En una carta dirigida al presidente Javier Milei, Elisa Carrió expresó hoy su “profundo rechazo y preocupación” ante la decisión del gobierno de no firmar la Declaración del G20 sobre igualdad de género y empoderamiento de la mujer. Para la líder de la Coalición Cívica, la postura adoptada por el mandatario contradice compromisos internacionales y principios constitucionales en materia de derechos humanos y justicia climática, comprometiendo la posición de Argentina en el escenario global.
Durante la última reunión del G20, a mediados de octubre y presidida por Brasil, se consensuó una declaración sobre igualdad de género y empoderamiento de las mujeres, en línea con los compromisos de la Plataforma de Acción de Beijing (1995) y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030. Argentina fue el único país que decidió no suscribir el documento, el cual aboga por la igualdad económica, la justicia climática y el enfrentamiento de la violencia de género.
En numerosas oportunidades, Milei planteó su rechazo a esta agenda.
Carrió, quien participó en la redacción del artículo 75 de la Constitución Nacional que otorga jerarquía constitucional a los tratados internacionales de derechos humanos, sostuvo en su carta que el rechazo del gobierno a la declaración viola los artículos 16, 41 y 75 de la Carta Magna. Estos artículos, explicó, obligan al Estado argentino a garantizar la igualdad ante la ley, el derecho a un ambiente sano y la protección de los derechos de las mujeres, niñas y grupos vulnerables.
“La decisión del Gobierno de desconocer la agenda mundial de las mujeres viola la Constitución y es una medida regresiva que disminuye el pleno ejercicio de los derechos de las mujeres”, aseguró Carrió, quien también advirtió sobre una posible acción judicial por abuso de autoridad en caso de persistir en esta postura.
La política exterior argentina atraviesa momentos de cambios e incertidumbre tras la reciente salida de la canciller Diana Mondino. Su reemplazo será Gerardo Werthein. En su misiva, Carrió señaló que la falta de una figura en el cargo afecta la capacidad de representación y negociación de Argentina en el ámbito internacional.
En un tono crítico, Carrió cuestionó las decisiones unilaterales de Milei y lo acusó de ejercer un “uso indiscriminado” de decretos de necesidad y urgencia, medidas que, a su juicio, representan una violación del espíritu constitucional. Asimismo, la líder de la Coalición Cívica indicó que “no se ubica en los extremos del feminismo”, aclarando que ha votado en contra de la legalización del aborto, pero enfatizó que “eso no significa que [el Presidente] abandone su obligación de proteger todos los derechos de las mujeres”.
La agenda de género y cambio climático en el G20 incluyó, entre otros puntos, el acceso igualitario de mujeres y niñas a las iniciativas de justicia climática. Según Carrió, el rechazo del gobierno argentino a este enfoque va en contra del artículo 41 de la Constitución Nacional, que obliga al Estado a implementar políticas para preservar un ambiente sano y proteger la biodiversidad.
La ausencia de Argentina en el acuerdo también ha generado críticas entre grupos feministas y ambientalistas, que señalan un posible retroceso en derechos ya consolidados. Carrió, en sus palabras, consideró que el país no puede ignorar la progresividad de los derechos humanos, un principio que impone a los Estados la obligación de adoptar todas las medidas necesarias para asegurar el avance en estos derechos, no su regresión.