un período de latencia de varias décadas. “De las 3600 personas que trabajan en el subte, hay 2700 que estuvieron expuestas a este material cancerígeno y, cada dos años, se le hacen estudios para ver si tienen la presencia del asbesto en el cuerpo. Es más, la empresa los convoca para hacerse el chequeo médico y les da el día. Ya tenemos 107 con algún tipo de afección”, afirmó Pianelli, en diálogo con la emisora.
Andrea Salmini, secretaria de prensa del gremio, explicó que estas medidas responden al fallecimiento de Navarro, quien trabajaba en el taller de Constitución. “Estamos doloridos e indignados porque su muerte podría haberse evitado. Exigimos el cumplimiento del fallo judicial y la desasbestización completa del subte”, agregó. También insistió en la necesidad de que “no se posterguen más las licitaciones para renovar las flotas contaminadas” y que se extienda la vigilancia médica a todos los afectados.
El asbesto, conocido también como amianto, fue ampliamente utilizado en diversas industrias debido a sus fibras resistentes y flexibles. La exposición a esta sustancia ocurre por inhalación de fibras presentes en el aire de espacios contaminados, como fábricas o edificios.
Por otro lado, Subterráneos de Buenos Aires S.E. y Emova declararon que realizaron más de 3 mil estudios de calidad de aire en la red y en los espacios de trabajo, asegurando que los resultados siempre estuvieron dentro de los límites legales. Estas acciones forman parte de una comisión especial integrada por gremios, la Agencia de Protección Ambiental (APrA), la Dirección General de Protección del Trabajo, el INTI, la Defensoría del Pueblo y otros organismos responsables.