Sergio Sasia desentona en un sindicalismo que apela más a los paros que al diálogo. La mejor demostración se produjo en estos días en que el Gobierno anunció la privatización del ferrocarril Belgrano Cargas y anticipó que quiere poner en manos privadas el sistema de trenes de pasajeros. “Si está pensado con aportes privados, con una mirada de desarrollo y de más inversiones, lógicamente sería importante”, admitió a Infobae el líder de la Unión Ferroviaria y de la Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte (CATT), que también integra la conducción de la CGT.
De todas formas, el dirigente gremial advirtió que “hay que rever el sistema ferroviario de manera integral y trabajar en un proyecto de planificación si queremos que esté a la altura de lo que necesita el país”, para lo cual, resaltó, “hay que invertir y seguramente tendrá que existir inversión privada, como en los países desarrollados del mundo en donde el sistema es mixto, público-privado”.
En otra iniciativa que lo distingue de muchos de sus colegas, incluso, Sasia anticipó que su gremio presentará en noviembre en el Congreso un proyecto de ley que “apunta al desarrollo del sistema ferroviario del siglo XXI, elaborado por profesionales y técnicos ferroviarios, académicos y economistas”, una idea que tiene desde hace varios años y ahora buscará sumar consenso.
Además, el titular de la Unión Ferroviaria se diferenció de los organizadores del paro de transporte del miércoles 30, varios de los cuales armaron una Mesa Nacional por afuera de la CATT, que él lidera. “Hay un nuevo paradigma en la política y también en el sindicalismo”, dijo el sindicalista, que fue contundente: “Yo no trabajo para la industria de la lucha”. “Desde la Unión Ferroviaria estamos en distintas mesas de diálogo y consideramos que no tenemos que tomar ninguna medida”, dijo.
“El mejor paro siempre es el que no se hace -enfatizó-. Eso quiere decir que a través del diálogo uno logró el objetivo. Así es la manera en que lo venimos logrando nosotros”.
— ¿Qué opina sobre la privatización del Belgrano Cargas?
— No es algo que nos haya tomado de sorpresa. Ya estaba en el DNU 70, que después fue tratado en la Ley Bases aprobada por el Congreso. Una de las empresas quedó susceptible de privatizar o de concesionar es justamente Belgrano Cargas y Logística. Hay que conocer el mapa completo de la carga que justamente abarca tres líneas que están bajo la órbita del Estado y tres que están concesionados con privados desde los años 90. Nosotros venimos planteándole a los distintos gobiernos que hay que rever el sistema de manera integral y trabajar en un proyecto de planificación integral si queremos que el sistema ferroviario esté a la altura de lo que necesita hoy el país.
— ¿Privatizar no alcanza para una mejora de todo el sistema ferroviario?
— Si está pensado con aportes privados, con una mirada de desarrollo y de más inversiones, lógicamente sería importante. Uno no puede dar una opinión fina sobre esta decisión porque no sabemos cómo se va a instrumentar. En principio, no están los pliegos de licitación. Por eso es muy prematuro decir si puede dar resultado para lo que necesita la Argentina. Pero sí hay que ponerle el foco al sistema ferroviario, hay que invertir y seguramente tendrá que tener inversión privada, como en los países desarrollados del mundo en donde el sistema es mixto, público-privado. Ojalá esto apunte a lo que venimos pidiendo desde hace tiempo, ¿Alcanza solamente con privatizar una línea? No lo sé. Insisto en que hay que rever todo el sistema porque hay tres líneas concesionadas desde hace más de 30 años y los resultados no fueron positivos: hay menos cantidad de trenes y menor velocidad de transporte. En ese momento los trenes circulaban a 50 kilómetros por hora en promedio y hoy, a 25 kilómetros por hora. Antes había unos 18 mil kilómetros de vías y hoy están operativas la mitad.
— ¿Por qué sucede eso?
