El diputado entrerriano Beltrán Benedit fue uno de los promotores de la visita de legisladores de la Libertad Avanza al penal de Ezeiza. Tras un prolongado silencio, afirmó que se trató de una visita “humanitaria” que el kirchnerismo demonizó. Sin embargo, defendió a los condenados por crímenes de lesa humanidad.
Benedit justificó la distancia que puso con los medios desde que estalló el escándalo, al asegurar que fue un pedido del “Poder Ejecutivo, pero no del presidente” Javier Milei. Su intención fue “no crear más polémica” con respecto a la visita que hicieron los legisladores libertarios a presos condenados por delitos de lesa humanidad.
“Las cosas hay que explicarlas. Cuando uno calla, otorga que todo lo que se diga, se aventura o se crea que haya podido ser así quede instalado como verdad”, justificó y agregó: “Con el Presidente no hemos cruzado ninguna palabra al respecto. Esto es un tema de agenda de diputados”, dijo en declaraciones realizadas al programa GPS (FM Litoral de Paraná).
El diputado de LLA aseguró que la llegada de integrantes del bloque de LLA a Ezeiza se realizó porque varios integrantes de la bancada recibieron “muchas denuncias de familiares y allegados de presos que estaban en ese penal”. Según explicó, denunciaban que “no se cumplían las leyes ni los tratados internacionales de derechos humanos”.
“Fuimos 6 diputados. Podríamos haber sido más. Algunos no podían. Nos recibió muy bien toda la Jefatura del Servicio Penitenciario (Federal) de ese pabellón”, narró Benedit. Además, explicó: “Lo particular es la edad (de los condenados). Por eso estaba presente todo el cuerpo médico. Expresaron sus limitaciones”, continuó. Luego, recordó que a partir de esa edad “dan prisión domiciliaria cualquiera sea el delito que hayan cometido”.
“Había personas de 80, 85 años. Algunos de 90. Después de eso, nos dijeron que algunos presos querían saludarnos. Era la primera vez, al menos en la historia de su detención”, agregó. “Era gente muy educada. No profundizamos ningún tema en particular, relató. La charla con ellos giró primero en torno “a la salud. No entendían por qué no les daban la domiciliaria cuando la ley así lo dice”, expresó.
“Una de las preguntas que yo les hice a esos señores mayores era qué edad tenían al momento en el cual se cometieron los delitos por los cuales se los condenó. Iban de 19 a 25 años. Nadie era jefe, nadie tenía mando”, puntualizó.
Las respuestas que le dieron fueron: “Yo estaba ahí porque estaba de guardia (o) yo estaba a 10 kilómetros”, narró el legislador de LLA. “Hay un tema delicado. Yo soy católico y me pongo en el medio. Creo que los excesos existieron de ambos lados”, expuso.
A su entender, la visita se desvirtuó por accionar de la oposición. “Hubo una maniobra del kirchnerismo y otros sectores de pegar a este grupo de diputados, demonizando esta acción que fue una visita humanitaria, para llevar un poco de claridad y conocer si ahí realmente se violaban los derechos humanos. El kirchnerismo se dedica a intentar implosionar y a que este Gobierno fracase”, manifestó.
Un negocio
El legislador libertario aseveró que “algunos jueces prevaricadores” usan la Justicia para “hacer prevalecer algún tipo de venganza o de ideología”. “Eso no está bien. Los derechos humanos son para todos. Tuvimos una guerra. Y no importa si era un terrorista que puso una bomba o un militar que le dieron una orden”, apuntó.
Luego, fue más allá: “Si vamos a empezar a usar (la Justicia) a gusto y piacere de la ideología o de la identificación de cada uno, estamos mal”, agregó.
“Fue triste lo que nos pasó. Tuve conocidos de ambos lados”, consignó. Luego, aseveró: “Tenemos que superarlo, pero conociendo la verdad y no permitiendo que instituciones sigan manteniendo estas heridas abiertas porque, entre otras cosas, es un gran negocio. Los juicios de lesa (humanidad) tienen un presupuesto enorme”.
Sobre este punto, abundó: “Y cuando ya los principales actores, como las (conducciones de las) Fuerzas Armadas que impartieron órdenes que pudieran haberse prestado a que se cometieran excesos ya no están, porque fallecieron por un tema de edad, salen a buscar a alguien porque hay que seguir facturando. Eso es un espanto”, afirmó.
El diputado libertario puso un ejemplo personal Sin dar mayores precisiones, contó que pidió a “uno de mis asesores, abogado, ex juez, que presenciara los juicios (de lesa humanidad) que se estaban llevando adelante en los Tribunales Orales Federales. Primero hubo resistencia a que participara, aunque después lo conseguimos. Ahí quedó claramente demostrado que sea lo que dijera el acusado, la sentencia ya estaba escrita. Duele que eso ocurra”, sentenció.
Sobre esta base, reclamó: “Reveamos (si) los fallos están bien hechos o si no hay negocios atrás. Transparencia. Y que la verdad salga a la luz”. Por último, negó que se esté buscando una ley especial para amnistiar o conmutar la pena de los condenados por delitos de lesa humanidad. “Queremos que se cumpla la ley y los convenios internacionales”, remató.