“Va lento pero avanza”. Funcionarios del gobierno nacional se reunieron este martes por la mañana con representantes de los bloques de diputados del PRO, la UCR e Innovación Federal para retomar las negociaciones del proyecto de Presupuesto 2025 que se habían enfriado durante las últimas dos semanas. Tras haber logrado desbaratar la sesión que buscaba recortar el poder de Milei para firmar decretos y renegociar la deuda sin pasar por el Congreso, los libertarios confirmaron que buscarán obtener el dictamen de comisión a más tardar el próximo martes, para llevar el Presupuesto al recinto el jueves 21 o el miércoles 27.
La convocatoria a la comisión de Presupuesto fue celebrada por todo el arco opositor y silenció las críticas de quienes aseguraban que el Gobierno no tenía interés real en su aprobación para poder prorrogar -por segunda vez- el plan de gastos de 2023. De hecho, el bloque Encuentro Federal analizaba la posibilidad de pedir un emplazamiento a la comisión de Presupuesto para obligarla a dictaminar un proyecto la semana que viene. Finalmente no fue necesario porque la convocatoria llegó por iniciativa del propio oficialismo.
Los gobernadores, que durante las últimas semanas negociaron por fuera del Congreso obras, transferencias, subsidios y partidas, recibieron fuertes presiones de la Casa Rosada para dejar sin quórum la sesión de este martes. La amenaza de gobernar sin Presupuesto -con una discrecionalidad casi total- o de desestimar todos los acuerdos que se habían alcanzado hasta el momento resultó muy efectiva.
Tras haber cumplido con su parte, ahora los mandatarios provinciales se mantienen expectantes para saber si las sugerencias que le hicieron al Gobierno y las promesas que recibieron quedarán plasmadas en el texto final. Ante la consulta de Infobae, desde el bloque que conduce Miguel Ángel Pichetto (Encuentro Federal) señalaron que la derrota legislativa por lo menos sirvió para que la Casa Rosada se siente a negociar con los gobernadores. El entrerriano Rogeli Frigerio, el cordobés Martín Llaryora y el chubutense Ignacio Torres tienen terminales en ese bloque.
Desde el oficialismo aseguran que el Gobierno quiere tener Presupuesto pero destacaron que Milei negocia desde una posición de fuerza porque “mide 60 puntos en muchas provincias”.
Según pudo saber Infobae, el oficialismo y los dialoguistas intercambiaron redacciones y han “mejorado” la flamante regla fiscal que determina que cualquier desvío en los ingresos previstos obligará a hacer cambios proporcionales en los gastos (si se recauda menos, se recortan aún más gastos). La oposición quería que en caso de que el Estado recaude más debido a que la inflación prevista es menor a la real, se estipule de antemano a dónde irán los recursos extras. A la inversa, exigían saber de antemano dónde se recortará si la actividad y la recaudación es más baja que la proyectada.
No obstante, diputados opositores que participaron de las reuniones en Casa Rosada reconocieron que hubo pocas novedades sobre otros reclamos. Por ejemplo, las provincias quieren dejar plasmado en el Presupuesto un cambio en las asignaciones específicas del impuesto a los combustibles. Actualmente, lo recaudado por ese tributo tiene seis asignaciones específicas (destinos) entre las que se destacan obras públicas y viales, y subsidios al transporte. Pero como el Gobierno cortó los subsidios y tampoco está haciendo las obras, se queda con ese dinero y lo utiliza para mantener el equilibrio fiscal. Este punto sigue sin respuesta concreta.
Otro reclamo gira en torno al organismo que reemplazó a la AFIP, la flamante ARCA, que recibe el 1,9% de la recaudación neta total para financiarse. Si, como afirma el Gobierno, la estructura de personal fue reducida para bajar el gasto, los recursos tributarios que salen de las provincias también tienen que volver a la masa coparticipable.
Algo similar ocurre con los Aportes del Tesoro Nacional -1% de la masa coparticipable prevista por la Ley 23.548- que el Ejecutivo históricamente distribuyó a discreción, pero ahora directamente bajó casi a cero. Los gobernadores no se llevaron ninguna promesa sobre estos temas.
“Si no les cumplen, los gobernadores seguirán bajándose los pantalones”, bromeaban en uno de los bloques que fracasó ayer en lograr el quórum. Otros, más serios, advertían que todavía podrían jugar fuerte con una nueva sesión para reformar la ley de DNU en el futuro.
Tras el buen dato de inflación, que en octubre fue de 2,7% (la más baja en tres años), y las alentadores encuestas que llegan desde todos los puntos del país, los libertarios se encaminan a sumar una nueva victoria política en las próximas semanas sin tener que convocar a sesiones extraordinarias. Tal como adelantó el jefe de Gabinete Guillermo Francos.