El ministro de Economía de la provincia de Buenos Aires, Pablo López, explicó ante legisladores del oficialismo y la oposición los lineamientos del Presupuesto 2025 que, deslizó, “está condicionado” por el escenario macroeconómico que propone la administración de Javier Milei, que tiene como piedra basal, el déficit cero en toda su estructura. Mientras que el gobierno de Axel Kicillof apuesta al sostenimiento de la obra pública y planea gastos por más de $34 billones con recursos totales por casi $33 billones.
En diálogo con Infobae, el funcionario provincial explicó que apuestan fuertemente al financiamiento con organismos de créditos multilaterales para el sostenimiento de obra pública en distintos lugares y que Buenos Aires perdió el 10% del total de Presupuesto con el ajuste de recursos que ejecutó el gobierno nacional con las transferencias no automáticas y la caída de la coparticipación. Además, planteó que el Presupuesto no incluye un fondo espacial para los municipios y que ese ítem será materia de negociación legislativa.
-Durante todo este año, el gobierno de la provincia de Buenos Aires puso en agenda la quita de recursos y fondos de parte del Gobierno nacional y ahora admiten que el Presupuesto de la Provincial está condicionado por esta situación, ¿es un presupuesto de ajuste? ¿Cambió la lógica de cómo lo venían trazando?
-El presupuesto está condicionado por dos vías. Por un lado, por el macroeconómico establecido en el presupuesto nacional. Nosotros no podemos escapar para nuestra elaboración del presupuesto de ese marco establecido en el presupuesto nacional, porque así está establecido por ley. La ley de Responsabilidad Fiscal nos obliga a regirnos por los parámetros macroeconómicos que establece el Gobierno nacional, con lo cual eso claramente implica un condicionamiento. Hay mucha discusión respecto de esos parámetros, de que la economía efectivamente se pueda comportar como plantea el gobierno. Obviamente, el condicionamiento que tiene que ver con los recursos y con el recorte que vino aplicando el Gobierno este año. Aun así, y manteniéndonos en el marco macroeconómico nacional, nosotros estamos mostrando un presupuesto que no es de ajuste. Es un presupuesto que plantea continuar con la búsqueda que nos propusimos del inicio de la gestión y que nos propuso el gobernador de construir en la provincia de Buenos Aires un Estado presente.
-¿Y qué sería?
-Reforzar todas las partidas que tienen que ver con las funciones esenciales y con, sobre todo, los sectores más vulnerables. Es decir, todos los programas sociales, los programas vinculados a lo alimenticio, de desarrollo de la comunidad. También lo que hace a la salud. Lo que hace a la educación, lo que hace a la seguridad, que son las áreas sensibles y clave para una mejor inclusión. Inclusión social. Segundo eje es el Plan de infraestructura que tiene la provincia. Este año pudimos sostener el plan de obras. Pudimos sostener la obra pública en la provincia de Buenos Aires.
-¿Hay obra nacional que se contempla en el Presupuesto bonaerense?
-En algunas obras muy puntuales, como las obras que eran nacionales en las universidades, alguna Unidad de Desarrollo Infantil (UDI); cosas muy puntuales. La Provincia no puede hacerse cargo de todo lo que no hace el Gobierno nacional, pero aquellas cuestiones que consideramos prioritarias, aquellas obras que son extremadamente prioritarias. Tenemos vocación de cumplirlas también en la medida en que lo normativo lo permita. Hoy la Provincia no puede hacerse cargo de una ruta nacional. Si quisiera, si tuviera los recursos, porque legalmente no puede. Entonces el segundo eje es ese, que este año tuvo alguna particularidad. En los primeros meses del año fueron extremadamente complejos por lo fiscal, pero también por lo macroeconómico. La obra pública sufrió una ralentización muy fuerte en el primer trimestre. Era un momento de incertidumbre muy alto y a las empresas les costaba fijar precios. Logramos pasar el primer trimestre y reactivando el ritmo en el plan de obras. Vamos a terminar el año con un buen ritmo de ejecución, no como el de 2023, pero un buen ritmo de ejecución. Y en ese sentido, la idea es profundizar el año que viene y lo que estamos proyectando en el Presupuesto es alcanzar un nivel de inversión en infraestructura amplio; que alcance un 7,8% del Presupuesto es un nivel alto. Por último también acompañamos a los sectores productivos de la provincia de Buenos Aires con los programas que lleva adelante nuestros ministerios vinculados a la producción y desarrollo agrario, el desarrollo productivo, el Ministerio de Trabajo y todas las áreas que tienen políticas asociadas a las empresas y a los trabajadores de la Provincia. Entonces, digo, esos tres ejes los estamos profundizando en lo que viene con incrementos, que están por encima de la pauta de inflación proyectada. Estamos proyectando incrementos reales en esas partidas. Buscamos es alcanzar esos objetivos y cumplir con la priorización de esos ejes, sin descuidar obviamente la sostenibilidad fiscal de la provincia. Por eso estamos planteando un sendero, una dinámica de resultados fiscales que son sostenibles y que también se asocian a una política de financiamiento acorde a la política de financiamiento que venimos teniendo con organismos multilaterales y con el mercado local voluntario.
