“Nada sin las personas”, sintetizó esta mañana Marcelo Colombo, arzobispo de Mendoza y flamente presidente de la Conferencia Episcopal Argentina, al ser consultado por la coyuntura nacional. Las declaraciones se produjeron tras ser elegido para presidir el Episcopado.
La decisión fue tomada por los casi 100 obispos que se reunieron en la casa de retiros de Pilar, donde se desarrolló la Asamblea General. En declaraciones a Radio Perfil, Colombo opinó que “en el origen de la economía” se encuentran las personas: “Si la economía no se pone al servicio de las personas, los números pueden dar y pueden ayudar en cierta coyuntura, pero a largo plazo necesitamos asegurar, garantizar la vida de las personas”.
En esta línea, indicó que a nivel institucional ofrece toda su disposición para “dialogar, crear consensos y buscar lo mejor para la gente, para que los números y la gente estén de acuerdo”.
Con respecto a una posible visita del papa Francisco a la Argentina, aseguró que se trata de un “deseo ferviente” y un “mimo de Dios para el Pueblo”. Aunque no descartó que pueda ocurrir este año, advirtió que el Sumo Pontífice tiene numerosos compromisos que demandan su atención. “Seguimos rezándole a todos los santos y siempre apostando a que este año se pueda dar”, concluyó.
Quién es Marcelo Colombo
El arzobispo de Mendoza nació en Buenos Aires el 27 de marzo de 1961. Fue ordenado sacerdote en la catedral de la Inmaculada Concepción de Quilmes, el 16 de diciembre de 1988 por monseñor Jorge Novak, obispo de Quilmes. Fue elegido obispo de Orán el 8 de mayo de 2009 por el papa Benedicto XVI, y ordenado en la catedral Inmaculada Concepción de Quilmes, el 8 de agosto de 2009, por monseñor Luis Teodorico Stöckler.
A su vez, tomó posesión e inició su ministerio pastoral como sexto obispo de Orán el 22 de agosto de 2009; fue trasladado como obispo de La Rioja el 9 de julio de 2013 por el papa Francisco. El 22 de mayo de 2018, el papa Francisco lo promovió a la sede arzobispal de Mendoza.
El arzobispo Colombo está formado en la tradición del obispo Novak, cofundador del Movimiento Ecuménico por los Derechos Humanos y, junto con Jaime De Nevares y Miguel Hesayne, formó parte del trío de obispos que denunció de manera insistente las violaciones a la dignidad humana que perpetraron los militares del Proceso de Reorganización Nacional.
“Este compromiso con el pueblo fue motivo para ser tildado de ‘obispo rojo’ por los militares, y también le ocasionó la incomprensión de varios de sus colegas. Su prédica en favor de los más pobres, su vida austera, su bajo perfil y su gran espiritualidad van en estrecha consonancia con la defensa de los Derechos Humanos por él ejercida”, se lee en la descripción del Obispado de Quilmes sobre quien fuera su primer líder.
También destaca el Obispado “el legado de 25 años de servicio a la evangelización, la opción preferencial por los pobres, la defensa de los derechos humanos y el diálogo ecuménico en la Diócesis de Quilmes. Su cuerpo descansa en la Catedral de Quilmes” y recuerda que “el 11 de diciembre de 2017 se inició la postulación de la causa de beatificación y canonización del Siervo de Dios Jorge Novak”.
De ese tronco doctrinario proviene el arzobispo Marcelo Colombo, una figura clave en la Curia, de diálogo y buena llegada con los diversos sectores de la Iglesia Católica y que acompañó durante su magisterio a monseñor Ojea.