A las 18:35 del lunes, tan solo cinco minutos después de lo previsto, el presidente Javier Milei le tomó juramento al nuevo canciller Gerardo Werthein, en un acto cerrado en la Casa Rosada del que participó un reducido grupo de personas, entre los que estaban familiares del funcionario, empresarios, diplomáticos e invitados especiales.
Luego de asumir formalmente en el Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto, el ex embajador en los Estados Unidos se abrazó efusivamente con el mandatario nacional, para después bajar de la tarima y saludar a los casi 50 espectadores.
En el lugar estaba casi toda la plana mayor del Gobierno, excepto el ministro de Justicia, Mariano Cúneo Libarona, quien viajó a la Patagonia para anunciar la implementación del Código Procesal Penal Federal en las provincias de Río Negro y Neuquén.
Una de las últimas en llegar al Salón Blanco, donde se realizó el evento, fue la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei, que se sentó junto al jefe de Gabinete, Guillermo Francos, y al titular de la cartera de Defensa, Luis Petri, no sin antes saludar a algunos otros funcionarios que tenía cerca, como Patricia Bullrich, de Seguridad.
Por su parte, después de jurar en el nuevo cargo, Werthein se acercó a darle un beso a su hijo y a su ex esposa, la conductora de televisión Marcela Gotlib, que estaban en la primera fila, y después siguió saludando al resto de los presentes.
Como invitados especiales estuvieron, entre otros, Zulema Menem, que participó junto a su pareja, el ex presidente del club River Plate Rodolfo D’Onofrio; y los empresarios Martín Migoya, de Globant; Marcelo Mindlin, de Pampa Energía, y Alejandro Bulgheroni, de Pan American Energy.
Uno de los momentos que resaltó de la ceremonia fue el largo y efusivo abrazo que Werthein se dio con Karina Milei, la persona de máxima confianza del jefe de Estado, quien hoy la ratificó como al dirigente más importante de La Libertad Avanza en la entrevista que le concedió a su pareja, Yuyito González.
“Ella es El Jefe, no hay ser humano en el universo como Karina, es todo… Sin ella nada hubiera sido posible,” declaró el Presidente entre lágrimas.
Por su parte, luego del encuentro con la hermana del Presidente, el flamante Canciller se quedó conversando por alrededor de media hora con Migoya, aunque también cruzó unas palabras con el resto de los empresarios.
El funcionario ya comenzó a trabajar en lo que será su gestión y, tal como anticipó Infobae, una de las primeras medidas que tomó fue pedirles las renuncias a todos los secretarios y subsecretarios que fueron designados por su antecesora.
Si bien esto no significa que todos ellos dejarán el puesto, sino que se tomará un tiempo para analizar caso por caso, el ex embajador en los Estados Unidos quiere renovar el equipo y el único que tendría el puesto asegurado es Nahuel Sotelo, secretario de Culto y hombre de confianza de Santiago Caputo.
Durante la asunción de Werthein, el asesor presidencial aprovechó para dialogar con Milei y después se sumó a esa charla su tío segundo, el ministro de Economía, Luis “Toto” Caputo, al que el mandatario nacional saludó con un pellizcón en la mejilla. Afuera del círculo, observando la situación, estaba Sergio Neiffert, director de la SIDE y también cercano al estratega político.
Werthein deberá enfrentar ahora una intensa agenda de actividades en el plano internacional que ya están previstas, entre las que se encuentran la reunión del G20 en Brasil, la posible llegada a Buenos Aires de la premier italiana, Giorgia Meloni, y la participación de Milei en la próxima cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), que se realizará en China.
Por otra parte, para reducir el gasto diplomático, también avanzará con algunos proyectos, como el cierre de todas aquellas embajadas y consulados ubicados en los países con los que la Argentina no tenga un fuerte vínculo comercial.
En su lugar, el Gobierno dejaría en esos sitios Agencias Nacionales, que servirán como organismo delegado de la Argentina, que continuarán con todas las tareas necesarias (trámites y asistencia a ciudadanos que se encuentren allí), pero con menos personal y financiamiento.
Asimismo, aplicaría la “motosierra” al Servicio Exterior. Como principal argumento, la cúpula libertaria señala que, en la actualidad, “los embajadores cobran entre 15 y 20 mil dólares por mes, por lo que cada uno de ellos tiene un sueldo promedio de 20 mil dólares”, a pesar de que, a su entender, varios de ellos son prescindibles. Se trata de una disposición que tiene como referencia el régimen de Naciones Unidas en Nueva York, con el que se calcula un estimado de costo de vida en el exterior.