-En un escenario de ajuste, ¿cómo financian la obra pública, la mejora en los programas y todo esto que menciona?
Estamos cosechando el trabajo de cuatro años. Si bien nos acusaron en muchos momentos de descansar en las transferencias no automáticas, claramente estamos mostrando este año que no hicimos eso. Son importantes las transferencias no automáticas y sin lugar a dudas son importantes en algunos destinos que son específicos. Nos dedicamos a mejorar y fortalecer las finanzas de la provincia todo lo posible. Llevamos adelante el proceso de reestructuración de deuda que nos permitió reducir fuertemente la carga de la deuda sobre el presupuesto provincial. Logramos profundizar el vínculo con los organismos multilaterales de crédito.
-¿A qué nivel?
-Teníamos una cartera que recibimos que era de entre USD 1.200 y USD 1.300 millones y pudimos firmar 15 nuevos préstamos. Y hoy tenemos una cartera de cerca de USD 3 mil millones. Esa cartera nos da un flujo anual de financiamiento, entran en la medida que se van ejecutando los proyectos. Entonces, este año vamos a alcanzar desembolsos récord, que es más o menos cerca de 400 millones de dólares, y el año que viene esperamos superar ese monto y estar arriba de los 500 millones de dólares. Eso ya es una parte importante de nuestro plan de obras e infraestructura que se financia con esos recursos.
-¿El año que viene hay vencimientos de deuda?, ¿a qué volumen?
-Sí, este año ya empezamos a amortizar capital, empezamos a pagar las primeras cuotas de capital. O sea que eso fue un desafío adicional para este año que lo pudimos cumplir. Pagamos entre las dos cuotas 230 millones de dólares solo de capital. Cuando sumamos intereses pagamos 700 millones de dólares. Y eso es interesante porque este era el año donde el flujo o el perfil de vencimientos daba un salto claro. Veníamos pagando entre 300 y 400 millones por año. Este año ha dado un salto. El año que viene es parecido, ya se acerca a los 800 millones, pero se mantienen estos niveles, con lo cual lo mismo: tenemos dos cuotas, una en marzo, una en septiembre. Una parte es capital, que son 290 millones y el resto es intereses, con lo cual esa también es una de las fortalezas que tiene la provincia en términos fiscales y financieros, que es que logramos un perfil de repago de la deuda que nos permite sostener de alguna forma un bajo nivel con relación al Presupuesto, que se mantiene por debajo del 10%. Entre 7 y 8 por ciento. Recibimos algo cercano al 20%.
-¿Qué peso tiene sobre el financiamiento de la Provincia, la Ley Impositiva Fiscal?, porque este año hubo muchos reclamos por esta iniciativa
-¿Fue importante la ley fiscal en el año ‘24, porque fue un año complicado? Claro. Y lo que venía pasando en la Provincia, que es algo que se dice poco, es que en la Provincia los impuestos patrimoniales venían cayendo en términos de participación y en términos reales. Entonces, en un contexto muy complejo, la verdad que pudimos sostener una dinámica de recaudación que fue en términos relativos, mejor que, por ejemplo, la recaudación nacional. O sea, la caída de recaudación por coparticipación fue mucho mayor que la recaudación provincial y eso tuvo que ver con la Impositiva y también tuvo que ver con la política de administración tributaria de nuestra agencia de recaudación de ARBA,
-¿Va a haber suba de impuestos?
-Para el año que viene, la premisa es no incrementar la carga tributaria sobre los sectores productivos de la provincia de Buenos Aires, sobre las pequeñas y medianas empresas. De hecho, estamos previendo el incremento de los topes de facturación para acceder a las alícuotas reducidas para las pequeñas y medianas empresas, para darle certidumbre y estabilidad fiscal y en el marco de los impuestos patrimoniales la misma lógica: no incrementar en términos reales la imposición y además adicionar los beneficios de tal manera que pueda haber facilidades y beneficios para los contribuyentes, apelando también al buen cumplimiento que estamos viendo a partir de las diferentes medidas de incentivos que se van tomando.
-¿Habrá beneficios impositivos el año que viene?
-Se lanzó un plan para todos los patrimoniales para ponerse al día con facilidades y también para el año que viene estamos previendo beneficios de pago anual y de pago al día: también asociados a los buenos cumplidores.
-¿Qué diálogo tiene su área con el gobierno nacional?
-Existe el diálogo, hay espacios comunes como el Consejo de Responsabilidad Fiscal, el Consejo Federal, la Comisión Federal de Impuestos. Entonces, hay espacios comunes que con funcionarios de Ministerio de Economía, no con el ministro Luis Caputo en sí mismo, pero con funcionarios de Economía.
-¿Y grado de coincidencia?
-En término de la visión económica y del Estado no hay muchas coincidencias. Pero eso no obsta que pueda haber un diálogo que puede servir para algunas cosas en materia de trámites. Hay cuestiones que se requiere al gobierno nacional, por ejemplo, la autorización de endeudamiento. Pero no está redundando en que el Gobierno nacional cumpla con las obligaciones de deudas que tiene con la Provincia.
