(Desde Washington, Estados Unidos) Patricia Bullrich aprovechó su reunión con Gita Gopinath para describir la agenda de seguridad y política social del Gobierno. La vicegerente del Fondo Monetario Internacional (FMI) ya sufrió decepciones profundas con la Argentina, y el nuevo proceso que encabeza Javier Milei ha logrado sorprenderla. Gopinath siempre pensó que el plan de ajuste de esta administración derivaría en un fuerte conflicto y ante Bullrich deslizó que había fracasado en sus cálculos.
Es la primera vez que una ministra de Seguridad Nacional es invitada a un cónclave en el FMI, y Bullrich se atajó de entrada. “Sé que con el presidente Milei discutieron de economía e hicieron gráficos técnicos. Yo soy cientista política, y sólo puedo hablar de política”, le anticipó la ministra de Seguridad a Gopinath. Las dos funcionarias se rieron al unísono.
A continuación, Bullrich argumentó que Milei había roto una lógica política de largo de tiempo que se apoyaba en la coerción de los movimientos sociales y el kirchnerismo, mientras en simultáneo preservaba los planes sociales sin caer en el clientelismo político. Junto a la ministra se encontraba Alberto Forigh, director nacional de Cooperación Internacional.
La reunión con Gopinath duró 40 minutos, y la vicegerente del FMI no dejaba de preguntar sobre el plan de seguridad y las acciones sociales que se emprendían desde la Casa Rosada para aplacar el ajuste que había implicado una fuertísima devaluación y una abrupta contracción del empleo y la economía.
Al final del cónclave, Gopinath avanzó sobre terreno propio. Y preguntó sobre un asunto político clave que desvela al staff y al board del FMI.
-Si hay un nuevo programa, ¿cómo van a lograr que lo apruebe el Congreso?-, lanzó la vicegerente del Fondo con su mirada de esfinge.
-El Congreso aprobará una autorización para negociar un nuevo programa, eso es lo que hicimos nosotros cuando éramos oposición y gobernaba Alberto Fernández-, contestó Bullrich.
Cuando concluyó su cita con Gopinath, la ministra de Seguridad marchó hasta la OEA. Allí se encontró con Luis Almagro -secretario del foro regional- y Gastón Schulmeister, director del Departamento contra la Delincuencia Organizada Transnacional. Bullrich describió su gestión al frente de la cartera de Seguridad y se mostró crítica con los organismos multilaterales que no encuadran su agenda institucional con la actual realidad política.
En este contexto, la ministra recordó la posición de Milei ante la Asamblea de las Naciones Unidas y el escaso impacto político que tuvieron las sucesivas reuniones en la OEA para lograr que la dictadura de Nicolás Maduro reconociera el triunfo electoral de Edmundo González Urrutia y María Corina Machado.
Tras su reunión con Almagro, Bullrich regresó al complejo del FMI en la avenida Pensilvania -a tres cuadras de la Casa Blanca- para compartir un almuerzo junto a Ajay Banga, presidente del Banco Mundial (BM). Con Banga, la ministra repitió los argumentos que utilizó con Gopinath, y como sucedió con la vicedirectora del FMI, el titular del BM también se mostró sorprendido por los resultados del gobierno de Milei.
Al finalizar el almuerzo con Banga y otros funcionarios del Banco Mundial y el FMI, Bulrrich aceptó dialogar con Infobae:
-¿Qué evaluación hace de su viaje a Washington?
-Es un hito histórico: por primera vez el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional ponen en su agenda el tema de la seguridad y el crimen organizado. Hasta ahora, la seguridad y el crimen nunca han aparecido. Entonces, cuando se discute la gobernabilidad de un país, no se discute qué calidad tiene la seguridad, cómo se liga la seguridad con las inversiones, cómo se liga la seguridad con la propiedad privada, cómo sería la seguridad con la libertad de las personas. Esto es novedoso.
-¿Cómo fue la reunión con Gita Gopinath, vicegerente del FMI?
-La reunión tuvo dos ejes. Cómo se logró con un ajuste tan importante de la economía y tener paz social. Así que le hicimos la descripción de cómo habíamos trabajado tanto en con las fuerzas de seguridad, con un protocolo especial, pero también desarmando lo que se había formado en la Argentina, que era una lógica de dominación sobre la gente con los subsidios sociales.
-¿Y el segundo eje?
-Nos preguntó mucho sobre la gobernabilidad. Nosotros le dijimos que habíamos sacado leyes muy importantes, y que lo íbamos a seguir haciendo en los próximos meses.
-Cuando describía la estrategia del gobierno, ¿Gopinath qué respondía?
-Ella nos dijo que acá cada vez que venía un argentino o alguien latinoamericano decía que era imposible que hubiera ajuste sin que el país se incendiara. Entonces, eso los tenía muy sorprendidos. También agregó que haber hablado con la verdad pudo haber ayudado mucho a que ese objetivo se ha cumplido.
-¿Cómo fue el almuerzo que compartió con Ajay Banga, titular del Banco Central?
-Me reconoció que ellos pensaron mucho en la relación entre seguridad y situación social, y que estaban pensando en poner esta nueva ecuación para el análisis de los países. Como Gopinath también estaba sorprendido por los resultados del plan de ajuste.
-Por último, ¿cómo fue la reunión de trabajo con Luis Almagro?
-Con Almagro estuvimos discutiendo algo que a nosotros nos preocupa mucho y yo la semana pasada lo discutí con María Corina Machado, que es que hoy las instituciones multilaterales que nacieron después de la Segunda Guerra Mundial en Bretton Woods, que tenían como objetivo la paz y la seguridad y las democracias en el mundo, hoy son burocracias que no tienen ningún enforcement, ninguna manera de lograr que cuando un país decide robarse una elección cambie de conducta.
-¿Se refiere a Venezuela?
-Sí. O Nicaragua, que hizo una elección sin candidatos de la oposición.
¿Y el secretario Almagro que le contestó?
-Qué tenía razón.