A poco más de un mes del veto de Javier Milei a la Ley de Financiamiento Universitario, decisión que luego fue ratificada por la Cámara de Diputados, las universidades nacionales buscan recurrir a un artículo de la Constitución que podría dejar al oficialismo sin una herramienta clave: se trata de la consulta popular vinculante con voto obligatorio, la cual no puede ser vetada por el Poder Ejecutivo.
La consulta popular vinculante está contemplada por el artículo 40 de la Constitución nacional, que reza: “El Congreso, a iniciativa de la Cámara de Diputados, podrá someter a consulta popular un proyecto de ley. La ley de convocatoria no podrá ser vetada. El voto afirmativo del proyecto por el pueblo de la Nación lo convertirá en ley y su promulgación será automática”.
La ley 25.432, que reglamenta esta herramienta desde 2001, indica que la ley de convocatoria debe tratarse en una sesión especial y ser aprobada con mayoría absoluta en ambas cámaras. El voto del electorado es obligatorio.
Cómo funciona la consulta popular
De acuerdo con la legislación vigente, la consulta popular es válida si no menos del 35 % del padrón electoral emite su voto. De aprobarse, el proyecto debe ser publicado en el Boletín Oficial dentro de los diez días hábiles posteriores a la proclamación del resultado. Pero, en caso de obtener un resultado negativo, no podrá reiterarse hasta dentro de dos años. “El presidente decía que, cuando la casta le frenara un proyecto de ley, él iba a recurrir a las consultas populares. Ahora tenemos la posibilidad de que sea el Pueblo de la Nación el que defina si quiere financiar a las universidades como corresponde o no”, indicó esta mañana Guillermo Durán, decano de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA, en diálogo con Futurock. Según indicó Durán, la idea de recurrir a este artículo vino de parte de un profesor de Exactas, Fernando Schapachnik. “No vemos una solución mejor a esta, porque si entramos en el juego de que hacemos una gran marcha, generamos una nueva ley y esa ley se aprueba y después es vetada por el presidente, entramos en la misma situación que vivimos este año”, agregó.
El decano aseguró que tiene conversaciones con todos los bloques, pero en especial con Unión por la Patria, Democracia para Siempre (que responde a los radicales Facundo Manes y Martín Lousteau) y Hacemos Coalición Federal (de Miguel Pichetto); aunque se mostró escéptico respecto al PRO y la LLA. “En Diputados habría una mayoría holgada, creo que en Senadores pasaría lo mismo o incluso más fácil todavía”, opinó el decano.
El comunicado de las universidades nacionales
“Las universidades nacionales argentinas están atravesando una de las peores crisis de financiamiento de las que se tenga registro histórico. La actualización presupuestaria insuficiente durante el año 2024 y el incremento previsto en el presupuesto 2025 marcan pisos históricos en este milenio para el presupuesto universitario. Actualmente el salario docente pasó a ser de los más bajos de Latinoamérica, y los salarios no docentes de las categorías más bajas están por debajo de la línea de pobreza”, reza el formulario de Google, que busca juntar firmas para empujar la convocatoria en el Congreso.
El documento cuenta con el apoyo de decanos y rectores de universidades nacionales, investigadores del CONICET, autoridades eclesiásticas, sindicalistas, diputados, artistas y empresarios: entre las figuras que firmaron se encuentran Ricardo Gelpi, Emiliano Yacobitti, Daniel Filmus, Diego Golombek, Dora Barrancos, Estela de Carlotto, Cecilia Roth, Lito Vitale, Adrián Paenza, Martín Caparrós, Daniel Gollán y Facundo Manes. “Consideramos que esta alternativa permitiría que el favor popular del que goza la universidad pública se exprese a través de la democracia directa. Además permitiría canalizar la potencia del movimiento estudiantil, uno de los actores más dinámicos del momento, que mostró, a través de distintas actividades públicas que han venido ocurriendo en los últimos meses, su decisión de luchar en contra del desfinanciamiento de las universidades”, concluye el comunicado.