-Hablando de ese tema, en el Presupuesto se plantea la creación de un Fondo de Recupero de Deuda: ¿Qué es eso? ¿Cómo funciona?
-Estamos en una situación anómala en lo que hace al federalismo que no se ha dado en los últimos 30 años. Hay un gobierno nacional que recorta las transferencias no automáticas, pero obligatorias, es decir, se desentiende de obligaciones que fue asumiendo en diferentes momentos y no la está cumpliendo. Y además no solo transferencias, sino que se desentiende de gastos en los territorios provinciales que antes realizaba; en ese marco, a partir del recorte y la interrupción de las transferencias no automáticas, se acumulaba una enorme cantidad de deudas del Estado nacional. Entonces, lo que hicimos nosotros en este Presupuesto, dada la magnitud del reclamo, fue crear un fondo de recupero de deudas con el Estado Nacional que se va a ir nutriendo en la medida que esos fondos ingresen de los recursos. En muchos casos, gran parte de esos recursos están asociados a destinos específicos; por ejemplo, los fondos que tienen que ver con el sistema previsional. Hay una deuda muy grande acumulada en esa materia, no solo con la provincia de Buenos Aires, sino con el resto de las provincias que tienen cajas no transferidas. Entonces la idea es que los recursos ingresen a ese Fondo. Si el Gobierno nacional cumple con parte de la deuda y nosotros no estamos previendo en ese fondo en términos digo por prudencia y responsabilidad presupuestaria, de esas deudas, a pesar de que el Fondo puede incrementarse en la medida que ingresen más recursos, si es que lo ingresaran, y la idea es que se destinen a las funciones que están establecidas y en la medida que haya recursos que ingresen, que no tienen destino específico que puedan aportar al plan de obras e infraestructura que tiene, que tiene la Provincia.
-¿Y qué garantía tienen de que esos fondos se transfieran si la Provincia hizo presentaciones judiciales por este tema sin mayores novedades?
-Estamos hemos avanzado en diferentes instancias, tanto administrativad como judiciales. Es la obligación del gobierno nacional, con lo cual creemos que en algún momento tiene que cumplirla. Es el reclamo que estamos haciendo no solo a la Provincia Buenos Aires, sino el resto de las provincias también. Vamos a seguir insistiendo para que se cumpla, ¿no?
-¿Si tuviese que poner un número de los Fondos que la Provincia dejó de recibir, cuál sería?
-Si comparamos 2023 contra 2024, entre las transferencias no automáticas y la caída de la recaudación por actividad económica. La actividad económica es más o menos el 10% del presupuesto.
-¿O sea, la provincia Buenos Aires tiene un presupuesto de un 10% más chico en términos reales, porque no están recibiendo esos fondos?
-Claro.
-Otro tema que siempre aparece en estas instancias de debate presupuestario y donde interviene la política tiene que ver con los municipios. ¿Va a haber un fondo destinado como hubo el año pasado a los distritos?
-En primer lugar, hay que decir que este año hemos cumplido con un esfuerzo muy grande, con el Fondo de Fortalecimiento Fiscal Municipal que se creó, que cumplió un rol importante desde mi punto de vista, porque fue un Fondo, a diferencia de otros años de libre disponibilidad que le permitió a los municipios poder sufrir menos las dificultades de este año. La caída de la recaudación tan fuerte, permitió en muchos municipios poder cumplir con las obligaciones salariales en tiempo y forma, con lo cual, en primer lugar, hemos hecho un esfuerzo muy grande para cumplir una obligación que no es automática. O sea, no es un goteo automático, sino que es no automático pero obligatorio, y como es obligatorio lo cumplimos. A diferencia del Gobierno nacional, que no cumplió con sus obligaciones no automáticas. No está previsto en el Presupuesto un Fondo. Veremos cómo se desenvuelven las conversaciones en la Legislatura. El contexto de este año fue muy complejo y fue difícil de cumplir, pero la verdad es que hemos hecho un esfuerzo grande para cumplir con ese acuerdo, que fue un acuerdo también a que se arribó en la legislatura del año pasado.
-¿Es sostenible el superávit cero como condición innegociable?
-Por un lado, hay que decir que esos superávits tienen una contracara que son todas las deudas que acumula el Gobierno nacional. Hay intereses que van capitalizando la deuda y que no se incluyen en el déficit financiero. Con lo cual hay un reflejo o hay algo no dicho que tiene que ver con deudas que se acumulan y gastos, en este caso de intereses, que no se registran. Si bien es importante la sostenibilidad fiscal y de hecho nosotros en nuestro presupuesto le damos importancia a la sostenibilidad fiscal; venimos sosteniendo un esquema de equilibrio o incluso superávit económico, es decir, que entre los ingresos y los gastos corrientes lograr un equilibrio. Eso permite financiar gastos de capital y que el financiamiento vaya a gastos de capital, que es lo que explica de alguna forma un déficit primario pero sostenible.