El Gobierno promulgó el Decreto 994/2024 mediante el cual nombró a Leonardo Cifelli como titular de la Secretaría de Cultura de Nación. El funcionario ya se encontraba cumpliendo su rol pero ahora quedó oficializado. La medida fue anunciada un día después de que el Gobierno confirmara que el área de cultura empezará a depender de la Secretaría Presidencial.
En el Boletín Oficial publicado este jueves, el Gobierno Nacional oficializó al titular del área de cultura. En el Artículo 1 del decreto, se informó: “Desígnase al señor Leonardo Javier Cifelli (D.N.I. N° 21.954.545) en el cargo de Secretario de Cultura de la Presidencia de la Nación”.
De esa manera se reafirmó el rol del titular de Cultura, área que estaba bajo la órbita del Ministerio de Capital Humano y ahora depende de la Secretaría Presidencial. Dicha medida quedó asentada en el Decreto 989/2024, publicado este martes, donde se establecieron modificaciones en la Ley de Ministerios.
En ese marco, se consideró que el cambio responde al “objetivo de optimizar la gestión de gobierno”. Por tal motivo, “resulta conveniente suprimir las competencias asignadas al Ministerio de Capital Humano en todo lo concerniente a la cultura”, justifica el decreto.
Dicho decreto subraya la necesidad de implementar estas modificaciones de manera inmediata, argumentando que “las modificaciones a la Ley de Ministerios resultan impostergables para la gestión de gobierno”.
La decisión de readecuar la Secretaría de Cultura responde a un plan más amplio de reorganización gubernamental, que pretende alinear las funciones culturales con las prioridades presidenciales, de hecho, se remarca que entre las funciones se encuentra el “asistir al Poder Ejecutivo Nacional en forma directa”.
A su vez, se subraya la relevancia de la cultura en el desarrollo social y económico. La publicación afirma que “la cultura es fundamental para el desarrollo social, en tanto promueve la transmisión de valores, tradiciones y conocimientos”.
“Fomenta la identidad y el sentido de pertenencia, lo que a su vez fortalece el tejido social, y tiene un impacto significativo en el desarrollo económico, a través de industrias creativas, turismo cultural y actividades artísticas que generan empleo y contribuyen al crecimiento sostenible”, destaca.
Si bien este jueves se oficializó el cargo de Cifelli, el funcionario ya cumplía sus funciones. De hecho, el mes pasado acudió al Congreso de la Nación donde presentó un informe de gestión en Diputados.
En dicho encuentro, el secretario de Cultura describió la situación del organismo como “devastada”, señalando que la estructura está sobrecargada con tareas duplicadas e innecesarias. En su intervención, criticó la gestión del expresidente Alberto Fernández, afirmando que dejó un país devastado, incluyendo el sector cultural.
En su informe, Cifelli destacó el caso de Tecnópolis al que calificó como “una máquina de quemar plata”. Según el funcionario, el parque acumuló una deuda de más de 600 millones de pesos, con pagos pendientes a proveedores de servicios, empresas de seguridad, higiene, iluminación y mantenimiento. “Tecnópolis sólo se abría una vez al año y era pura pérdida económica para los argentinos”, sostuvo.
Con el fin de advertir la actual situación de la Secretaría de Cultura, Cifelli planteó que “la batalla cultural que tuvimos que enfrentar fue gigantesca. Había una industria que creía que la Cultura no podía sostenerse si no era con la ayuda del Estado. Esa creencia nos dejó una Secretaría de Cultura con una deuda superior a los 7.000 millones de pesos”, dijo Cifelli en su presentación.
Por otra parte, Cifelli se refirió al Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA), revelando que se financiaron más de 100 películas que no lograron atraer a mil espectadores en total. “El déficit en 2024 hubiese sido de 8.645 millones de pesos, aún mayor que toda la deuda de toda la Secretaría de Cultura”, indicó Cifelli.
Y advirtió que “se gastaron millones de pesos para películas con 4, 5, 8 o 20 espectadores. Una auditoría reveló que solo en 2023, se le dio plata a más de 100 películas que no llegaron ni a 1000 espectadores entre todas. Lo que significa que, en promedio, cada película le costó a los argentinos unos 50.000 dólares. Eso es malgastar los recursos y eso hoy se terminó”
Finalmente, en lo referido a organismo advirtió que “recibimos un espacio con una deuda superior a los 600 millones de pesos. Se adeudaba pagos a todos los proveedores de servicios, empresas de seguridad e higiene, iluminación, mantenimiento, etc. Tecnópolis sólo se abría una vez al año y era pura pérdida económica para los argentinos”.
Esta situación, según el secretario, refleja una industria cultural que dependía excesivamente del apoyo estatal, lo que contribuyó a la acumulación de la deuda de la Secretaría de Cultura.