Mauricio Macri siente que la relación con Javier Milei fluye. Los últimos encuentros entre ambos empiezan a rendir frutos. Idéntica situación respecto a las conversaciones con Santiago Caputo, el estratega presidencial. El vínculo va mejor y el PRO se encamina a una convergencia electoral en 2025 con La Libertad Avanza. Mientras tanto, el macrismo presiona para hacer valer el apoyo al oficialismo. Y exigen un trato distintivo en las negociaciones del Presupuesto para el año próximo.
Por estas horas, el expresidente está concentrado en los pedidos que le hicieron los gobernadores del PRO para obtener obras y partidas que refuercen la situación de las provincias que administran. Son los casos de Chubut, Entre Ríos y la Ciudad de Buenos Aires. Y también de dos aliadas, como son San Luis y San Juan. Macri inicia un operativo para presionar a la Casa Rosada con el objetivo de obtener resultados de gestión para los espacios de poder de su partido.
Exigirá a Milei que facilite las condiciones de los gobernadores amarillos de cara a 2025 contenidas en la ley de leyes. El Gobierno necesita del PRO para empujar el Presupuesto en el Congreso y el macrismo pretende cobrar caro ese apoyo. Esas conclusiones surgieron del último cónclave de la mesa ejecutiva que lidera Macri, el jueves pasado, en el Centro de Convenciones de la Ciudad. Desde esta semana se acelerarán las gestiones para destrabar esos reclamos.
Un punto nodal para esas negociaciones es la mesa entre Cristian Ritondo y Santiago Caputo. Ambos se juntan semanalmente en Casa Rosada. El objetivo es que funcione como un espacio de diálogo para recibir inquietudes de intendentes, gobernadores y referentes del PRO. Se tratan temas de gestión y de carácter legislativo. En el macrismo insistían por un lugar en la mesa de toma de decisiones.
Incluso, Ritondo invitó a Caputo y a Martín Menem a su casa el lunes pasado. Fue un banquete con un grupo reducido de diputados del PRO pensado en afianzar los vínculos políticos y personales. La comida sirvió para acercar posiciones, hacer lugar al armado electoral y repasar temas de gestión en común.
De la cena participaron los legisladores Diego Santilli, Martín Yeza, José Núñez, Emmanuel Bianchetti, Gabriel Chumpitaz, Alejandro Finocchiaro, Hernán Lombardi y Sergio Capozzi. Fue una larga velada política que ayudó a aceitar la relación entre ambos espacios. Tanto los representantes del Gobierno como los del PRO coincidieron en que en 2025 irán juntos a las elecciones.
Macri asume que el destino de su partido es en un frente con Milei. Pero aún hace valer su peso relativo para garantizar las mejores condiciones de ese acuerdo. Y presiona sobre los puntos que son de su interés. En lo inmediato, los gobernadores y los intendentes amarillos exigen fondos del Gobierno nacional para terminar obras públicas inconclusas o para ejecutar nuevas.
El listado también incluye cumplir con los fondos establecidos por la Justicia por la coparticipación de la Ciudad, regular la situación de Salto Grande y resolver las cajas jubilatorias de Chubut y Entre Ríos. El macrismo asegura que defenderá la meta de un Presupuesto con déficit cero, como propuso Milei. Pero pretenden que se cumplan esas condiciones.
No obstante, hay un punto de especial sensibilidad en el vínculo entre el PRO y los libertarios que es la situación en la Ciudad de Buenos Aires. Jorge Macri vive momentos de tensión con los libertarios. El bloque que lidera Pilar Ramírez, alineada con Karina Milei, se concerta con los bullrichistas para presionar al oficialismo porteño. Ayer presentaron un proyecto ambicioso que emula a la Ley Bases nacional, pero adaptada a la Ciudad. El articulado fue motorizado sin consentimiento del jefe de Gobierno porteño.
De igual modo, Karina Milei sostiene la insistencia para que Jorge Macri le destrabe el nombre La Libertad Avanza para el bloque. Debido a que Jorge Macri necesita de ambos espacios para mover su agenda política en la Legislatura porteña, hace un equilibrio complejo entre Pilar Ramírez y Ramiro Marra. El malestar genera rispideces entre el PRO y los libertarios que son seguidos de cerca por el propio Mauricio Macri.
Santiago Caputo articula gestiones para destrabar ese conflicto. Ritondo le hizo saber el malestar de los Macri por ese punto. Es algo que implica tensiones con Karina Milei, que conduce a Pilar Ramírez. Mientras que Néstor Grindetti, jefe de Gabinete de la Ciudad, es el encargado de hacer equilibrios sobre ese asunto desde Uspallata.
Mientras tanto, Jorge Macri viajó a Europa convocado a la cumbre de la Unión de Ciudades Capitales Iberoamericanas en Madrid. Sigue de cerca la situación con La Libertad Avanza de forma remota. Tiene agenda en España y en Portugal. Lo acompañaron el Jefe de Gobierno viaja junto al secretario general y de Relaciones Internacionales, Fulvio Pompeo, la subsecretaria de Relaciones Internacionales, Ana Ciuti, y el secretario de Comunicación, Gustavo Gago. Regresará a Buenos Aires el sábado.
En el macrismo evalúan que el tema encontrará un punto de equilibrio. En caso contrario, volverán las turbulencias con Milei.
En simultáneo, Macri busca que el Gobierno acelere las privatizaciones. Esta semana se tratará en el Congreso el proyecto para privatizar Aerolíneas Argentinas. Es de autoría de Hernán Lombardi. Los libertarios, un sector de los radicales y de la oposición dialoguista apoyan la iniciativa.
Además, el expresidente compartió el fin de semana un artículo que escribió Eduardo Plasencia, ex funcionario de la Dirección Nacional de Vialidad durante su mandato, en el que se enfatiza la “urgencia” de privatizar las rutas. Es texto alude al proyecto del Gobierno para pasar a manos privadas la empresa estatal Corredores Viales SA, que controla la red vial más importante del país.
Macri ve que el Gobierno demora las privatizaciones y presiona para que Milei apriete el acelerador. “Es hora de tomar acción antes de que lamentemos más pérdidas humanas y económicas en las maltratadas rutas de nuestro país”, señaló Plascencia en el artículo que difundió el líder del PRO.
Pero es también una forma indirecta de hacer críticas a la gestión de Transporte y vialidad. Es un área en la que Macri tiene referentes como Guillermo Dietrich con los que ha elaborado proyectos para acercarle a Balcarce 50.
Con matices, pero con bastante fluidez, la relación del PRO con los libertarios se encauza.