En la previa del paro general de transporte anunciado para este miércoles, el gobierno nacional arremetió contra los sindicalistas que impulsan la medida, a quienes consideró “los privilegiados” que se resisten a perder poder.
El vocero presidencial Manuel Adorni describió la medida de fuerza como un lujo que pocos pueden permitirse: “Esta semana paran los privilegiados, esos son los que paran esta semana, los que pueden darse el lujo de parar”.
Durante su conferencia de prensa, el portavoz señaló que esto refleja que hay “dos argentinas: “una es la de los que trabajan”, frente a otra de la casta que se resiste a perder beneficios de todo tipo, en desmedro del resto de la sociedad.
Antes de responder preguntas, Adorni apuntó directamente contra los diversos sindicatos que irán al paro. “Los gremios son el de aeronavegantes, el de pilotos de Pablo Biró, que es obvio que se resiste a perder los pasajes gratuitos en clase Ejecutiva para ellos y sus familias”, comenzó su enumeración el funcionario.
“El gremio de (Pablo) Moyano, que es el de Biró, que en definitiva son lo mismo: grandes defensores de los privilegios de unos pocos, en perjuicio de la gran mayoría de los argentinos”, agregó en la misma rueda de prensa.
Instantes después apuntó contra los representantes sindicales de AFIP, “que pretenden seguir con el privilegio de los cargos hereditarios”. Y luego puso la mira en los estatales de ATE que “se resisten a los exámenes de idoneidad” y la Unión Ferroviaria, que “defiende servicios de una calidad peor que la de hace medio siglo”.
Para darle más contundencia a su análisis sobre el paro de transporte, Adorni apuntó una reflexión: “Si el Gobierno no tuviera a los representantes de intereses sectorizados y corporativizados protestando frente a sus oficinas, significaría no sólo que está haciendo mal su trabajo, sino que le está fallando al pueblo argentino”.
La protesta que viene
El paro de 24 horas que se realizará mañana (comienza esta misma medianoche) es impulsado por la Mesa del Transporte, pero se reforzará por el respaldo de sindicatos de otras actividades, entre las que hay estudiantes universitarios y movimientos sociales, que realizarán 500 cortes de calles con asambleas y ollas populares en todo el país, en desafío al protocolo antipiquetes del Gobierno.
En la provincia de Buenos Aires se espera que haya una alta adhesión porque los sindicatos docentes SUTEBA, UDOCBA y la Federación de Educadores Bonaerenses (FEB) resolvieron plegarse a la huelga de 24 horas, en línea con lo definido por CTERA y las dos CTA, de acompañar la medida de fuerza que lanzó la Mesa Nacional del Transporte. Por el contrario, no hubo pronunciamientos de la Federación Universitaria Argentina (FUA) y la Federación Universitaria de Buenos Aires (FUBA), las dos principales entidades de representación estudiantil y cuyos dirigentes están identificados con la Unión Cívica Radical (UCR).
La medida de fuerza tendrá un alcance más limitado en la Ciudad de Buenos Aires: en los colegios preuniversitarios de la UBA, como el Colegio Nacional Buenos Aires y la Escuela Superior de Comercio “Carlos Pellegrini”, la cursada se verá resentida. En las escuelas públicas de nivel primario y secundario, de la totalidad de los gremios presentes en el distrito, solo el sindicato Ademys -de tradición de izquierda confrontativa- convocó a adherirse al paro nacional. En cualquier caso, habrá chicos que, dependiendo de la institución, no tendrán clases.
En tanto, la certeza de que los choferes de colectivos agrupados en la Unión Tranviarios Automotor (UTA) no participarán en la huelga inicial del día 30 (finalmente irán a la huelga el jueves), provocó que los organizadores pusieran en marcha una estrategia de reclutamiento desde la semana pasada para atraer a otros sectores y así mantener el vigor de la protesta.
Entre los gremios que decidieron sumarse a esta jornada figuran también la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) y la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP).
La Federación Marítima Portuaria y de la Industria Naval de la República Argentina (FEMPINRA) anunció que se verán afectados diversos servicios vinculados al sector portuario como el embarque, movimiento de contenedores y suministro de combustible.