El titular de la Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte (CATT), Sergio Sasia (Unión Ferroviaria), renunció esta tarde a su cargo con fuertes críticas a quienes “decidieron una agenda de acción directa que se aleja” de la postura orgánica de la CGT y de esa entidad, e inclusive cuestionó a sus adversarios internos porque “conciben sólo la resistencia y la lucha”.
La drástica decisión se produjo horas después del desafiante gesto de una veintena de sindicatos del ala dura del sector: deliberaron esta mañana sin siquiera avisarle a Sasia (Unión Ferroviaria), con quien están enfrentados por su postura dialoguista, y decidieron convocar oficialmente en los próximos días a un encuentro de la conducción de la CATT, como una forma de arrinconar a su líder, aunque su respuesta fue casi inmediata: presentó la renuncia a la titularidad de la entidad.
En el mensaje, titulado “Sin unidad de concepción es imposible la unidad de acción”, Sasia hizo un balance de su gestión en la CATT, que comenzó en octubre de 2021, y destacó que llegó a su cargo como “resultado de un amplio acuerdo sobre la base de una serie de principios que incluían desde aportar a la unidad del movimiento obrero hasta el compromiso de encarnar una agenda irrenunciable, con objetivos y propuestas concretas en defensa de los intereses de todos los trabajadores”
“La unidad se fundamentaba en poner en relieve el debate, la autocrítica, en priorizar las coincidencias y responsabilidades a través del intercambio de ideas y opiniones -agregó- , en procura de materializar una conducción en donde prime la construcción de una agenda programática con objetivos a corto, mediano y largo plazo. Una conducción colegiada, donde todas y todos tengan su voz, sin mezquindades ni personalismos”.
Sasia hizo hincapié en que, “en los últimos meses, algunas de las organizaciones sindicales de esta confederación han asumido una agenda de acción directa que se aleja no sólo de las disposiciones orgánicas de la CGT sino también de esta misma confederación, en base a lo acordado en Consejo Directivo y Plenarios”, y detalló: “En este marco han definido un plan de lucha que no fue dispuesto desde el seno de esta Confederación ni de la propia CGT, no obstante siempre hemos estado en permanente contacto con organizaciones hermanas del transporte, en solidaridad y tendiendo puentes en la búsqueda de encontrar soluciones a sus problemáticas”.
El renunciante líder de la CATT reconoció que “se nos ha dificultado la la unidad de acción orgánica, más aún cuando algunos compañeros conciben sólo la resistencia y la lucha, mientras que otros concebimos la formulación de propuestas, la planificación, el diálogo y de ser necesario un plan de acción”. “Al no lograr la unidad de concepción, a pesar de haberlo intentado por el diálogo y el debate de ideas, se nos ha imposibilitado la unidad de acción de esta confederación”, afirmó.
La renuncia finaliza así: “Con la certeza de que se gestionó y trabajó incansablemente para cumplir con los objetivos comprometidos y con la convicción de que es indispensable el camino de la formulación de propuestas, planificación y el diálogo como pasos previos a planes de acción (pensamientos que no son compartidos por algunos otros miembros de esta confederación), he decidido presentar mi renuncia indeclinable al cargo de secretario general de la CATT con el que oportunamente me honraron mis compañeros y compañeras delegadas del transporte en el Congreso Nacional de octubre de 2021, convocado para ello, a fin de facilitar la reorganización de la entidad”.
El encuentro de esta mañana de los rivales de Sasia, realizado en la sede de la CATT, avenida Jujuy 1074, fue impulsado por los dirigentes que se apartaron de la CATT para lanzar la Mesa Nacional del Transporte: Pablo Moyano (Camioneros), Juan Carlos Schmid (Dragado y Balizamiento), Pablo Biró (pilotos), Juan Pablo Brey (aeronavegantes) y Raúl Durdos (SOMU).
La convocatoria corrió por cuenta de Schmid, secretario adjunto de la CATT, y a Sasia no lo invitaron ni lo informaron sobre la reunión, que tuvo un carácter informal, aunque sus organizadores aseguraron a Infobae que participaron 20 de los 26 gremios de esa confederación. En su transcurso, se analizó la problemática del sector y particularmente el congelamiento de la actividad de la CATT: entre las quejas de los presentes, se dijo que Sasia no llama a ninguna reunión del Consejo Directivo desde hace meses y que incluso no atiende los llamados de sus integrantes.
En una entrevista con Infobae, antes del paro del transporte del miércoles pasado, Sasia se diferenció de sus colegas del sector: dijo que “el mejor paro siempre es el que no se hace porque quiere decir que a través del diálogo uno logró el objetivo”, mientras, quizás con la figura de Pablo Moyano en la cabeza, advirtió: “Yo no trabajo para la industria de la lucha”. Además, señaló que la Unión Ferroviaria acepta el ingreso de capitales privados en los trenes y anunció que está por lanzar un proyecto de su gremio para que se debata en el Congreso el “desarrollo ferroviario del siglo XXI”.
La crisis interna en la CATT comenzó en marzo pasado, cuando un plenario de la entidad decidió realizar asambleas simultáneas en los lugares de trabajo en protesta por cuestiones salariales y el proyecto del Gobierno para privatizar Aerolíneas Argentinas, pero Sasia aclaró luego que no implicaba paralizar la actividad. Pero esa postura fue desautorizada por 10 sindicalistas de la entidad que advirtieron que las asambleas implicarán la interrupción de servicios de 8 a 11 de la mañana.
Ante las diferencias internas, 5 sindicatos de la CATT crearon en septiembre pasado la Mesa Nacional del Transporte junto con dos miembros de una entidad rival como la Unión General de Asociaciones Sindicales de Trabajadores del Transporte (UGATT), Omar Maturano (La Fraternidad) y Mario Calegari (UTA). Desde allí, lanzaron un paro de 24 horas que se iba a hacer el 17 de octubre y luego pasó al 30 de ese mes. La medida marcó una radicalización de esos gremios, pero, aunque sumaron a otros sectores como piqueteros y estatales, no lograron que se convirtiera en un paro general. En mucho incluyó que no hayan adherido los colectiveros de la Unión Tranviarios Automotor (UTA), que llamaron a un paro propio para el jueves pasado, finalmente levantado porque alcanzaron un acuerdo salarial.
Sasia está identificado con el sector dialoguista de la CGT, que mantiene el control de la central obrera y no estaba de acuerdo con el paro de la Mesa Nacional del Transporte: ninguno de los referentes dialoguistas dio una opinión y tampoco hubo un comunicado de prensa para solidarizarse con los gremios del sector en conflicto. El miércoles pasado, en una conferencia de prensa, Pablo Moyano trató de relativizar las diferencias internas: “Acá también está la CGT -puntualizó-. La CGT somos todos y toda la CGT quiere confrontar como lo hemos hecho”.
Allí se anunció que la Mesa volverá a reunirse esta semana para decidir la continuidad del plan de lucha, que incluirá nuevos paros. Ahora con la renuncia de Sasia, la apuesta de los duros es a que las medidas de fuerza ahora surjan de una conducción más combativa de la CATT.