— Porque no se hicieron las inversiones necesarias, ni tampoco el Estado ha controlado para que se cumpla con los pliegos de la concesión que se hicieron hace mucho tiempo. A esa película no la queremos volver a ver porque el resultado fue un desguace en gran parte del sistema. Hay que repensar lo que necesita el país en materia de producción y tomar de manera integral todo el sistema ferroviario de cargas. ¿Qué es lo que queremos hacer? ¿Tenemos la producción de cereales? Sí. ¿Se viene la minería? Necesitamos planificar eso. ¿Se viene el litio? Sí. Vaca Muerta son menos de 700 kilómetros de vías, a las que en algunos casos hay que renovar o mejorar si queremos salir al puerto de Bahía Blanca y mejorar lo que es la logística ahí. Hay mucho para hacer también en el norte con el tema energético. Esto no es para dos años y por eso hay que repensar para un sistema de 10 o 15 años.
— ¿Ustedes tienen propuestas para repensar el sistema?
— A mediados de noviembre vamos a presentar un proyecto de ley que apunta al desarrollo del sistema ferroviario del siglo XXI, elaborado por profesionales y técnicos ferroviarios, académicos y economistas que van a defenderlo en el Congreso. El proyecto no es de dirigentes sindicales sino de especialistas en el tema que tienen una mirada del pasado, pero principalmente del presente y apuntando al futuro, donde no sólo se plantea que que el Estado tiene que poner dinero porque así muy sencillo sino que contempla de qué manera se insertaría el sector privado. Incluso existen cientos de terrenos en desuso que debieran ser parte del activo ferroviario y hoy no lo son. También hay que dar el debate sobre eso. Queremos hablar de este proyecto con todo el arco político. La idea es presentarlo en el Senado justamente porque es donde está la representación de cada una de las provincias y el ferrocarril es transversal a la inmensa mayoría de las provincias.
— Usted no se opone a la posibilidad de incorporar el sector privado en el sistema ferroviario. ¿Eso le da más chances de que lo consulten o escuchen sus propuestas sobre el sector?
— Siempre pedimos a todos los gobiernos tratar de estar en las distintas mesas para ser escuchados desde la representación de los trabajadores, pero también desde nuestra visión de lo que hace falta en el sistema. Veníamos solicitando la emergencia ferroviaria desde hace cuatro años 2020 para destinar inversiones concretas porque el sistema está deteriorado y en algunos casos la seguridad corre peligro. Ahora se ha declarado la emergencia. Siempre queremos estar en las mesas de diálogo, ser escuchados, escuchar las propuestas y poder debatirlas. Y esto lo venimos haciendo.
— ¿No le anticiparon la decisión de privatizar el Belgrano Cargas?
— Nosotros veníamos hablando y desde Transporte nos habían comentado cuál era el objetivo. En el caso del Belgrano Cargas, no sabíamos el día en que se iba a anunciar, pero sí que se estaba trabajando en el tema. Igual, lo que decidieron está votado por la mayoría en el Congreso. Ahora tenemos que ser capaces de aportar al debate lo que pensamos que necesita la Argentina.
— ¿Qué opina sobre los dichos del vocero presidencial, Manuel Adorni, acerca de que quieren privatizar el Belgrano Cargas, entre otros motivos, porque hay una “excesiva cantidad de empleados y que habrá despidos ya que “hay empleados que cobran y no trabajan”?
— No me gusta generalizar. Dentro de la masa trabajadora que tiene el Belgrano hay representación sindical de distintos sindicatos. Hay personal jerárquico, fuera de convenio. La representación que tiene la Unión Ferroviaria está relacionada con el potencial de carga del Belgrano, que viene creciendo en los últimos años. Ahora, ese número que dijo el Gobierno (4.429 personas) engloba a todos los trabajadores. A veces se focaliza desde los medios en que se va a un achique de trabajadores, pero es mucho más amplio el tema. Si logramos que el ferrocarril tenga una mirada de desarrollo, y al menos en las reuniones que hemos tenido, inclusive con el presidente actual del Belgrano Cargas y Logística, todo es una mirada de crecimiento, en los próximos años podríamos crecer en dotación.
— El Gobierno ya anticipó que quiere el sistema de trenes de pasajeros. ¿Qué harán ustedes?
