A las 10:30, en el Museo de Arte de Tigre, el ex gobernador de Córdoba Juan Schiaretti compartirá un acto con el intendente local, Julio Zamora. Será durante un programa de modelos de Gestión Pública que, en formato de charlas, el tigrense viene realizando con el ánimo de interactuar con dirigentes de distintos sectores de la oposición. Es, al mismo tiempo, el desembarco del cordobés en la provincia de Buenos Aires, en un año en el que ha empezado a construir una alternativa política.
En ese mismo contexto, Zamora ya recibió al ex jefe de Gobierno Horacio Rodríguez Larreta y al diputado de la UCR Facundo Manes. Los nombres propios no son casualidad. Los tres están involucrados, en mayor o menor medida, en la construcción de un espacio político de centro, que tome distancia de los dos polos que representan el Gobierno y el kirchnerismo. La nueva vía del medio.
El encuentro es en clave electoral porque está anclado a la lógica de mostrar que hay conversaciones permanentes entre distintos dirigentes que quieren participar del esquema nuevo, que estará asentado sobre la base que construyeron Schiaretti y Florencio Randazzo el año pasado, cuando compitieron por la presidencia nacional.
El ex ministro del Interior y actual diputado también será de la partida y tomará la palabra en la disertación. La imagen simbólica será similar a la que protagonizaron el 12 de septiembre, cuando Zamora se reunió con los dos en las oficinas que el chivilcoyano tiene en Puerto Madero y tuvo un gesto claro de acercamiento al núcleo del nuevo armado político.
Es la primera visita de Schiaretti al territorio bonaerense en lo que va del año y en el marco de la construcción de una alternativa electoral. En el 2023, durante la campaña, había ido a Quilmes y Mar del Plata. La provincia de Buenos Aires, que tiene la mayor cantidad de electores del país, es determinante para cualquier proyecto político que quiera consolidarse en el tiempo. Por eso la presencia en Tigre tiene relevancia en el contexto de la edificación de una alternativa nacional.
Este año Zamora tomó distancia de Unión por la Patria (UP) y del kirchnerismo. Se mantiene autónomo de la coalición y con la convicción de que hay que generar un espacio nuevo que no tenga la lógica de conducción de los K duros. Tampoco está cerca de Axel Kicillof, que intenta afianzar un armado propio en la provincia que gobierna.
Según explicaron a Infobae desde el entorno del tigrense, su voluntad es “impulsar el diálogo político entre dirigentes de distintos espacios, para construir consensos y superar antinomias”. Una versión aggiornada del plan anti grieta, que varios dirigentes han intentado promocionar en la última década. En esa ubicación geográfica parece sentirse más cómodo que dentro de las filas de UP, aunque no se ha ido formalmente de la alianza peronista.
El título de la disertación a la que Zamora invitó a Schiaretti tampoco es una casualidad. Hablarán de gestión, que es la palabra y el concepto que más ha repetido el “Gringo” en su campaña electoral del año pasado. “¿En qué coinciden Zamora, Schiaretti, Randazzo y Rodríguez Larreta? En que todos pueden mostrar un modelo de gestión con resultados positivos. Lo que hicieron y para qué sirvió. Sobre esa base queremos construir un proyecto político nuevo”, indicó a este medio un encumbrado dirigente del armado del medio.
Schiaretti es uno de los promotores, junto con el gobernador de Córdoba, Martín Llaryora, de que el año que viene haya un sello nacional donde se aglutinen varios dirigentes que hoy no están en los extremos. Quieren que ese espacio compita en unas diez provincias del país. Sobre todo en las principales en términos electorales, como Buenos Aires, CABA, Mendoza, Córdoba, Santa Fe y Entre Ríos.
Son representantes de una línea interna - dentro de ese esquema - que quiere acelerar a fondo en el 2025 y jugar en conjunto con muchos nombres propios en la cancha, para edificar las bases de una construcción más amplia que sirva para hacer crecer una propuesta electoral opositora de cara al 2027. Hay otra expresión interna de dirigentes que no están convencidos de saltar a la cancha el año que viene y que creen que lo mejor es empezar el rompecabezas político el día después de la elección de medio término.
La aparición del “Gringo” este martes es un capítulo más en la historia que están construyendo los cordobeses y quienes tienen intenciones de sumarse a ese proyecto político, al que aún le falta forma, volumen y estabilidad, pero que está activo y puede ser una alternativa electoral en medio de la polarización marcada a la que apuestan UP y el gobierno nacional.