Martín Menem, actual presidente de la Cámara de Diputados de Argentina, se prepara para buscar su reelección el próximo 10 de diciembre, en un contexto político marcado por tensiones y desacuerdos. La sesión para elegir a las nuevas autoridades de la Cámara se llevará a cabo en un clima diferente al que lo llevó al poder.
Los bloques que inicialmente apoyaron a Menem han expresado su descontento con su gestión, especialmente en lo que respecta al reparto de lugares en las comisiones y la ruptura de acuerdos previamente alcanzados. Un diputado de la oposición, que prefirió no ser identificado, señaló que el problema con Menem no es solo su tendencia a negociar en beneficio propio o de su partido, La Libertad Avanza, sino que “negocia y miente”, refiriéndose a la manera en que se conformaron las comisiones.
Desde Unión por la Patria reclamaron que la presidencia de la Cámara “les robó” un lugar en cada una de las comisiones. Encuentro Federal hizo lo propio al señalar que Menem rompió el acuerdo que implicaba un lugar en la Bicameral de Seguimiento de los Organismos de Inteligencia. “Nos mintió y terminó perdiendo la presidencia de la comisión”, señalaron, en referencia a que ese lugar fue ocupado finalmente por el senador Martín Lousteau.
El cargo de presidente de la Cámara —al igual que el resto— es elegido por los mismos diputados a propuesta de los bloques. Menem fue propuesto en la sesión preparatoria del pasado 7 de diciembre por el bloque libertario y votado por el resto de los bloques.
En este escenario, se barajan tres posibilidades para la presidencia de la Cámara: la continuidad de Menem, la elección de otro legislador del oficialismo o que la oposición logre arrebatarle la presidencia a La Libertad Avanza. Sin embargo, esta última opción parece poco probable debido a la tradición no escrita de que la presidencia de la Cámara quede en manos del oficialismo. “No podemos ir por la presidencia; lo van a vender como un golpe de Estado”, explicó un diputado de la oposición.
Menem, por su parte, parece estar bien posicionado para buscar su reelección. Fuentes cercanas al legislador riojano han indicado que cuenta con el respaldo del “triángulo de hierro” de la Casa Rosada, compuesto por el presidente Javier Milei, su hermana y secretaria de la Presidencia, Karina Milei, y el asesor presidencial Santiago Caputo, además del apoyo de su propio bloque.
El nombre de Cristian Ritondo, del PRO, también ha surgido como posible candidato a la presidencia, dado que su bloque trabaja actualmente en conjunto con La Libertad Avanza y Mauricio Macri se encuentra en una etapa de negociación con las estructuras libertarias. No obstante, la continuidad de Menem parece ser la opción más viable en este momento para la oposición, a pesar de las críticas y el descontento expresado por algunos sectores.
Un dato no menor es que, esta última semana, se realizó la primera reunión en once meses en la que participó buena parte del arco opositor. Se reunieron autoridades de Unión por la Patria, Encuentro Federal y Democracia para Siempre para establecer una estrategia parlamentaria común de cara a la sesión especial del próximo martes, marcando un cambio en la actitud de sectores de la oposición. “Se acabó la mancha venenosa con el kirchnerismo. Esto no significa que ahora vamos a votar todo con ellos, todo lo contrario, pero sí que los vasos comunicantes se reestablecieron”, explicó uno de los miembros de la reunión.
La salida podría ser la abstención, permitiendo que Menem, en todo caso, sea reelecto a la presidencia de la Cámara. “Va a juntar 87 votos, y del otro lado se va a encontrar con 140 abstenciones”. Esto tendría un primer resultado: el diputado riojano de La Libertad Avanza se mantendría como presidente de la Cámara Baja. Una segunda lectura es que cosecharía 140 abstenciones, lo que lo dejaría en una situación de debilidad que deberá revertir durante las sesiones ordinarias de 2025.