— No tenemos precisiones porque no nos hablaron del tema. Sabemos que está dentro de la Ley Bases que votó el Congreso. Siempre solicitamos que nos consulten y a veces lo logramos. Creemos en el diálogo constructivo y podemos aportar nuestras visiones sobre el tema. Si esto va desmedro de todo el sistema y los trabajadores, se analizará cómo sigue la relación. Pero hoy el diálogo es fluido. Fuimos convocados por el secretario de Transporte para charlar. Hay mucho para trabajar hacia adelante y siempre tratamos de buscar lo mejor para el sistema. Ojalá sea de esa manera.
— La Unión Ferroviaria no forma parte de la Mesa Nacional del Transporte, pero algunos de los sindicatos que convocaron al paro del miércoles próximo integran la CATT, que usted lider. ¿Cree que es desafío hacia usted de organizaciones como Camioneros, pilotos o aeronavegantes?
— Distintos sectores decidieron medidas porque creen que es lo más oportuno ante la situación que atraviesan. No fui convocado ni participo de la mesa que resolvió el paro. La Unión Ferroviaria es orgánica y las decisiones se debaten primero en las confederaciones a las que está adherida, como la CGT y la CATT. Institucionalmente, ninguna de las dos decidió nada. No nos podemos hacer los distraídos. Las diferencias de miradas en la CGT algunos las trasladan a otros espacios.
— Por lo que usted dice, no se debaten ese tipo de cuestiones en la CGT o en la CATT.
— Debe llegar el momento de debatir en serio y poner blanco sobre negro muchas cosas. Hay un nuevo paradigma en la política y también en el sindicalismo. Yo no trabajo para la industria de la lucha. Por la responsabilidad que tenemos, gestiono en defensa del sistema ferroviario y del trabajo. La actualidad y el futuro imponen una nueva etapa. La confrontación por la confrontación misma no conduce a nada. Sin diálogo, propuestas, debate, agenda, proyecto, no se logra nada.
— Obviamente usted no coincide con la decisión de hacer un paro como el del 30.
— Es que el mejor paro siempre es el que no se hace porque eso quiere decir que a través del diálogo uno logró el objetivo. Así es la manera en que lo venimos logrando. En las paritarias puede ser que quizá quedemos por debajo de la inflación porque es parte de la negociación, pero siempre buscamos el diálogo por sobre todas las cosas. Cuando hay motivos reales para llevar adelante una medida de fuerza, siempre lo hemos hecho y hemos acompañado en todo momento a a la CGT. Desde la Unión Ferroviaria estamos en distintas mesas de diálogo y consideramos que no tenemos que tomar ninguna medida.
— ¿Qué debería pasar para que ustedes protesten? ¿Despidos masivos?
— Si uno está pensando siempre a la defensiva de cuál sería el punto para tomar adelante una medida de fuerza, no está mirando de una manera constructiva de qué forma se puede aportar a la mejora de lo que uno defiende, en este caso el sistema ferroviario y los intereses de los trabajadores. En esta coyuntura difícil que vive la Argentina, nosotros estamos tratando de ver de qué manera podemos contribuir a sostener el sistema ferroviario. Entendemos que la emergencia ferroviaria era necesaria y si se dan las privatizaciones o los pliegos de licitación, ahí se analizarán las decisiones que vaya tomando el Gobierno o las distintas empresas. Si uno está pensando siempre a la defensiva, nunca puede construir. Por eso queremos elevar la vara y poner en el debate un proyecto de ley para el desarrollo del sistema ferroviario. Que lo conozca el Gobierno y lo discuta el Congreso.
— ¿No lo preocupan las criticas por su actitud dialoguista?
— No, llegamos a una etapa en la que hay que priorizar el debate de ideas, las propuestas, la agenda de lo que necesita la Argentina y lo que necesita el ferrocarril. Y sobre esa base, tratar de contribuir a eso sin olvidar que defendemos los intereses de los trabajadores. Pero la principal bandera que tenemos es defender el ferrocarril. Hoy estamos en esta dirección.